A José Manuel Soto le salen caros sus insultos a Pedro Sánchez

El cantante andaluz José Manuel Soto se escudó en el “sosiego” estival para arengar, una vez más, contra el PSOE en las redes sociales, pero esta vez seguramente no calculó bien la dimensión y el alcance que tendrían sus palabras sosegadas: “Voy a aprovechar este momento de sosiego veraniego junto al mar para hacer uso de mi libertad de expresión y cagarme en Sánchez Castejón, en su puta madre y en los millones de hijos de la gran puta que están de acuerdo con que España esté en manos de sus peores enemigos, que os jodan”, escribió el viernes por la noche en su cuenta de Twitter (ahora X), comentario que eliminó posteriormente.

El Ayuntamiento de Carmona (Sevilla) ha sido el último en sumarse a la suspensión de los conciertos previstos por Soto en las próximas fiestas patronales, en este caso para el 15 de septiembre. Antes también había recibido el veto en Bormujos (Sevilla) y en Villacarrillo (Jaén). Todos esos consistorios están gobernados por el PP, un partido con el que Soto mantiene una buena sintonía en Andalucía. De hecho, en Villacarrillo fue la estrella de la presentación del candidato popular en las pasadas elecciones municipales, Francisco Miralles, al que tildó como un “amigo muy especial”.

José Manuel Soto es el presidente de la Fundación Destino Rocío, que ha recibido una subvención de la Junta de Andalucía de 275.000 euros. El consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, defendió esta ayuda dentro del “objetivo estratégico” de “proyectar la imagen de Andalucía como marca de calidad y difundirla a escala nacional” a través del camino de El Rocío.

Sin embargo, desde el PSOE se recela de esta subvención, concedida a una fundación con poco más de un año de vida. “Ya sabemos que los amigos de [Juanma] Moreno no lloran sino facturan”, señaló la parlamentaria socialista Ángeles Férriz, parafraseando una canción de Shakira.

Para la dirigente del PSOE de Villacarrillo, Rosas Espino, las palabras de Soto “han calado en nuestra sociedad y es muy peligroso que siga habiendo manifestaciones de este tipo y que el Partido Popular siga blanqueándolas en múltiples puntos de nuestra geografía”.

Tal ha sido la repercusión de sus mensajes, y la presión de los alcaldes del PP, que a José Manuel Soto no le quedó más remedio que disculparse. “La razón se pierde cuando se insulta, no volverá a ocurrir”, indicó en redes sociales en alusión a un comentario que, ahora sí, considera como “inapropiado”.

“Nos esforzamos por fomentar la convivencia pacífica y el respeto mutuo entre todos los ciudadanos, sin importar sus diferencias políticas, religiosas o de cualquier índole”, se indicó en un comunicado desde el Ayuntamiento de Villacarrillo para justificar la suspensión del concierto de Soto, previsto para el 9 de septiembre. En este pueblo, no obstante, la oposición ha exigido “luz y taquígrafos” para conocer el coste que tendrá para las arcas municipales esta suspensión y la contratación de otro artista.

En Bormujos, la alcaldesa popular, Lola Romero, dijo que las palabras de Soto “no reflejan las opiniones ni formas de actuar del nuevo gobierno” municipal. Sin embargo, Vox, que forma parte del equipo de gobierno, se ha desmarcado del veto a Soto. El partido de ultraderecha esgrime la “defensa de la libertad de expresión, uno de los derechos fundamentales de los españoles, aunque ello no siempre implique nuestro acuerdo con cualquiera de esas manifestaciones”.

En otra localidad sevillana, Utrera, gobernada por primera vez en democracia por el PP, el Ayuntamiento sí sigue adelante con la actuación del cantante en sus fiestas patronales.

No es la primera vez que el artista andaluz se ve envuelto en la polémica por el carácter incendiario de sus declaraciones en las redes sociales. Conocidos son sus reiterados ataques a la izquierda política, al independentismo y también al feminismo. Y también son famosas sus encendidas defensas del patriotismo o del ideario de Vox.

De momento, el cantante de música ligera con cercanía a la rumba está viendo cómo sus insultos en redes sociales empiezan a pasarle factura en sus cuentas corrientes.