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Las 15 mejores canciones de blues-rock de la historia, por Javier Vargas

El guitarrista madrileño, que publica dos discos, selecciona y comenta sus temas favoritos de un género al que han dado grandeza hachas de las seis cuerdas como Eric Clapton, Jimi Hendrix o Jeff Beck

Javier Vargas in the image that illustrates the album ‘Del Sur’
Javier Vargas, en la imagen que ilustra el disco Del Sur, de la Vargas Blues Band, publicado en 2020.John Bull
Carlos Marcos

Pocos guitarristas españoles hay con el desarrollo internacional de Javier Vargas (Madrid, 65 años). Ha tocado en los más grandes festivales de blues del mundo y con músicos como Buddy Guy, Carlos Santana, Glen Hughes o Johnny Winter. En España, tiene colaboraciones con Miguel Ríos, Joaquín Sabina, Andrés Calamaro, La Orquesta Mondragón, Raimundo Amador... Pero lo más importante para el madrileño es su carrera en solitario, que pasa de la veintena de discos con Vargas Blues Band. Lo último son dos, Stoner Night y Stoner Night Volumen 2, el primero más blues-rock y un segundo que vira hacia la psicodelia. Y siempre con la guitarra eléctrica de protagonista.

“Los compuse en Ibiza, en una casa que tengo, donde pasé los dos años de la pandemia. Solo con mi perro, Buddy, que era de mi ex y se quedó conmigo. El concepto es contar la historia desde que empezó la pandemia hasta ahora. Contar todo lo que nos afectó como músicos, mucho tiempo sin saber lo que iba a ocurrir con nuestro gremio. Había mucha incertidumbre, fueron años duros”, explica. Cuenta con la colaboración en las partes vocales de los británicos Merrick Wells y John Byron Jagger, sobrino de Mick Jagger, y la gira ya está en marcha (ver fechas aquí).

Le hemos pedido a Vargas que seleccione las 15 canciones favoritas de su especialidad, el blues-rock. “Cuando aparecieron las Fender Telecaster el blues se electrificó, y con Jim Marshall y sus amplificadores nació el blues-rock en los sesenta de la mano de Eric Clapton y Jimi Hendrix”. Esta es su selección comentada por él mismo. Están colocadas por orden cronológico.

- The Rolling Stones, Little Red Rooster (1964). “Cuando Keith Richards en un concierto de los Rolling Stones se coloca la Gibson Les Paul Junior, es muy posible que sea para tocar Little Red Rooster. Ellos han entendido el blues de Chicago perfectamente: la armónica, la guitarra…”.

- John Mayall & the Blues Breakers con Eric Clapton, Hideaway (1966). “Todo este álbum, que se llamó The Beano Album, es una maravilla. La distorsión de la guitarra de Eric Clapton era impactante. Fue el primer disco donde un guitarrista de blues puso el volumen tan alto. En esos años el oído no estaba acostumbrado a que alguien saturara un amplificador a esos niveles. El técnico se asustaba y le decía a Clapton que el sonido estaba llegando al rojo. Y Clapton respondía: ‘Mejor, mejor así”.

- Jimi Hendrix, Red House (1967). “La escuché por primera vez en la radio, cuando estaba en Argentina, en una versión en directo. Me sorprendió mucho porque sonaba muy intenso y místico. Aprendí a tocar la guitarra escuchando estas canciones en la radio. Intentaba imitar esas notas”.

- Cream, Crossroad (1968). “Por esta canción descubrí el blues británico. Cuando tenía unos 12 años y estaba en Argentina [Vargas vivió en varios países de Latinoamérica por los traslados laborales de su padre, que era arquitecto y constructor], un día un vecino me puso en su casa esta canción, que era una versión eléctrica de un tema de Robert Johnson. Me descubrió una serie de sonidos y me abrió tanto los sentidos que me influyó para ser guitarrista. Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker consiguen un sonido que era algo nuevo. Cuando Jimi Hendrix fue a Inglaterra y lo escuchó, inmediatamente quiso conocer a Clapton”.

- The Jeff Beck Group, Blues Deluxe (1968). “Jeff Beck nunca ha sido un guitarrista que se haya sentido atraído especialmente por el blues, aunque tocaba muy bien. Igual la simpleza del blues le apartaba de tocarlo… Pero tanto la versión que hizo con The Jeff Beck Group como la que tocó con Carmine Appice y Tim Bogert de Blues Deluxe eran extraordinarias. Jeff Beck hacía hablar a la guitarra, agarraba al blues y lo llevaba un paso más allá”.

- Fleetwood Mac, Black Magic Woman (1968). “En sus inicios, Fleetwood Mac, con Peter Green, eran puristas del blues. Grababan en los Chess Estudios de Chicago y colaboraban con leyendas del blues negro como Willie Dixon o Buddy Guy. Luego, Green desapareció por el influjo del LSD y entraron Stevie Nicks y Lindsey Buckingham y se convirtieron en otra cosa. La primera vez que escuché Black Magic Woman fue en la versión original de Peter Green. Luego la incluyó Santana en Abraxas y se hizo más popular que la original”.

