Muere el tenor Pedro Lavirgen, estrella de la lírica española, a los 92 años

El tenor cordobés Pedro Lavirgen (Bujalance, Córdoba, 1930) falleció el domingo a los 92 años, informó en su cuenta de Twitter el Teatro de la Zarzuela, de Madrid, donde desarrolló gran parte de su carrera. Lavirgen debutó en este teatro en 1962 con Doña Francisquita: “En esta casa, que nunca le olvidará, cosechó innumerables triunfos”, añadía el mensaje. El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) lo destaca como “una de las grandes estrellas de la generación dorada de cantantes líricos españoles”.

El Teatro Real también ha lamentado “profundamente el fallecimiento”, en un comunicado este lunes en el que señala que Lavirgen no pudo interpretar en el coliseo madrileño “a los grandes personajes que lo encumbraron porque el apogeo de su brillante carrera transcurrió durante el período en que este fue sala de conciertos y las óperas se representaban en el Teatro de la Zarzuela”. Sin embargo, “en 2018, el Real le dedicó las funciones de Aida, homenajeando a uno de los más grandes intérpretes de Radamés en nuestro país”. El Real ha agregado en su nota que la próxima actuación lírica en la Carroza del Teatro Real, el 12 de abril, a las 19.30, en Córdoba, estará “dedicada a su memoria”.

Pedro Lavirgen formó parte del coro del Teatro de la Zarzuela, tras un breve paso por el Coro de Cámara de Radio Nacional de España y mientras iniciaba estudios en Madrid, tanto en el Conservatorio como en la Escuela Superior de Arte Dramático. Una de sus primeras presentaciones en público fue en Zaragoza, en 1959, cantando la parte del tenor en la ópera Marina, de Emilio Arrieta, informa Europa Press.

Después de trabajar con José Tamayo en la Compañía Lírica Amadeo Vives, en 1964 debutó a nivel internacional en México, con Aida, de Verdi. Ese mismo año interpretó el papel de Don José en Carmen, de Bizet, en el Teatro del Liceo de Barcelona, donde actuó 18 años consecutivos. En 1976 debutó en la Scala de Milán, de nuevo como Radamés, junto a Montserrat Caballé. Le siguieron los debuts en la Staatsoper de Viena (donde actuó 12 temporadas), en el Metropolitan de Nueva York, el Colón de Buenos Aires, en la Arena de Verona y en las óperas de San Francisco, Múnich y Berlín, entre otros.

De sus papeles, destacan, además de los citados Radamés y Don José, el de Calaf, en Turandot; Cavaradossi, en Tosca; Manrico, en Il trovatore, y Canio, en Pagliacci. No fue un asiduo de los estudios de grabación, aunque registró en el sello Hispavox diversas zarzuelas, como Bohemios y Doña Francisquita, de Vives, La Dolorosa, de Serrano, y Luisa Fernanda, de Moreno Torroba. Pero se han publicado algunas grabaciones suyas en directo, como una excelente Aida registrada en París, en mayo de 1973, junto a Jessye Norman y Fiorenza Cossotto, donde puede verificarse la entidad, extensión, consistencia y calidad de su voz de lírico spinto.

Lavirgen se retiró de los escenarios en 1993 y desde entonces desempeñó una labor como docente en la cátedra de canto en el Real Conservatorio de Madrid.