Muere Gabriel de la Casa, el torero que llevó las corridas a China
Madrileño de nacimiento, fue un diestro de maneras elegantes y sufrió numerosos percances
El matador de toros Gabriel de la Casa, que en 2004 organizó una corrida de toros en la ciudad china de Shanghai, ha fallecido hoy en un hospital madrileño a los 73 años, tras una larga y compleja enfermedad bacteriana, como han confirmado fuentes familiares. Gabriel de la Casa Pazos, nacido en Madrid el 2 de septiembre de 1948, era hijo del también matador de toros Emiliano de la Casa Morenito de Talavera, que gozó de buen cartel durante la década de los 40 del pasado siglo.
Con su hermano José Luis, que acabó siendo su banderillero, comenzó a torear como becerrista a primeros de los 60 en plazas americanas, hasta el punto de que debutó con picadores en Quito (Ecuador) en 1964, antes incluso de hacerlo en España.
De la Casa tomó la alternativa el 9 de agosto del 1967 en la plaza de Manzanares (Ciudad Real), apadrinado por Manuel Benítez El Cordobés y ante toros de Montalvo, y no la confirmó en Madrid hasta dos años después en la feria de San Isidro, de la mano de Serranito y en presencia de Tinín.
Torero de maneras elegantes y buen conocedor del oficio, sufrió en cambio numerosos y repetidos percances, sin que las secuelas que la poliomielitis dejó en una de sus piernas fuera suficiente condicionante de tantas cornadas y lesiones. Tras unas primeras temporadas con buenos números, su carrera en ruedos europeos comenzó a declinar, por lo que enfocó sus miras hacia la América taurina, en la que basó la mayoría de sus actuaciones hasta la década de los 80, y llegó a sumar allí casi trescientos paseíllos, especialmente en Ecuador y Venezuela.
Una vez retirado de la profesión -su último paseíllo de luces tuvo lugar el 23 de septiembre de 1995 en la localidad conquense de Huete- Gabriel de la Casa se dedicó a la representación de empresas españolas en plazas americanas y a trabajar como apoderado de toreros, labor que ejerció finalmente con el ecuatoriano Guillermo Albán.
En ese campo consiguió uno de sus grandes hitos al organizar en China la primera corrida de la historia, en concreto, en la ciudad de Shanghai.
El evento, para el que se acondicionó un estadio con capacidad para 7.000 espectadores, se celebró el 23 de octubre de 2004, con toros de la divisa mexicana de La Soledad -la epidemia de las vacas locas impidió la exportación de reses españolas-, a los que se enfrentaron los toreros españoles José Ignacio Ramos e Ivan García y su representado Guillermo Albán.
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