Los dueños del único retrato de Botticelli en España eligen exhibirlo en Valencia frente a Madrid y Barcelona
El Museo de Bellas Artes acogerá el cuadro renacentista ‘Michele Marullo Tarcaniota’, declarado bien de interés cultural, tras un acuerdo entre la Generalitat y la familia Guardans Cambó: “El país es más plural que el Prado y el MNAC”
Retrato de Michele Marullo Tarcaniota, el único retrato que se conserva en España del maestro del Renacimiento Sandro Botticelli (Florencia, 1445-1510), se exhibirá este verano en el Museo de Bellas Artes de Valencia. La familia Guardans-Cambó, propietaria de la obra, declarada bien de interés cultural (BIC) en 1988, ha firmado un contrato de comodato con la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana para que la obra permanezca tres años en la pinacoteca valenciana, donde será expuesta en la sala central destinada a la pintura antigua: los retablos góticos y el inicio del Renacimiento.
La obra fue prestada en el año 2004 al Museo del Prado, donde permaneció hasta 2017. Dos años después, la familia la cedió a la galería Trinity Fine Art para ponerla a la venta durante la feria Frieze Masters de Londres. Se fijó en 27,3 millones de euros, un precio inferior al valor de la pieza, pero no encontró comprador, fundamentalmente por las limitaciones establecidas por ser un BIC, una figura de protección que exige la permanencia de la obra en España, con algunas excepciones como formar parte de exposiciones internacionales, entre otras. En 2016, el Estado español valoró el cuadro en 60 millones de euros. El pasado mes de enero, Sotheby’s vendió en Nueva York por 76 millones de euros Hombre joven sujetando un medallón, uno de los tres retratos pintados por Botticelli.
El consejero de Cultura valenciano, Vicent Marzà, ha mostrado su agradecimiento a la familia Guardans Cambó y ha asegurado que “esta joya del Quattrocento italiano estará expuesta muy pronto”. Previsiblemente, la obra llegará el día 28 o 29 de junio a Valencia. El comodato contempla la posibilidad de que el retrato participe, por el interés de la familia, en exposiciones internacionales en el periodo de vigencia del acuerdo.
Rafael Guardans-Cambó, en nombre de la familia de los descendientes del político y mecenas, ha expresado que es un “honor” para ellos que el retrato, “con el que tan íntimamente ha convivido la familia durante casi un siglo, recale en el prestigioso Museo de Bellas Artes de Valencia, sin duda uno de los más importantes de España”. En el mismo sentido se ha manifestado Francesc Guardans Cambó. Según el mayor de los 14 nietos del político catalán, el acuerdo demuestra que “España es más plural que Madrid y Barcelona”, en referencia al hecho de que su abuelo ya dio su colección al Prado y al MNAC, situados en las citadas ciudades.
La presencia del cuadro en el museo es por comodato, no por donación. Eso comporta que durante este periodo la familia pueda disponer del cuadro y lo puedan exhibir por periodos de tiempo en otro lugar, incluso fuera de España. Francesc Guardans Cambó reconoce que la intención última de él y de sus hermanos sigue siendo “acabar vendiendo la obra”. “Por eso”, añade, “es mucho mejor que la obra esté a la vista, que la gente la tenga presente, que no esté encerrada en un almacén. Estamos muy contentos de que el cuadro vuelva a estar al alcance del público y en una institución de prestigio, como el Museo de Bellas Artes de Valencia”.
En 1929, el político y empresario exiliado Francesc Cambó (Verges, 1876 - Buenos Aires, 1947) compró el cuadro y desde entonces formó parte de su colección personal. Su hija Helena lo mantuvo siempre en el patrimonio personal de la familia y actualmente los nietos de Cambó son sus propietarios. La única hija del dirigente político y coleccionista fue, hasta su fallecimiento el pasado mes de enero a los 91 años, miembro de los patronatos de los museos del Prado y del MNAC. Es conocida la postura contraria de la mayoría de los hermanos Guardans Cambó hacia el independentismo, que resume Francesc Guardans al otro lado del teléfono: “Como mi abuelo, somos españoles y catalanes”.
En cuanto al hecho de que no hayan optado por depositarlo en las mismas condiciones en el Prado o en el MNAC, donde ya había obras de su abuelo, el mayor de los Guardans asegura que el museo valenciano “ha demostrado un gran interés y están muy ilusionados”, pero no desvela si fue el museo el que se puso en contacto con la familia o al revés. Solo añade: “Esas cosas pasan”.
La pinacoteca valenciana ha sido objeto de especial atención en los dos últimos meses tras ser la elección del coleccionista alemán Hans Rudolf Gerstenmaier, fallecido el pasado 30 de enero en Madrid. En su testamento, legó su apreciada colección de arte flamenco conformada por 41 obras, incluida la valiosa Virgen de Cumberland, de Rubens, al Museo de Bellas Artes de Valencia. Esta ciudad también fue la elegida por CaixaBank para instalar su sede social tras su decisión de abandonar Barcelona a raíz del procés.
La directora general valenciana de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, ha manifestado que “el esfuerzo realizado en los últimos años en mejorar la calidad de la colección del museo está dando sus frutos y reforzando la imagen del centro”. El nuevo director del museo, Pablo González Tornel, le ha dado mayor dinamismo.
El retratado en la pintura de Botticelli que recalará en Valencia es Michele Marullo Tarcaniota (1453-1500), poeta, militar y humanista de origen griego que terminó viviendo en Florencia protegido por la familia Médici y rodeado de artistas y escritores. Se casó con la erudita poetisa Alessandra Scala y el 12 de abril de 1500, cuando regresaba a su casa de un viaje a Volterra, se ahogó cruzando el río Cecina a caballo, bajo una lluvia torrencial. Marullo y Botticelli compartieron época, amistades e inquietudes intelectuales y, en este retrato, el pintor renacentista subraya la autenticidad, el realismo y la identidad de Marullo con el gesto de su semblante, demostrando la capacidad de la pintura para mostrar la psicología de las personas.
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