Eva Soriano: “El salmorejo para mí es religión”

Esta cómica versátil (canta y presenta) se ha comido en los últimos dos años un buen pedazo del mundo de espectáculo español. Eva Soriano (Reus, 32 años) ha colaborado en La Resistencia, de David Broncano, y en Late Motiv, de Andreu Buenafuente. Ha sido una de las desternillantes concursantes de Tu cara me suena (de Antena 3), donde imitó a Shakira, a Céline Dion o a Rosalía. Es una de las presentadoras del programa de radio Cuerpos especiales (de Europa FM), donde viralizó el himno de la covid-19 (“están creando anticuerpos, los anticuerpos”). Y la guinda: ha presentado el programa de entrevistas La hora D, en el prime time de La 1. ¿Su fuerte? La velocidad de sus chistes y de su coco. Y que es más fresca que una lechuga. Puso a bailar twerking a Xavier Sardá. ¡A Sardá, el padre de los late shows!

Llega a la cita con un moño sospechosamente firme para su pelo liso. Hemos quedado en una cafetería moderna madrileña (La Central) a las seis de la tarde, la peor hora posible cuando fuera los termómetros marcan 41 grados. Mientras los goterones caen por las frentes de los comunes, la de la cómica se mantiene seca. Cual mármol. Al terminar, sale pitando a uno de sus lugares preferidos: su gimnasio de crossfit.

Pregunta. ¿Cómo hace para dormir estos días? Es insufrible.

Respuesta. Mi sistema consiste en un sudor constante que ayuda a que, cada vez que cambio de postura, me refrigere. Y duermo como un tiro, aunque muchas veces me quiero pegar el tiro a mí misma.

P. ¿Hace usted mucho crossfit o es una milonga?

R. Practico crossfit cuatro días a la semana. Aumenta tu fuerza y tu resistencia. Acabas sudando como si fueras un energúmeno y luego te sientes tranquila y realizada.

P. La inflación, ¿la siente?

R. Cómo no. Como mucha fruta y verdura, lo que me costaba tres euros ahora me cuesta seis. Flipo.

P. ¿Qué se cocina?

R. Entre semana hago cocina de subsistencia, repito constantemente dos o tres platos. Carne a la plancha, verduras al horno… La menor gochería posible. Durante el fin de semana soy un desastre. Me convierto en otra persona a la que odio y que hace lo que le da la gana.

P. ¿Me puede dar una de sus recetas de cabecera?

R. Como buena hija de manchegos, entre semana me hago un táper grande de pisto manchego. Corto pimiento verde y rojo a cuadraditos, lo sofrío en la sartén, dejando que se poche pero sin que se pringue demasiado de aceite, que si no se va todo a la mierda, y añado tomate triturado, que no frito. Dejo que se deshaga y ¡listo!

P. Otra pregunta íntima: ¿usted es de salmorejo o de gazpacho?

R. El gazpacho es la mejor bebida para pasar un día de resaca, pero me quedo con el salmorejo con su huevo y su jamón picado. Creo que no es tan sano, pero me da igual, me siento healthy [sana] tomándolo. Para mí es religión.

P. ¿Sabe hacerlo?

R. Uy, no. Compro botellas en el Lidl.

P. ¿Dónde se va a esconder estas vacaciones?

R. Me voy 10 días al extranjero y luego a El Palmar con mis amigas.

P. ¿Cómo era de niña?

R. Un trasto, no paraba de hablar, era muy mentirosa, con mucho mundo interior. Desesperaba a mi madre, creaba realidades paralelas. Con la edad me he ido relajando.

P. Entonces, ¿a qué quería dedicarse?

R. Cantaba y sigo cantando muy bien. Lo intenté en todos los concursos de la tele, como Marisol, apoyada por mis padres, en plan, venga, niña, a ver qué haces. Nunca me cogieron. Siempre he sabido que me iba a dedicar a algo relacionado con el espectáculo, la comedia llegó por casualidad y por curiosidad.

P. ¿Cuándo descubrió su vis cómica?

R. Probé una vez y vi que era lo mío. Fue una sorpresa para mí.

P. ¿Alguna vez pasa vergüenza?

R. Ese tema nunca lo he practicado. No me viene de serie.

P. Como cómica, ¿quién es su referente?

R. Lina Morgan. Nadie hacía lo que hacía ella. Ella sola llevaba todo el ritmo cómico.

P. Ha presentado un programa de entrevistas en La 1, La hora D. A Xavier Sardá le enseñó a bailar twerking. ¿Cree que cubrió el expediente?

R. Yo en el momento nunca pienso en nada. Tiro pa’ delante. También entrevisté a Mayra Gómez Kemp, que fue una de las primeras mujeres en ponerse ante la cámara. Sí que me he preguntado alguna vez: “¿En qué momento he pasado de ser cajera en un Mercadona a llegar hasta aquí?”.

P. ¿Qué otros trabajos ha tenido?

R. Cantante de orquesta, vigilante, dependiente de Kiko Milano, la cadena de productos de maquillaje. Soy un documental de MTV: ‘¡Trabajos para sobrevivir!’.

P. ¿Ha podido comprar piso?

R. Estamos en un momento de tal incertidumbre, no sé si el sector del ladrillo es el lugar donde tengo que invertir. Voy a ver cómo se suceden los acontecimientos. Si lo hiciera lo haría en el centro de Madrid, sigo enamorada de este lugar.

P. ¿Cómo ve a su generación?

R. Estamos todos hasta el papo. Llevamos toda la vida de catástrofe en catástrofe. No paramos de comernos crisis. Cada vez que parece que aflora, nos comemos una mierda. A nivel salarial estamos jodidos, no podemos plantearnos alquilar solos, todo es incertidumbre. Somos la generación del ‘¿pero qué demonios está pasando?’.

P. ¿Alguna vez ha tenido problemas de salud mental?

R. Este año empecé a tener pensamientos intrusos sobre mi proyección, sobre la mirada que se tiene sobre mí. Me agobié y fui a la psicóloga para averiguar si estaba entrando en una dinámica tóxica conmigo misma. Puse en orden cosas que tenía en la cabeza.

P. Perdone la obviedad: ¿playa o montaña?

R. Yo soy de todos sitios.