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MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Construir a Bach: Hengelbrock ofrece una gran versión de la ‘Misa en si menor’

El director alemán emuló el refinamiento del arquitecto Balthasar Neumann en la interpretación de la obra maestra del compositor en el Auditorio Nacional

CNDM 21-22. BARROCO. BALTHASAR-NEUMANN ENSEMBLE. THOMAS HENGELBROCK
Thomas Hengelbrock dirige la 'Misa en si menor', de Bach, el pasado domingo en el Auditorio Nacional.RAFA_MARTIN

El 9 de abril de 1786, Carl Philipp Emanuel Bach dirigió en Hamburgo la primera interpretación de un fragmento de la Misa en si menor, de su padre Johann Sebastian. Se trataba de un concierto benéfico, donde el hijo más famoso de Bach, que contaba 72 años, mostró algunos de sus principales logros como compositor. Pero en donde, además, dedicó una primera parte a dos composiciones que consideraba obras maestras. De la Misa en si menor, cuyo autógrafo había heredado, seleccionó el Symbolum Nicenum (Credo) que precedió de un preludio orquestal propio y donde añadió varias alteraciones en el manuscrito paterno. Y de El Mesías, de Handel, dirigió el aria de soprano I know that my Redeemer liveth y el famoso Hallelujah.

Con este coro de Handel terminó anoche su concierto el director alemán Thomas Hengelbrock (Wilhelmshaven, 63 años) al frente de la Balthasar-Neumann Chor & Ensemble, en el Auditorio Nacional, centrado en la Misa en si menor. Una propina de Handel seguramente innecesaria, tras dos horas de maravillosa música de Bach. Para muchos este colofón popular fue una forma de festejar la celebración del concierto en medio de la ola de cancelaciones y dificultades de ómicron. Pero también se trataba de un guiño a la compleja historia de la composición y recepción de esta obra colosal, que Bach redactó, entre 1748 y 1749, compilando y adaptando composiciones propias del pasado, y donde invirtió sus últimos esfuerzos creativos sin un objetivo aparente. De hecho, la obra presenta la paradoja de ser la misa católica de un fiel protestante, tal como titula Luis Gago sus notas al programa.

CNDM 21-22. BARROCO. BALTHASAR-NEUMANN ENSEMBLE. THOMAS HENGELBROCK
Thomas Hengelbrock al frente de la Balthasar-Neumann Chor & Ensemble, el pasado domingo en el Auditorio Nacional.RAFA_MARTIN

Debemos al editor suizo Hans Georg Nägeli su primera edición, entre 1833 y 1845, y también su nombre, alusivo a la tonalidad de si menor del primer Kyrie: Die hohe Messe in H-moll. Nägeli anunció su proyecto editorial con un enfático titular, en 1818: “La más grande obra musical de todos los tiempos y todos los pueblos”. Después se sucedieron interpretaciones parciales, hasta 1859, en que finalmente Carl Riedel la estrenó completa en Leipzig. Pero la obra ha seguido evolucionando, desde aquellas masivas sociedades corales decimonónicas a los actuales grupos especializados en música antigua, como el Balthasar-Neumann Chor & Ensemble, que combina una treintena de voces junto a otra treintena de instrumentistas.

Esta obra de Bach ha acompañado al grupo alemán y a su director prácticamente desde sus inicios, a comienzos de los noventa. En 1996, la grabaron para Deutsche Harmonia Mundi, poco antes de escindirse de la Orquesta Barroca de Friburgo y crear su propia formación instrumental. Aquella versión surgió de una representación escénica alegórica de la Misa en si menor, cuya escenografía podemos ver en la portada del disco, y han vuelto periódicamente a ella.

La pandemia arruinó su última gira con esta composición, a finales de 2020, aunque pudo verse por streaming su interpretación en la Elbphilharmonie de Hamburgo completamente vacía. Obviamente, lo escuchado anoche en el ciclo Universo Barroco del CNDM está mucho más cerca de esa versión de Hamburgo que de la 25 años anterior en DHM, pero se percibe en Hengelbrock una constante evolución. Es el digno heredero contemporáneo de su maestro, Nikolaus Harnoncourt, y pocos han combinado con tanto acierto el podio con el intelecto.

