Turismo espacial
Sin salir de la Tierra es posible conocer las estrellas a través de los observatorios
EL PAÍS lanza la colección Los Exploradores del Espacio, una serie de libros dirigidos a niños de entre 8 y 12 años con los que podrán descubrir los secretos del universo.
En los últimos años el cielo nocturno se ha puesto en valor con movimientos que buscan protegerlo de la contaminación lumínica. Esto ha impulsado el astroturismo, una manera de conocer destinos inesperados. Muchos espacios naturales en España facilitan esta actividad por su escasa o nula iluminación artificial, como las islas Cíes, en Pontevedra; el desierto de Monegros, en Zaragoza, o cualquier punto en las sierras peninsulares. El ojo humano es un gran telescopio capaz de ver cientos de estrellas., pero existen numerosas observatorios visitables, dedicados en exclusiva al estudio del cosmos.
1. Observatorio de Canarias, Islas Canarias.
Uno de los observatorios más populares, por su relevancia a nivel internacional, es el de Canarias, con dos sedes: el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, y el del Teide, en Tenerife. Poseen los telescopios e instrumentos de 60 instituciones y siguen numerosas líneas de investigación, desde la energía oscura a las ondas gravitacionales.
2. Parque Nacional de Monfragüe, Cáceres.
En Cáceres se encuentra el Observatorio Astronómico de Monfragüe. Se trata de una construcción con capacidad para 10 personas, pero con telescopios de última generación, incluyendo uno solar que permite observar el astro. El Centro de Visitantes del Cielo de Monfragüe es un buen punto de partida para adentrarse en este territorio con parajes espectaculares.
3. Parc astrònomic Montsec, Lleida.
El observatorio se encuentra a 60 kilómetro al norte de Lleida. Esta ubicación, alejado de grandes núcleos de población, permite una calidad excelente de cielo nocturno. El parque está compuesto por diferentes edificios, pero lo más atractivo es su planetario, con una cúpula móvil de 12 metros de diámetro. En las actividades nocturnas de observación que organizan, guiadas por un experto, se abre para identificar los objetos más relevantes del cielo.
4. Real Instituto y Observatorio de la Armada, Cádiz.
Las líneas neoclásicas de este centro de investigación destacan por su limpieza. Se trata del observatorio más antiguo de España, promovido por el humanista Jorge Juan. Lleva en funcionamiento desde 1753 y a lo largo de los años ha ido ampliando sus campos de investigación. Actualmente se centra en las áreas de geofísica y astronomía. Además, posee una batería de relojes atómicos que ayudan a mantener la hora exacta de los husos horarios. La visita permite admirar su amplia biblioteca, con más de 30.000 volúmenes especializados entre los que se guardan cuatro incunables.
5. Observatori Fabra, Barcelona.
Con Barcelona a sus pies, este observatorio, inaugurado en 1904, se construyó gracias a un legado del marqués Camilo Fabra. Antes de entrar, su arquitectura llama la atención por su elegancia modernista, obra de Josep Domènech i Estapà. Su actividad se centra en la meteorología, sismología y astronomía, estudiando cometas y pequeños planetas. En las visitas guiadas se explican estas tres áreas y el uso de los dos telescopios centenarios con los que trabajan.
6. Observatorio de Calar Alto, Almería.
El Instituto de Astrofísica de Andalucía y el Instituto Max Planck para Astronomía de Heidelberg, de Alemania, comparten la gestión de este observatorio. Se sitúa en la Sierra de los Filabres, a 70 kilómetros de Almería y a más de más de 2.100 metros de altura. Durante la visita diurna se puede conocer su telescopio de 3.5 metros de apertura. Por la noche, se realizan observaciones guiadas a través de telescopios manuales.
7. Real Observatorio de Madrid, Parque del Retiro.
Las ciudades son lugares difíciles para ver las estrellas debido a la contaminación lumínica, pero en Madrid no hace falta huir a la sierra para acercarse al cielo. El Real Observatorio de la capital se ubica en el parque del Retiro. Como el de Cádiz, fue el científico Jorge Juan quien impulsó la construcción de este edificio, inaugurado en 1790. En la institución investigan la formación de estrellas, planetas y galaxias externas y guardan una colección de instrumentos astronómicos de diferentes épocas, como astrolabios, anteojos o brújulas. Una de las piezas más espectaculares es la réplica del telescopio William Herschell, datado de 1804. El original, en su momento considerado uno de los mejores del mundo, fue destruido en 1808 durante la invasión napoleónica.
Guía práctica para observar las estrellas
Cualquier lugar a cielo abierto es bueno para observar las estrellas. Según la contaminación lumínica serán visibles más o menos, pero incluso en las ciudades es posible encontrar algún parque poco iluminado, salir a las afueras o, si se encuentra en la costa, acercarse a la playa. El cielo cambia cada día y los más analógicos pueden ayudarse de un planisferio, un mapa estelar con dos discos giratorios que se acomodan para mostrar las estrellas presentes en cada momento. Claro que, la tecnología ofrece muchas otras opciones más completas y gratuitas:
Light pollution Map. Para empezar una buena observación, mejor buscar el lugar con menos contaminación lumínica que esté más próximo. Esta web permite comprobarlo en todo el planeta. Existe también una app que, además, ofrece otras herramientas, como alertas de eventos astronómicos o información sobre las fases de la Luna.
Google Maps. Esta función del explorador es poco conocida, pero el sistema solar y la Estación Espacial Internacional se pueden visitar desde aquí. Hay que seleccionar la opción vista de satélite y minimizar el zoom hasta ver el globo terráqueo al completo. En este punto y de manera automática, se despliega un menú con los planetas y sus satélites. Acercándose a cada uno de ellos se obtiene más información e imágenes pormenorizadas.
Google Sky para el móvil. Es otra herramienta gratuita que permite la exploración del cielo, de una manera más real. La app utiliza el gps para posicionarse. Solo hay que enfocar al cielo y mostrará qué tenemos delante de los ojos. No es preciso estar en exteriores.
Startlight Explore the Starts. Cumple la misma función que Google Sky, pero con una estética más cuidada, ya que, por ejemplo, dibuja la forma de las constelaciones.
Babelia
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