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El Supremo avala el derecho del único miembro vivo de Triana de llamar “usurpadores y estafadores” a los músicos que retomaron la formación

El alto tribunal considera que la libertad de expresión ampara al guitarrista de la mítica banda de rock andaluz, que en 2016 insultó al conjunto que ofreció una serie de conciertos homenajes y se presentó como continuador del grupo

Eva Saiz
Eduardo Rodríguez Rodway
Eduardo Rodríguez Rodway, en una foto publicada en su muro de Facebook.

En los últimos años, el nombre de Triana, el mítico grupo de rock andaluz, se escucha y se lee más en sede judicial y en las sentencias de los tribunales que sobre un escenario o en los carteles anunciadores de sus conciertos. Es el resultado de una travesía de rencores, malentendidos y resentimientos que comenzó a trazarse tras el fallecimiento de su vocalista, Jesús de la Rosa, en 1983 en un accidente de tráfico, y que su guitarrista y único componente vivo de la formación original, Eduardo Rodríguez Rodway, sigue alimentando a través de reivindicaciones frente a los actuales herederos. La última parada de este camino se ha saldado con un fallo del Tribunal Supremo a favor de Rodríguez que ha ratificado que las declaraciones que vertió en 2016 en redes sociales y en algunos programas de radio contra los componentes que retomaron Triana están amparadas por la libertad de expresión.

En 2016, 33 años después de la muerte de De la Rosa, que supuso también la disolución oficial de grupo, Juan Reina González, con la aquiescencia de la viuda y los herederos del batería y tercer integrante de la banda, Juan José Palacios, Tele, —fallecido en 2002 y que antes había registrado Triana a su nombre y que, por tanto, era el titular de los derechos de explotación― anunció una serie de conciertos en homenaje al antiguo vocalista con una nueva formación que se presentaba como continuadora de Triana.

Rodríguez publicó entonces en sus redes sociales un manifiesto cargando duramente contra el nuevo Triana, acusando a sus miembros, según el relato de los hechos probados, de ser “usurpadores, vendedores de falsa Andalucía, maletas de viuda, cantantes de caricato” o “representantes mercachifles, fantoches, estafadores, mercaderes del todo vale o músicos mercenarios”. Conforme se acercaron las fechas de los conciertos en varios municipios de Andalucía, el guitarrista también envió escritos a los Ayuntamientos, hasta el punto de que uno de ellos llegó a suspender el concierto. En un programa de radio también aseguró que Tele “le había dado una puñalada por la espalda”.

Reina y la viuda y los herederos del batería se querellaron contra Rodríguez por entender que había vulnerado su derecho al honor. Y aunque el juzgado de primera instancia de Carmona (Sevilla) sí les dio la razón, la Audiencia de Sevilla primero, y ahora, el Tribunal Supremo, consideran que aunque “es una crítica dura, si tenemos en cuenta el carácter público que supone publicitarse y presentarse al público como legítimos sucesores del mítico grupo de rock andaluz Triana, están obligados a sufrirla, máxime cuando proviene del único miembro supérstite de aquel grupo originario y va dirigida en general a quienes forman parte de este grupo y por el hecho de presentarse como lo hacen.

“Podría haber entendido que me dijera que era un mal músico o que canto fatal, pero me llamó usurpador y estafador y eso es una humillación no solo para mí, sino para mis hijos, mi familia…”, indica Reina a este diario. El vocalista no oculta su decepción por el fallo del Tribunal Supremo y aunque recalca que él “no es Triana”, sino “un músico contratado por los herederos y la viuda de Tele” y que cuando ellos quieran echarlo “habrá otro cantante”, lanza unas duras palabras contra Rodríguez. “A quién él quiere atacar es a la viuda y los herederos de Tele, y yo soy un cabeza de turco, pero para mí él es un payaso, y lo que un payaso me diga no me puede doler, lo que me duele es lo que diga un tribunal”, sostiene.

Este diario ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con Rodríguez para recabar su opinión sobre el fallo que le da la razón.

Jesús de la Rosa, fallecido líder del grupo Triana, en una imagen sin datar.
Jesús de la Rosa, fallecido líder del grupo Triana, en una imagen sin datar. Facebook @trianaoriginal

A vueltas con los derechos de autor

Esta sentencia es un punto y seguido en el cúmulo de desencuentros entre quienes han decidido continuar con la herencia de la banda y su miembro original, que, precisamente por eso, considera que el único con derechos sobre ese legado es él. Y de eso iba otro de los procesos que los ha enfrentado en los últimos años en los tribunales: dirimir si el grupo Triana como tal constituye por sí mismo una obra a amparada por la propiedad intelectual.

Un juez de lo Mercantil de Sevilla dictaminó en octubre de 2021 que no, desestimando la demanda que Rodríguez había interpuesto a Reina y Daniel Martínez, productor y manager de la banda, por entender que una vez fallecidos los integrantes originales de Triana, el único legitimario de su legado era él. En su escrito describía la forma de operar de la formación como una comunidad de bienes en la que cada uno de sus miembros tenía una participación individual del 33,33% sobre todos los derechos y obligaciones que generaban. El guitarrista asumía su parte alícuota como propia e independiente de la de los demás, incluyendo los derechos de autor de carácter moral y patrimonial como coautor y compositor de la obra global e intelectual. Con esta argumentación justificaba que el legado de Triana “conformaba una obra intelectual universal e imperecedera” y reclamaba 180.000 euros a Reina, el actual vocalista, por derechos de autor.

El magistrado consideró que Rodríguez no había “identificado con suficiente precisión y objetividad un objeto que constituya la obra susceptible de protección” y razonaba que cada creación musical es la que “tiene su propia individualidad respecto a su autoría y protección”, mientras que la demanda del guitarrista se refería “de forma general a la obra global e intelectual”. Rodríguez ha recurrido esa sentencia.

Reina tocará esta noche en Jabugo (Huelva) con Triana, y seguirá haciéndolo en los conciertos que la formación tiene ya contratados durante el resto del verano. Mientras, Rodríguez auspicia a través de sus redes sociales Una noche de amor desesperada, una producción de Moon World que se presenta bajo el lema: “El espectáculo jamás visto sobre Triana” y que empezará a girar en 2023.

Sin embargo, de nuevo, es el ruido seco del mazo de un juez es el que marca el ritmo de un legado que debería sonar en un Patio, como el nombre del álbum de Triana que puso los cimientos del rock andaluz y los catapultó a la fama, y no en los tribunales.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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