- Johnny Winter, Mean Town Blues (1969). “Johnny Winter es uno de los grandes guitarristas de blues. Dicen que lo más cerca que hay a un negro es un albino. Y los negros son los que mejor tocan el blues, es una realidad, tienen algo especial a la hora de dar las notas, lo llevan en sus genes. Y Johnny Winter a la hora de cantar y tocar tiene mucho que ver con lo afroamericano. Hay versiones de Mean Town Blues de 10 minutos que son apabullantes. Tuve la suerte de tocar con Johnny tres veces. Era un prodigio”.

- Led Zeppelin, Since I’ve Been Loving You (1970). “No es el blues tradicional de 12 compases. Tiene una estructura y unos arpegios que lo llevan hacia un lado épico. Jimmy Page se inspiró en este blues en Jeff Beck. Led Zeppelin no era ni una banda de blues ni una de rock duro. Tenían un concepto muy abierto: podían tocar jazz-rock, folk, música celta… Esa variedad me fascinaba”.

- The Allman Brothers Band, Statesboro Blues (1971). “Escuché por primera vez a los Allman Brothers cuando llegué a Caracas, Venezuela, en 1971. Este tema pertenece al disco At Fillmore East, que me lo puso un amigo que tocaba la batería en un grupo que montamos allá. Para mí es el mejor disco de rock sureño de la historia. Duane Allman me metió con este disco en el sonido de guitarra slide”.

Vargas actuando en un festival de Hamburgo (Alemania).
Vargas actuando en un festival de Hamburgo (Alemania).

- ZZ Top, Waitin’ for the bus (1973). “A mediados de los setenta yo vivía en Estados Unidos y veía a muchas bandas de versiones que tocaban Waitin’ for The Bus. Yo no sabía de quién era ese tema. En 1975 me fui con un amigo a Memphis a ver a los Rolling Stones. Los teloneros eran ZZ Top, que yo no conocía. Y para mi sorpresa empezaron el concierto con Waitin’ for The Bus. Se cayó el estadio. Era un sonido apoteósico. Ahí descubrí que era un tema suyo. Al día siguiente me fui a una tienda y compré el vinilo de Tres hombres, que es donde se incluye esta canción. Desde ese momento es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. Esos riffs de guitarra grasientos de Texas de Billy Gibbons son alucinantes, y esas voces profundas…”.

- Rory Gallagher, Who’s That Coming? (1973). “Descubrí esta canción en España, en la radio. No conocía a Rory Gallagher y enseguida noté que tocaba muy bien el slide, que yo había descubierto con Duane Allman. Me hice fanático de Rory. Luego hice una gira con el bajista y el batería de Taste, la primera banda de Rory”.

- Stevie Ray Vaughan, Texas Flood (1982). “Stevie Ray Vaughan debería estar con letras de oro dentro del blues-rock. A mediados de los setenta había un movimiento punk muy importante, con Ramones, Sex Pistols, The Clash… Me gustaba, pero se me hizo muy raro porque hasta entonces para dedicarte a la música tenías que tocar muy bien y practicar. Yo estaba en Londres y viví aquella nueva ola y punk muy intensamente. Iba a salas y tocaban hasta 10 bandas. Me llamó la atención que eran grupos que no sabían tocar. Actuaban desafinados. Y yo me preguntaba: ‘Uf, hacia dónde va la música’. Después acepté ese movimiento y me encantaban The Clash, The Police, The Jam… Luego llegaron los ochenta, con los nuevos románticos y los sintetizadores… A mí todo me parecía muy extraño, porque yo venía del blues, los Allman Brothers, los Rolling Stones… Hasta que de repente un amigo me pasó un casete de Stevie Ray Vaughan, que nunca lo había escuchado, pero había visto fotos suyas en revistas como Guitar Player. Solo las fotos ya tenían sonido. En ese casete estaba Texas Flood y me voló la cabeza. Pensé que ese disco iba a cambiar el concepto de la música de los ochenta. Y, efectivamente, lo hizo. Hasta David Bowie lo invitó a tocar en Let’s Dance. Stevie vino a recordarnos de dónde venía toda la música. Qué pena que muriese tan joven”.

- Gary Moore, Still Got the Blues (For you) (1990). “Gary Moore venía de tocar rock fuerte con Thin Lizzy y algunos discos en solitario. Yo le vi la primera vez con Colosseum, en 1978, en Madrid, en el Paraninfo. Éramos 50 personas. Gary tenía unos dedos prodigiosos. En los noventa retomó el sonido del blues británico. Es un disco con influencias de John Mayal y los Blues Breakers y Peter Green, pero con sonido del momento en el que lo editó, los noventa. Los puristas del blues machacaban a Gary Moore y a Stevie Ray Vaughan porque decían que era más rock que blues, pero luego tuvieron que reconocer que gracias a ellos sacaron al blues del olvido y lo volvieron a poner de moda”.

- Buddy Guy, Damn Right, I’ve Got the Blues (1991). “Buddy Guy es uno de los guitarristas de Chicago más increíbles. La primera vez que lo vi fue a finales de los ochenta en Barcelona, junto al armonicista Junior Wells. Luego me contrataron durante 15 días para tocar en su local de Chicago, el Buddy Guy Legend. Y hablé mucho con él. Es un tipo sabio. Todavía vive: tiene 86 años. Buddy Guy y Albert Collins posiblemente sean mis guitarristas negros favoritos”.

- Joe Bonamassa, Sloe Gin (2007). “Joe Bonamassa es el músico actual más grande del blues en Estados Unidos. Empezó tocando para 200 personas y ahora llena pabellones. Esta canción representa su estilo”.

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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