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El Cielo de Salamanca: el mapa estelar que pintó Fernando Gallego en 1475 vuelve a ser visible en el firmamento

La ciudad celebra un evento astronómico que ha ocurrido solo 23 veces en 1.100 años y que no se repetirá hasta 2060

El Cielo de Salamanca
Uno de los siete telescopios instalados en el Cerro de San Vicente de Salamanca para observar el cielo en la madrugada del lunes.Aitor Sol

Cae la tarde sobre el cerro de San Vicente, en el casco viejo de Salamanca. La ciudad se viste estos días de gala para celebrar un evento que ha ocurrido solo 23 veces en 1.100 años. Desde el pasado domingo y hasta el próximo 25 de agosto, al elevar de noche la vista al cielo, se observará la misma configuración de constelaciones y planetas que Fernando Gallego pintó en el año 1475 en la bóveda de la biblioteca del Patio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca. La última vez que los astros iluminaban la noche con esta misma configuración fue en 1881. Y ya no se repetirá hasta 2060. Por eso, Salamanca ha decidido celebrarlo con un maratón de actividades sobre la obra pictórica y su significado.

Uno, dos, tres... hasta siete telescopios profesionales apuntaban este domingo al cielo salmantino, mientras el sol se despedía en el cerro de San Vicente. Unas 350 personas acudieron a la primera jornada de observación astronómica y esperaban turno para observar el astro a través de un telescopio, mientras avanzaba a estrellarse contra el horizonte. “Saturno, quiero ver Saturno”, grita una niña. Carlos Tejero, profesor del Departamento de Matemáticas de la USAL, prepara una escalerita frente al aparato y se dirige a ella: “Ahora desde aquí lo que se ve es el sol, Saturno lo veremos más tarde”.

Saturno, Júpiter, Mercurio, la Osa Mayor, la estrella Arturo, la constelación del Carro, la de Casiopea... desde las ocho de la tarde el yacimiento está abierto de forma gratuita con material de observación astronómica para poder acercar el cielo lo máximo posible al público. Muchos de los asistentes acuden por la mañana a la visita guiada en la Universidad para ver la pintura, y, al atardecer, se cambia la obra por el firmamento. Mientras los visitantes aguardan para mirar a través de los telescopios, Tejero explica cómo reconocer las constelaciones que van apareciendo en el telón de fondo, que ya torna a negro, cómo orientarse solo a través de las estrellas, encontrar la Osa Mayor y cómo identificar todo aquello que figura representado en los frescos de Fernando Gallego de 1475. El profesor se emociona: “¡Este año se puede!”.

En el marco de actividades del Maratón del Cielo de Salamanca está incluida una Fiesta Astronómica, organizada por las asociaciones Astróbriga, OSAE y Supernova, de Ciudad Rodrigo, Salamanca, y la USAL, respectivamente. Tendrá lugar en el mirador de la Cabezuela, en Sequeros, un encuentro para observar el universo desde uno de los puntos más oscuros de Europa.

Carlos Tejero es el último de una saga de investigadores dedicados al análisis de la bóveda de la antigua biblioteca. Su trabajo comienza con la revisión y comprobación de los estudios realizados para fechar la obra y para comprobar su carácter. La idea inicial es discernir si tiene más fuerza en la pintura el aspecto iconográfico, el simbólico o el científico. Tejero asegura que los frescos son una representación artística del Almagesto de Claudio Ptolomeo, una guía estelar numérica, a través de la que se calculaba la posición de los astros en la bóveda celeste en el siglo XV.

Carlos Tejero señala un detalle de la obra de Fernando Gallego en el Patio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca.
Carlos Tejero señala un detalle de la obra de Fernando Gallego en el Patio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca.Aitor Sol

Él explica el concepto de manera casi poética: “El Almagesto es el cielo contado de palabra. En la obra de Gallego se respetan los tamaños e intensidades anotados en ese documento, lo que apunta hacia una finalidad explicativa”. Respecto al carácter zodiacal de la representación, el matemático defiende que en aquella época la astrología formaba parte de la astronomía. En la obra se representan los planetas personificados, siguiendo los signos zodiacales, pero siempre respetando la guía del Almagesto. “Esto es divulgación. Hay una intención de explicar la realidad científica a través del arte y de los conocimientos del momento”, puntualiza.

En febrero de 2022 se publica un artículo en la revista Investigación y Ciencia: “El significado del Cielo de Salamanca, Astronomía versus Astrología”. Es la culminación de una larga revisión de las investigaciones realizadas sobre la información astronómica que ofrecía la pintura. La aventura comienza con una nota que decía haber resuelto el misterio de la fecha a la que corresponde la obra de Gallego. Al profesor le pica la envidia y días más tarde hace la simulación para comprobar que las conclusiones de la nota no tienen fundamento. La búsqueda comienza con el estudio de un periodo entre 1200 y el 1600 d. C. Se buscan las efemérides de la Universidad de Salamanca y eventos de la ciudad que pudieran hacer de una fecha algo significativo. Las pistas que se siguen apuntan hacia agosto, a finales, pero todo son evidencias circunstanciales, no hay una aseveración posible. La ciencia es generosa y avanza sobre sí misma. Colegas e instituciones aportan datos a la investigación y el software de simulación arroja una fecha aproximada que coincide con los datos: el cielo que pintó Fernando Gallego se vio en el firmamento entre el 15 y el 28 de agosto de 1475.

La aguja en el pajar

La historia podría acabar aquí, salvo por el aura mágica que cubre a veces las investigaciones científicas, normalmente en forma de preguntas. Los datos de la simulación parecen tener sentido, las comprobaciones con los documentos astronómicos históricos también, pero queda una cuestión que responder: ¿Cuándo se volverá a repetir? Esa es la pregunta que lo cambió todo. Los resultados de esta nueva simulación hacia el futuro, en lugar de hacia el pasado, fechaban el regreso del Cielo de Salamanca en agosto de 2022. La duda metódica lleva de viaje estas simulaciones a través del mundo científico para ser comprobadas en diferentes equipos y acabar resolviendo con la misma fecha: en el año 2022, entre el 21 y el 25 de agosto, el firmamento tiene el mismo aspecto que el que pintaba Fernando Gallego hace 545 años. Todo un acontecimiento astronómico para Salamanca.

Una visita guiada en el patio de las Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca para observar la obra de Fernando Gallego, el Cielo de Salamanca.
Una visita guiada en el patio de las Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca para observar la obra de Fernando Gallego, el Cielo de Salamanca. Aitor Sol

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