Iván Duque: “El arte no se puede ver con un prisma político”
El presidente colombiano, de visita en España, hizo coincidir su viaje con la celebración de la Feria del Libro de Madrid, que tiene a Colombia como país invitado, pero finalmente ha cancelado su paseo por el Retiro
Este viernes, apenas pasadas las 8.30 de la mañana, en Casa de América en Madrid, arrancaba la jornada del presidente de Colombia, Iván Duque. Entrevistado durante cerca de una hora por Gabriela Cañas, presidenta de la agencia de noticias Efe, Duque calificó de “episodio lamentable” la controversia suscitada por la selección de autores para representar a su país en la Feria del Libro de Madrid, que tiene a Colombia como país invitado en esta edición. El presidente —que, según explicó, la víspera selló seis acuerdos vinculantes con España para proteger la inversión, fortalecer la coordinación en justicia y seguridad, y estrechar vínculos culturales y turísticos— puntualizó que el proceso de elección de los escritores dependía de la Cancillería y el Ministerio de Cultura, no de Presidencia. “El proceso se fue madurando desde hace tiempo y se ha tratado de privilegiar a nuevos autores”, adujo, antes de señalar que se ha querido contar con escritores “de la Colombia profunda, con mujeres y con representantes de minorías étnicas”.
El viaje de Duque a la capital española estaba programado para coincidir con la cita literaria en el parque del Retiro, pero nunca ha llegado a ver las casetas. El programa fue cambiando sobre la marcha. Aunque en principio estaba anunciada su visita este viernes por la tarde, finalmente se ha cancelado.
Sobre “la neutralidad” de los escritores a la que aludió en unas declaraciones el embajador colombiano en España, Luis Guillermo Plata, quien rápidamente se retractó, y que levantó ampollas en el mundo literario y provocó la renuncia a viajar de varios autores, Duque insistió en su charla con Cañas en que “el arte no se puede ver con el prisma político”. “El embajador dio una explicación que fue malinterpretada. Ninguna expresión artística es neutra, no se privilegian las posiciones políticas de los artistas, se respetan. Siempre he defendido todas las expresiones”, enfatizó tratando de responder a las críticas.
Unas horas más tarde, en la misma plaza de Cibeles de Madrid, donde se encuentra la Casa de América, la comparsa del carnaval de Barranquilla tomaba el carril de subida de la calle de Alcalá, marcando el ritmo con los tambores y maracas hasta la plaza de la Independencia, desde donde se accede al parque del Retiro. Dentro ya del recinto de la feria del Libro, los músicos y bailarines animaron el pabellón abierto al arranque del paseo con cumbia y mapalé mientras se aguardaba la visita del presidente Duque. Su llegada finalmente nunca se produjo.
La ministra de Cultura de Colombia, Angélica Mayolo, se mostraba satisfecha con las ayudadas acordadas con el Gobierno español para el programa de escuelas-taller de artesanía volcadas en la formación de jóvenes en peligro de exclusión en 13 ciudades. También destacaba la renovación del acuerdo de 2014 entre el Instituto Caro y Cuervo y el Instituto Cervantes. Asimismo, se depositaron siete libros emblemáticos en una caja del Cervantes en Madrid, entre los que estaban Apuntaciones críticas lenguaje bogotano, título de 1877 de Rufino José Cuervo, o el libro del exiliado republicano Pedro Urbano González de la Calle, que ayudó a poner en marcha el Instituto en Colombia.
Tres mujeres vestidas de negro con gafas de sol y mascarilla se pasearon a primera hora de la tarde por el Retiro con frases de protesta y denuncia —”SOS Colombia” o “realismo trágico”— pintadas en brazos y escote, denunciando la actuación policial durante las protestas en Colombia la pasada primavera. El presidente, por la mañana, habló de las medidas que su Gobierno trata de acometer para reformar la policía y evitar abusos. Sobre los disturbios y protestas de abril, quiso distinguir entre “protestas pacíficas y violencia de terrorismo urbano de baja intensidad”.
En las dos casetas de Colombia en la feria madrileña, el librero de Manizales, Tomás David Rubio, seguía despachando libros. “La reventamos”, decía, y comentaba que el público madrileño buscaba a Pilar Quintana o Juan Gabriel Vásquez, pero también a autores con aura mítica como Andrés Caicedo y su ¡Viva la música! o Fernando Molano Vargas, autor de Un beso para Dick. También a los recientemente fallecidos Antonio Caballero y Jaime Jaramillo Escobar. Caído ya casi el sol y apenas 30 minutos antes de que cerrara la feria, volvió el carnaval justo antes de echar el cierre.
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