Rosario Villajos gana el Biblioteca Breve con una novela que piensa la identidad a través del cuerpo

Catalina, que hace poco ha cumplido 16 años, acaba de salir de casa de su mejor amiga en una urbanización de las afueras, tras una circunstancia desagradable con el padre de esta. Llega a la carretera. Hace autostop, pero los coches no se detienen. Está intentando volver a casa: sus padres, que la someten a un control férreo, la esperan. De esta manera turbadora comienza La educación física, la cuarta novela de Rosario Villajos (Córdoba, 44 años), que acaba de ganar los 30.000 euros del 65º Premio Biblioteca Breve, uno de los más prestigiosos del panorama editorial español, convocado por Seix Barral (Planeta). La protagonista busca imponerse al miedo de un mundo hostil, aunque ello implique riesgos. En el horizonte está su particular busqueda de la libertad.

Todo ocurre en un periodo de cuatro horas, a principios de los años noventa, una década marcada por el optimismo económico, como se ve reflejado en el círculo de amigos de la protagonista; pero también por el anuncio de la precariedad que hoy atraviesa nuestras sociedades. Catalina está condenada a un piso que no es el de sus padres, sino de un banco, frente a un descampado que le da pánico transitar. En este contexto, la complicada relación de la joven con su cuerpo y el rencor hacia un mundo empeñado en convertirla en culpable por el hecho de ser mujer son los elementos que articulan la obra, según se ha sugerido este lunes durante la entrega del galardón en el Museo Marítimo de Barcelona.

La educación de Catalina, como la de tantas mujeres de diferentes generaciones, está construída en gran medida a golpe de restricciones, de prohibiciones… Una educación que lleva aparejada la aceptación de una violencia que no se cuestiona y unos riesgos inherentes a ser mujer. La autora dispone así “una voz narrativa que explora su propia identidad a través del cuerpo y que, al hacerlo, recoge el sentido de una generación y la convierte en una experiencia a la vez única y universal”, ha destacado el jurado del galardón, compuesto por Pilar Eusamio, Pere Gimferrer, Inés Martín Rodrigo, Elena Ramírez e Isaac Rosa, que se llevó el Biblioteca Breve en 2022 con Lugar Seguro.

El propio Rosa ha destacado que esta obra “va ganando en profundidad” conforme se avanza con la lectura: “Entra en discusiones de hoy mismo con una historia ambientada en los años noventa, que trata del cuerpo, del deseo, la libertad, la culpa y el consentimiento”. En cuanto a la tradición, hay guiños a El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger. También, en parte, a La educación sentimental de Gustave Flaubert, con cuyo título la autora ha confesado dialogar: “Se habla mucho de la poca educación emocional que tienen los hombres y vemos que están intentando (al menos) poner remedio a eso, pero apenas se habla de la educación corporal de las mujeres, y quería saber de dónde procedían ese pudor y esa ignorancia”, ha destacado la autora, que ya ha hecho del cuerpo un campo de exploración literaria en el pasado.

Rosario Villajos, que debutó en 2017 con la novela gráfica Face (a la que siguieron Ramona [2019] y La muela [2021]), se ha impuesto a más de 700 manuscritos en un galardón que en las últimas décadas ha distinguido a autores como Juan Marsé, Gioconda Belli o el Nobel de literatura Mario Vargas Llosa. En concreto, entre los originales ha destacado la atención prestada a la identidad de género, así como a una crítica social que pone el acento en la precariedad económica. La autora, formada en Bellas Artes y con experiencia laboral en diferentes industrias, como la musical o la cinematográfica, también ha plasmado algunos de estos aspectos en La educación física, que estará en librerías a partir del 8 de marzo. “De eso trata la novela”, sintetizó Villajos durante la recepción del premio, “de una chica que se niega a desaparecer”.