Ya en el acorde en si menor que abrió el primer Kyrie quedó claro que íbamos a escuchar una gran versión de la obra. Una interpretación reflexiva, comedida y refinada, construida con paciencia y esmero, de la misma forma que trabajaba el arquitecto coetáneo de Bach, Balthasar Neumann, que da nombre al grupo. Hengelbrock ha incorporado, de una forma asombrosamente efectiva y musical, la famosa y polémica idea de Joshua Rifkin de reducir el coro de Bach a un cantante por parte. Lo comprobamos en el primer Kyrie con esos contrastes concertino-ripieno análogos a los que practica Bach en sus conciertos. El director alemán también exalta la fluida combinación de estilos que plantea la obra. Y tras el primer Kyrie, que es una fuga coral en estilo híbrido, subraya el moderno concertato del Christie para dúo de sopranos con violines, admirablemente cantado por Ágnes Kovács y Stephanie Firnkes, para rematar el stile antico coral del segundo Kyrie.

El contratenor William Shelton (de pie al fondo) durante su intervención solista en 'Agnus Dei' de la 'Misa en si menor',  el pasado domingo en el Auditorio Nacional.
El contratenor William Shelton (de pie al fondo) durante su intervención solista en 'Agnus Dei' de la 'Misa en si menor', el pasado domingo en el Auditorio Nacional.RAFA_MARTIN

Los números del Gloria fluyeron con naturalidad. Hengelbrock apuesta por extraer de sus conjuntos vocales e instrumentales todos los solistas. Y esa decisión se resiente levemente en cuanto a volumen y calidad en la parte vocal, especialmente en el apartado masculino. Si el Laudamus te contó con una brillante intervención de la contralto Anne Bierwirth y del ornamentado solo del violinista Daniel Sepec, en Domine Deus la soprano Bobbie Blommesteijn y la flauta de Michael Scmidt-Casdoftf destacaron por encima del tenor Jan Petryka. Lo mismo podría decirse del contratenor Matthias Lucht, en Qui sedes, frente al excelente oboe d’amore de Valerie Colen, aunque en Quoniam, ni el bajo Joachim Höchbauer, ni el trompista natural Franz Draxinger tuvieron una noche inspirada. Lo más destacado del Gloria fueron los números corales, como la suspensión en el Qui tollis o la implosión contrapuntística del Cum Sancto Spiritu. Curiosamente, durante el Gratias explotó por accidente el parche de piel de uno de los timbales de época, que fueron suplidos in extremis por otros modernos.

En el Credo (Symbolum Nicenum), el director alemán elevó el dramatismo de su parte central, con esa sucesión de tres coros que representan la encarnación, la muerte y la resurrección de Cristo, con una asombrosa transición del Crucifixus al Et resurrexit. No obstante, otro de los momentos gloriosos de la noche fue el Et expecto, donde dilató la distancia estilística entre la austera espera y la intensidad celebrativa. El Sanctus fue otro festival coral, de principio a fin, en donde resultó admirable el Pleni sunt coeli.

Y en el bloque final, con Osanna, Benedictus, Agnus Dei y Dona nobis pacem, aparte de los tutti, se produjo el momento más conmovedor de la noche. Llegó con la interpretación profunda y concentrada del contratenor William Shelton, del Agnus Dei, con un austero acompañamiento de Hengelbrock apoyado en el continuo liderado por el organista Michael Behringer. Una interpretación que el público agradeció al final con una tremenda ovación al cantante. Faltaba tan solo el Dona nobis pacem, como repetición del Gratias del Gloria, aunque Bach copió en su autógrafo cuatro pentagramas más por debajo, como si hubiese querido otra resolución. Uno de tantos misterios de la Misa en si menor.

CNDM 21/22 Universo Barroco. Bach: 'Misa en si menor'. Balthasar-Neumann Chor & Ensemble.

Músicos: Ágnes Kovács y Bobbie Blommesteijn (sopranos), Stephanie Firnkes (mezzosoprano), Anne Bierwirth (contralto), Matthias Lucht y William Shelton (contratenores), Jan Petryka y Jakob Pilgram (tenores), Joachim Höchbauer y Daniel Ochoa (bajos). Balthasar-Neumann Chor & Ensemble. Thomas Hegelbrock (director).

Ubicación: Auditorio Nacional. Calle Príncipe de Vergara, 146, Madrid.

Fecha: 30 de enero.

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