Un cineasta tras la pista del guerrillero que secuestró a su madre
El colombiano Iván Guarnizo realiza un viaje físico y emocional al corazón de la violencia en su país en el documental ‘Del otro lado’
El 6 de abril de 2004 un comando de las FARC, la guerrilla colombiana, secuestró a Beatriz Echeverry y a su primo Julio Arango, al confundir a la mujer con una millonaria. Durante 603 días estuvieron cautivos. El hijo de Echeverry, el cineasta Iván Guarnizo, tenía entonces unos 26 años, y empezó a grabar la casa vacía de su madre. Cuando ella fue liberada, volvió con un diario meticuloso del confinamiento, permitido por el jefe guerrillero que la vigiló, Güérima, que tenía la misma edad que su hijo. A través de esas páginas, Guarnizo descubrió que Echeverry había establecido una relación maternofilial con su captor (que era además el mayor del grupo: con él había guerrilleros como Sandrita, de 13 años), que enseñó a leer a dos de ellos y otras diversas vicisitudes que quedaron sepultadas en esas páginas, más aún cuando la mujer murió en 2012. Hasta que cuatro años más tarde llegaron los Acuerdos de Paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, y Guarnizo le planteó a su hermano una posibilidad: ¿y si buscaban a Güérima y a la vez rodaban un documental del proceso? El resultado es Del otro lado, presente en la sección a concurso de documentales del festival de Málaga.
Guarnizo rehúye la crónica periodística —no existe una cronología precisa en pantalla, sino que el espectador tiene que cuadrar fechas y momentos— para subrayar el largo viaje emocional, el proceso de reconciliación que ha vivido su familia, y que el debutante en un largometraje como realizador (tiene una larga carrera como montador y director de fotografía) siente hoy, según cuenta en la ciudad andaluza, más importante que nunca por el paro nacional que llevan realizando desde hace semanas sus compatriotas. “No es una película neutral, sino muy política, toma partido por la reconciliación, ahora que mucha gente se escandaliza con este sentimiento”, cuenta Guarnizo. “Por eso es importante que se vea ahora [en Colombia se estrenará en octubre], porque somos más los colombianos que creemos que los acuerdos de paz fueron necesarios. Desde 2016 han cambiado muchas cosas, y hace falta cambiar la narrativa imperante en Colombia de odio, venganza y rabia. Mi película habla desde un lugar pequeño de eso. Yo no he filmado esto para sumarme a ese movimiento, sino por pura necesidad emocional”.
En diversas ocasiones, Guarnizo sintió que la película transcurría por donde él no esperaba, “un lugar de fracaso”. Tras dos años de búsqueda infructuosa del guerrillero, el cineasta se planteó: “¿Y si en realidad hablo de ese fracaso y del otro gran fracaso, el de los acuerdos de paz? Había un panorama muy oscuro, en el que cada vez eran asesinados más exguerrilleros y otros volvían a las filas de las disidencias. Era un desánimo que impulsaba a la transformación del proyecto”. Hasta que el día en que el cineasta le cuenta sus dudas a la coguionista, esa misma tarde, le llega por WhatsApp el número de teléfono de Güérima. “Puse el trípode, coloqué la cámara, preparé el encuadre y le llamé”, recuerda, “mientras los nervios me estallaban: no sabía si yo estaba preparado para esa conversación, si el exguerrillero querría quedar con nosotros, todo estaba en el aire”.
En Del otro lado aparecen grabaciones de su madre, a la que Guarnizo filma de forma pudorosa: cuando testifica lo hace desde la lejanía, siempre deja una estela de inmenso amor por la gente que la rodea. “Durante su cautiverio, grabé cosas como si fuese un diario; cuando la liberaron me centré en ella, y ahí se quedó el material sin tener claro para qué serviría”, explica. También las charlas de Alberto Papeto Guarnizo, hermano de Iván y su acompañante en las pesquisas, con su hijo Martín, al que le cuenta que van a ir a la selva adonde estuvo secuestrada Echeverry y el niño le confiesa sus miedos. El documental se mueve en un no tiempo, “en una nebulosa consciente que reflejaba cómo me he sentido yo mismo esos años”, remacha. “Se mezclan las llamadas frustrantes que tuvimos durante meses, el viaje, y las pistas que desvela el diario de mi mamá”. A través de esas páginas, doña Betica —así la llaman los captores— aclara que fue bien tratada, que supo que se había convertido en abuela, relata el día a día. “No puedo olvidar que fue secuestrada, aunque su situación podía haber sido mucho peor”, subraya. “Todo secuestro es injusto, pero es que por mi madre pidieron un millón de dólares, algo irrisorio. Cuando le dijeron lo que suponía al cambio, 2.000 millones de pesos colombianos, ella les respondió: ‘Yo eso no lo sé escribir en un papel, imagínese si lo voy a tener”.
En ese viaje río arriba hacia la selva, Guarnizo recuerda El corazón de las tinieblas, la novela de Joseph Conrad, “y el cine de Werner Herzog”, que se convierten así en los motores fílmicos de Del otro lado, hasta que llegan a Güérima. “Necesitaba ponerme ante él y entender por qué mi mamá les había perdonado”, insiste. El exguerrillero superó todas sus expectativas, y arrasa en el final, contándoles que sintió que ella había sido durante 20 meses como su madre, que la quiso muchísimo y otras claves sorprendentes para los Guarnizo y los espectadores. Por ejemplo, que ella misma ya había pensado que en esa historia había un documental. “Al final, espero que se entienda que mi madre habita en los corazones de todos los que la conocieron”, explica el cineasta. “Por eso, la primera y la última imagen son de ella”.
La tragedia del volcán Nevado del Ruiz
Cuando Iván Guarnizo decidió centrarse en 'Del otro lado', abandonó un proyecto que ahora ha vuelto a retomar. Su familia procede de Armero, la ciudad donde murieron 20.000 de sus 29.000 habitantes en 1985 tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz, que desencadenó unos aludes de lodo y escombros que arrasaron con la localidad. "Mi hermana mayor, que también era cineasta, y su marido fallecieron allí, porque estaban rodando lo que ocurría. He estado buscando sus grabaciones y reconstruyendo lo que les pasó a la ciudad y a ellos durante esos días", explica. "Acabada 'Del otro lado', he regresado a mi hermana".
Babelia
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