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El mercado del arte mide sus fuerzas en la Feria de Maastricht

El Tefaf abre su 35ª edición en la ciudad holandesa con fuerte presencia de Estados Unidos y apoyo a la protección del patrimonio cultural de Ucrania

Isabel Ferrer
'El regreso del hijo pródigo' (1924), de Giorgio de Chirico, en la Feria Europea de Bellas Artes en Maastricht.
'El regreso del hijo pródigo' (1924), de Giorgio de Chirico, en la Feria Europea de Bellas Artes en Maastricht.GALERÍA DICKINSON

La influencia de la pandemia en el mercado del arte se verá con el tiempo, pero coleccionistas, expertos de museos y el público regresan con gusto a las citas internacionales del sector, paralizadas durante los dos últimos años. La Feria Europea de Bellas Artes (Tefaf, en sus siglas en inglés) ha abierto este viernes su 35ª edición en la ciudad holandesa de Maastricht y 242 galeristas internacionales se han dejado llevar por la euforia. A Tefaf ha vuelto un amplio contingente de posibles compradores de Estados Unidos. Descartados sus homólogos rusos por la invasión de Ucrania y con el mercado chino restringido todavía por la covid-19, el ansia por recuperar el ritmo es patente en una cita que presenta 7.000 años de historia del arte y se precia de contar con un implacable comité de expertos que aseguran el origen de las más de 20.000 piezas ofrecidas.

La feria de Basilea, que ha precedido a Tefaf, ha señalado el principio de la recuperación de un mercado que se ha mantenido gracias a las subastas en internet durante el parón del coronavirus. Esta vez en Maastricht hay tres focos de atención de diversa índole: un dibujo de Jan Lievens (1607-1674), contemporáneo de Rembrandt, que salió a subasta hace dos años en EE UU por 250 dólares y que ahora se ofrece por 1,4 millones de euros. La restauración del cuadro Álamos cerca de Nuenen (1885), de Vincent van Gogh, con apoyo de la feria, que ha destinado algo más de 25.000 euros a este esfuerzo. Y la ayuda ofrecida a Ucrania para proteger su patrimonio cultural, en peligro desde la invasión rusa.

En el sostén ofrecido a Ucrania, Tefaf se ha unido al Prince Claus Fund, una ONG cultural holandesa que proporciona auxilio en situaciones de crisis. Actúa como una especie de ambulancia cultural para rescatar o prevenir daños mayores a obras amenazadas. A la vez, se invitará a los galeristas reunidos en la feria a que hagan una donación. La Unesco ha alertado de los ataques contra bienes y espacios culturales en Ucrania tras cuatro meses de invasión rusa. Hidde van Seggelen, presidente de Tefaf, asegura que su comité de expertos es la mejor barrera “contra el posible arte saqueado”. En una conversación virtual poco antes de la apertura, recordó que “no solo está prohibido manejar este tipo de obras, sino que serían bloqueadas de inmediato si apareciesen”.

Dibujo de Maarten Harpertszoon Tromp, del artista Jan Lievens.
Dibujo de Maarten Harpertszoon Tromp, del artista Jan Lievens.Imane Rachidi (EFE)

El dibujo de Jan Lievens viene acompañado de una de esas historias que hacen las delicias de especialistas y curiosos. El vendedor es un marchante de arte de Nueva York, Christopher Bishop, que pagó medio millón de dólares por lo que en principio parecía solo una obra más del siglo XVII. Lo descubrió en el catálogo de una casa de subastas del Estado de Massachusetts, en otoño de 2020, y pensó que podía tratarse del original usado por el pintor para un grabado. El retratado es de un héroe naval holandés, Maarten Harpertszoon Tromp, y pujó por él. Otro cliente hizo lo mismo y el precio se desbordó. “El hecho de que esté a la venta en Tefaf demuestra que es el lugar adecuado por su especialización histórica”, explica Van Seggelen.

En el décimo aniversario del fondo destinado en la feria a apoyar la restauración de arte, se recuperará el lienzo de Van Gogh Álamos cerca de Nuenen. Propiedad del museo Boijmans van Beuningen, de Roterdam, se exhibe a la entrada. El Boijmans está cerrado por reformas al menos hasta 2028, según el Ayuntamiento, y esta obra marca la transición del oscurantismo de la época holandesa del artista a la luz que persiguió en Francia. Su restauración se llevará a cabo de cara al público en el Depot, el depósito para 150.000 obras del propio museo, inaugurado en 2021 en la ciudad portuaria.

La feria cuenta en esta edición con cinco galeristas españoles, dos de los cuales han hecho sendas sugerencias. Enrique Gutiérrez de Calderón, de la galería madrileña Caylus, ha abogado “porque haya de una vez una ley de mecenazgo equiparable a la de otros países, que no ha llegado con ninguno de los gobiernos españoles hasta la fecha”. Caylus ofrece un cuadro de Goya, Retrato de Juan López de Robredo (1798-1799). Este era el bordador de cámara de Carlos IV y la obra sale a la venta por 6,5 millones. Por su parte, Artur Ramon, de la galería homónima, en Barcelona, aboga porque haya “comités de selección más estrictos en las ferias españolas para que las piezas que se ofrezcan sean de mejor calidad”. Él presenta Des citrons coupés (Limones cortados), de Miquel Barceló, por 750.000 euros, así como Retrato de Thor Lütken (1892), firmado por el noruego Edvard Munch, por 900.000.

Bustos expuestos en la Feria Europea de Bellas Artes de Maastricht.
Bustos expuestos en la Feria Europea de Bellas Artes de Maastricht. Imane Rachidi (EFE)

Tefaf se ubica en el palacio de exposiciones de Maastricht y conserva dos tradiciones inexcusables: localizar las piezas más caras y superarse con el arreglo floral que decora el vestíbulo de entrada. Esos cuadros son, respectivamente, El regreso del hijo pródigo (1924), del pintor Giorgio de Chirico, que sale a la venta por 12 millones de euros, y una tela de la pintora Artemisia Gentileschi, Autorretrato de la artista como Cleopatra en lecho de muerte, agarrando una víbora (1620). Se oferta por 7,5 millones. Mientras que las flores, colgadas del techo, están en jarrones transparentes cuya silueta se refleja en la pared.

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