Carla Morrison: “Nunca volveré a negociar con mi salud mental. No me importa cuánto dinero me ofrezcan”

Carla Morrison se convirtió en una de las cantantes mexicanas más aclamadas a una velocidad de vértigo. En 2009 lanzó su primer EP titulado Aprendiendo a Aprender, una colección de baladas pop con un sonido alternativo y automáticamente fue nominada a los Latin Grammys, dio conciertos en los lugares más prestigiosos de México y generó millones de reproducciones en sus canciones. Por el camino, ha colaborado con figuras como Natalia Lafourcade, Juan Gabriel y hasta J Balvin. Sin embargo, en 2107, después del lanzamiento de su disco Amor Supremo Desnudo, la cantante se desvaneció.

Con el elocuente título de El Renacimiento volvió a la música el año pasado gracias a un disco plagado de canciones en las que la cantante abre como nunca antes su corazón. Dolor, placer y amor son los temas principales que aborda en una producción simple que se enfoca más en la crudeza de las emociones que en sonidos pop accesibles. Después de tanto tiempo sin lanzar música, la artista confiesa que tenía miedo de haber perdido el paso, de que el mundo hubiese avanzado dejándola atrás. Ahora presenta gira y Morrison habló con EL PAÍS en un hotel en Ciudad de México sobre este punto de su carrera.

Pregunta: Después de un año desde que lanzó El Renacimiento, ¿Cómo se siente con el disco?

Respuesta: Me siento muy bien. Yo pensé que la gente se había olvidado de mi proyecto, no porque fuera olvidadizo, sino porque tenía mucho tiempo sin tocar. Hay muchos artistas nuevos, plataformas nuevas, mucha juventud (ríe). El hecho de que le haya ido bien y que mi carrera haya crecido muchísimo desde que salió ha sido muy esperanzador para mí, para mi música y mi proyecto, porque yo sigo siendo artista independiente y es mucho trabajo que la gente no ve. Me hace sentir segura, más serena en cuanto a las decisiones que he tomado y que seguiré tomando, como tomarme tiempo para escribir canciones y hacer un disco.

P: Ha mencionado que su disco habla sobre la depresión que sufrió en los años anteriores. ¿Qué le lleva a compartir estas experiencias con sus seguidores?

R: Lo que me gusta transmitir con mi música es la honestidad. Por mucho tiempo hablé sobre desamor, rupturas y enamoramiento, pero nunca había hablado sobre esas otras partes más oscuras de mi vida, y siempre he podido hacerlo con mi familia o amigos. Entonces, sentí que tenía que ser valiente, pero también natural. Al hablar de cosas como ansiedad y depresión, a veces le hacemos más caso a la gente que admiramos, a los artistas, que a otras personas que hablan de eso. Y yo quiero ser parte de esa conversación y parte de ese cambio, pero no solo como generación, sino como mujer. Como mujeres no hablamos de estas cosas y nos da pena porque sentimos que nos van a juzgar, pero si no abrimos esa conversación podemos vivir frustrados o frustrades toda la vida por no saber cómo abordar el tema y las emociones. Somos mente, cuerpo y alma, y no tiene nada de malo hablar sobre las tres.

P: En cierta forma, la música le hizo alejarse de la industria, pero también le hizo volver. ¿Cómo sucedió esto?

R: Al principio yo culpaba a la música por haberme puesto en un lugar tan oscuro y tan doloroso. Pero después de trabajar en mí, de estar fuera de los escenarios y no tener ningún tipo de presión, pude sanar y darme cuenta de que en realidad todo estaba en mí. La conciliación llegó cuando me metí a un conservatorio de jazz en París, Francia. Me di cuenta de que la música no tenía la culpa y que me llamaba, y me sanaba.

P: Ha sido una artista que ha recibido muchas críticas por parte de cierta parte del público. ¿Ahora cómo maneja esos comentarios?

R: La verdad es que ya pasan por encima. Estoy en un momento de mi vida donde puedo entender que el reflejo de los pensamientos de los demás es el reflejo de su mundo, no de mí. Y no puedo andar por esta carrera o por mi vida preocupada por lo que dicen los demás. Es su opinión y no a todos le tienen que gustar mis canciones. Cuando era joven me entristecía mucho, me lo tomaba muy personal y era muy muy muy doloroso, pero ahora en mi vida hago lo que me hace feliz, y si no le gusta a la gente, pues ni modo.

P: Y ahora está preparando un gran concierto para el Auditorio Nacional...

R: Es increíble. El Auditorio es legendario, y es súper exquisito para tocar. Es un escenario enorme. Me dijeron que si podía hacer una segunda fecha, pero dije que no, porque quiero descansar. Esta carrera es muy celosa, exige mucho, debido a eso tengo que ser celosa también y muy protectora. No vivo para mi obra nada más. Quiero darle espacio a las nuevas canciones para que puedan venir nuevas colaboraciones, y poder respirar. Porque no todo en la vida solo es trabajo, también es meterte a la cocina e intentar cosas nuevas y descansar.

P: De ahora en adelante, ¿cree que sea complicado equilibrar salud mental con vida personal y el trabajo?

R: No. Por eso titulé el disco El Renacimiento, porque nunca voy a volver a negociar mi salud mental. Es lo primero y ya. No me importa cuánto dinero me ofrezcan, no me importa quién sea ni cómo sea. Tendría que ser algo muy cabronamente especial para que yo ponga mi salud mental en otro lado que no sea el primordial. El trabajo te hace agradecida y lo pongo en alto, pero siento que no hay canciones si no hay paz. Si no hay paz, no hay felicidad. Y si no hay felicidad, ¿para qué estoy aquí? Se supone que debe ser el trabajo de mis sueños. Si no lo es, entonces ¿qué es? Y no siempre tienes que estar viviendo para las expectativas o sueños de alguien más. Es una vida y es la tuya. Por eso no quiero volver a entregarme al trabajo tanto como entregarme a mí misma, a mi amor.

P: ¿Pasará otro largo tiempo antes de un nuevo trabajo discográfico de Carla Morrison?

R: No sé. No sé si otros siete años, pero yo creo que un tiempo. No quiero prometer nada porque me encanta componer y colaborar. Pero sí tengo claro es que quiero un descanso de la gira porque puede ser muy pesada. A nivel de salud es muy cabrón. Quiero ser muy sensata porque al final quiero vivir mi vida como una persona normal, quiero definir dónde quiero vivir, crear una familia. Quiero saber primer cuál es mi plan de vida y a partir de ahí decidir lo demás. Antes de ser una artista soy una persona.

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