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Un librero londinense pone a la venta por 233.000 euros una primera edición de los ‘Caprichos’ de Goya

Es una de las 300 copias de los 80 grabados más universales del pintor que estuvieron a la venta en 1799, antes de ser retiradas por el propio autor. La oferta, en internet y no por subasta, se ha hecho pública a través de la plataforma Biblio

Rafa de Miguel
El librero Bernard Saphero muestra la primera edición de los 'Caprichos' de Goya en su tienda de Londres.
El librero Bernard Saphero muestra la primera edición de los 'Caprichos' de Goya en su tienda de Londres.Rafa De Miguel

Bernard Shapero lleva 40 años en el negocio de los libros y manuscritos raros. Su tienda y almacén, en la londinense New Bond Street, tiene una luz, un orden y un espacio más propios de una joyería que de una librería de viejo. No necesitaba un conocimiento muy preciso, sin embargo, para ser consciente de que tenía entre manos uno de los objetos más preciados en ese mundo de coleccionistas exquisitos: una primera edición, en perfecto estado, de los Caprichos de Goya, la célebre serie de 80 grabados del pintor.

“Viene de una colección privada de Italia. Estuvo allí durante 10 o 20 años, y luego pasó a manos de un coleccionista inglés. Así llegó hasta aquí”, explica Shapero, sin querer dar más detalles privados sobre el vendedor. Pide unos 233.000 euros por el libro. Se trata de una de las 300 copias que imprimió en Madrid Rafael Esteve y se pusieron a la venta el 6 de febrero de 1799 en una “tienda de perfumes y licores” del número 1 de la madrileña calle del Desengaño. Fueron delicadamente encuadernados por el taller de Louis Jacob Lebrun 45 años después en París.

“Con las primeras 20 copias que se hicieron, las placas realizadas por Goya [aguafuertes y aguatintas] estaban en perfecto estado. Son láminas de metal sobre las que se vierte una combinación de resina y ácido para obtener los grabados”, explica el librero mientras pasa las hojas del libro en busca del capricho número 45. “Este grabado, en concreto, sufrió un pequeño rayado, y las 270 copias restantes de la primera edición reflejan ese detalle. Esta es una de ellas”.

Efectivamente, el rostro del rufián que aparece detrás de las dos alcahuetas que chupan bebés muertos de una cesta —”Mucho que chupar”, dice la leyenda del capricho— aparece cruzado por una fina raya.

Saphero ha decidido poner a la venta el libro a través de internet, en vez de por la tradicional vía de una casa de subastas. Desconfía de esas instituciones, y prefiere el trato directo. Ha utilizado la plataforma Biblio, una de las más potentes en el sector de los libros raros, con más de 7.000 establecimientos asociados y dos décadas de vida. “Soy un intermediario. Este es mi trabajo, no necesito a nadie más de por medio para realizar la venta”, protesta el librero ante la sugerencia de acudir a prestigiosas casas de subastas como Christie´s o Sotheby’s.

14 días a la venta

Fue el Diario de Madrid, en un breve anuncio, la publicación que anunció en 1799 la venta de las primeras copias de los Caprichos —”Pagando por cada colección de 80 estampas 320 reales de vellón”—, y el público madrileño pudo hacerse con un ejemplar durante los 14 días que permanecieron en el establecimiento. Hasta que Goya decidió retirarlos, por miedo a la Inquisición.

La serie de grabados es una de las más conocidas y elogiadas por pintores, escritores y artistas posteriores al aragonés. Fue copiada por Delacroix o alabada por Baudelaire, que vio en Goya al profeta de un cambio revolucionario en el arte. Las 80 estampas reflejan una evolución del creador, que comienza con una sátira costumbrista influida por sus amigos los “ilustrados” —Jovellanos, Meléndez Valdés o Godoy—, con los que comparte una visión crítica de la sociedad supersticiosa y clerical de la época, y deriva en un mundo desencantado y onírico, de brujas, duendes y rostros deformados, que preconiza el romanticismo o el expresionismo del arte en las décadas posteriores.

Saphero muestra con orgullo la lámina 45, El sueño de la razón produce monstruos, uno de los caprichos más fácilmente reconocibles y símbolo de un Goya cuya enfermedad y desencanto le llevaron por un camino artístico que rompió moldes.

La lámina 45, 'El sueño de la razón produce monstruos', en el libro puesto a la venta por Saphero.
La lámina 45, 'El sueño de la razón produce monstruos', en el libro puesto a la venta por Saphero.Rafa De Miguel

“Cuando uno observa sus pinturas, son de una extraordinaria belleza. Pero los grabados... como Los desastres de la guerra, son oscuros, sombríos”, piensa el librero en voz alta, sin dejar de pasar las hojas y observar uno a uno los Caprichos.

La primera caída de Godoy y el hecho de que los ilustrados —afrancesados― perdieran el favor del poder hicieron que Goya comenzara a temer la sombra de la Inquisición, recelosa ante unos grabados que criticaban con dureza al clero y la alta nobleza. Canceló de inmediato la venta de la primera edición. Cuatro años más tarde, en 1803, el pintor quiso salvar la serie y decidió regalársela a Carlos IV. Fue destinada a la Real Calcografía, y obtuvo a cambio una pensión vitalicia de 12.000 reales anuales para su hijo Javier.

Los Caprichos siguen siendo objeto de nuevos análisis y explicaciones, porque encierran un mundo imposible de definir por completo, y del que el artista dejó pocas explicaciones. Grabados de sátira erótica, que reflejan su desengaño amoroso con la duquesa de Alba; estampas de extrema dureza contra curas y nobles, pero también imágenes de brujas, demonios y duendes que aparecen, con un trazo delicado y minucioso, en el momento en que la razón duerme.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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