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ARTE

El viudo del coleccionista Gerstenmaier: “Me emociona que las obras ya se vean en Valencia como él quería”

Leoncio Fernández asiste a la presentación del legado del benefactor alemán donado al Museo de Bellas Artes con un nueva atribución de ‘Virgen con niño’ al taller de Rubens

Ferran Bono
Leoncio Fernández, viudo del coleccionista alemán Rudolf Gerstenmaier, este martes, en el Museo de Bellas Artes, junto al cuadro Virgen con niño que pertenece a la colección donada.
Leoncio Fernández, viudo del coleccionista alemán Rudolf Gerstenmaier, este martes, en el Museo de Bellas Artes, junto al cuadro Virgen con niño que pertenece a la colección donada.Mònica Torres

El alemán Hans Rudolf Gerstenmaier, conocido como Rodolfo entre sus amigos y conocidos, y el español Leoncio Fernández Vallejo fueron pareja durante 55 años. Se casaron hace 13. El germano atesoró una importante colección de arte flamenco con los beneficios que obtuvo de la empresa de recambios automovilísticos fundada en Madrid. Falleció el pasado mes de enero. Dejó en el testamento que su apreciada colección de arte flamenco, con 19 óleos y 23 obras gráficas, fuera donada a Valencia, lo que causó cierta sorpresa en el mundo del arte. Tres años atrás había donado al Museo del Prado 11 cuadros de artistas como Joaquín Sorolla o Ignacio Zuloaga.

Este martes, Leoncio, de 81 años, se mostraba satisfecho al caminar entre los cuadros de su marido que ya se pueden ver en el Museo de Bellas Artes de la ciudad en la exposición permanente que homenajea a la pareja de benefactores. “Me emociona que las obras ya se vean en Valencia como él quería. Siento una gran ausencia, la falta de Rodolfo, pero también emoción y me marcho tranquilo”, comentó el viudo.

La decisión de donar la colección a la pinacoteca valenciano se remonta a 2014, cuando expusieron la muestra De Rubens a Van Dyck en el Centro del Carmen de la ciudad y vieron la sala donde dormían los monjes. “Ahí fue donde surgió el enamoramiento con Valencia”, rememoró. Aunque conocieron la ciudad muchos años atrás, cuando abrieron una sucursal de la empresa. “Rodolfo es el que se ocupaba de la colección de arte, que le apasionaba”, apuntó Leoncio a este periódico.

Entre las obras expuestas se encuentra la Virgen de Cumberland o Virgen con niño, un cuadro atribuido inicialmente a Pedro Pablo Rubens. Ahora, en la cartela del lienzo aparece la firma del Taller de Rubens. Este cambio de atribución obedece al informe elaborado por Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte hasta 1700 del Museo del Prado, a instancias de la Junta de Valoración de la consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat.

Exposición de la colección donada al Museo de Bellas Artes de Valencia.
Exposición de la colección donada al Museo de Bellas Artes de Valencia.Mònica Torres

El informe se dio a conocer cuando el patronato del museo, de titularidad estatal y gestión autonómica, aceptó la donación. Vergara considera que es un cuadro inspirado en obras de Rubens, pero con detalles que lo distinguen de la producción autógrafa del maestro. Su valoración se situaría entre los 150.000 y 200.000 euros, cuando tasaciones anteriores la elevaban a más de un millón de euros. Vergara sostiene en su informe que la colección incluye algunas atribuciones incorrectas y obras sobrevaloradas, pero en el conjunto es interesante y contiene algunas piezas notables.

Leoncio no quiso entrar en ninguna polémica y recordó que las atribuciones cambian. “Unos dicen una cosa, otros dicen otra, pero es un cuadro extraordinario”, señaló junto a la obra. El que fuera también jefe de Conservación de Pintura Flamenca del Prado, Matías Díaz Padrón, atribuyó con anterioridad la obra a Rubens, según se incidía en el museo.

El director de la pinacoteca, Pablo González Tornel, subrayó que “el legado Gerstenmaier se imbrica perfectamente en la magnífica colección de pintura barroca del museo y dialoga con otras piezas como el retrato de Francisco de Moncada de Anton van Dyck”. Y destacó que “la altísima calidad de las piezas y su excelente estado de conservación, convierten a la colección de pintura flamenca en una de las joyas del museo”.

La secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, sostuvo que, con la incorporación de la colección de pintura europea del siglo XVII, la pinacoteca “se quita la espinita” que tenía por la falta de este arte barroco y recalcó que todos los valencianos les estarán “siempre en deuda”.

Se trata de un conjunto de obras de la escuela de Amberes, la más pujante de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, que se integran en la primera planta del edificio. La plasmación de la naturaleza, viva o muerta, tiene como centro el monumental bodegón de Jan van Kessel, el mayor de los pintados por el artista. Llaman la atención los espectaculares floreros de Gaspar Pieter Verbrugge, además de la intimidad de Virgen con niño.

Muy cerca de los 16 óleos de la donación (faltan tres para exponer) se muestran piezas de pintores como Massimo Stanzione, José de Ribera, Lucca Giordano, Murillo, Alonso Cano o Velázquez, cuyo autorretrato en una de las joyas de la pinacoteca.

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Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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