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Muere el artista de ‘performance’ Ulay, compañero de Marina Abramovic

El alemán, fallecido a los 76 años, trabajó durante más de una década con la famosa 'performer' serbia en obras que exploran los límites del cuerpo y la mente

Marina Abramovic y Ulay durante su 'performance' 'Relation in time'.
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El artista de performance alemán Ulay ha fallecido este lunes en Liubliana, Eslovenia, a consecuencia de un cáncer linfático a la edad de 76 años. Ulay, cuyo nombre real era Frank Uwe Laysiepen, fue conocido sobre todo por su trabajo en común con la artista Marina Abramovic, que llevaron a cabo durante 12 años, entre 1976 y 1988. Con la famosa performer serbia, que también fue su compañera sentimental en aquella época, en la que vivieron juntos en una camioneta, Ulay llevó a cabo numerosas acciones artísticas con el objetivo de anular el sentido del yo para dar forma a una entidad artística única e individual, capaz de trascender los límites de lo público y lo privado.

El último trabajo como pareja tanto artística como sentimental de Ulay y Abramovic, que llevaron a cabo en 1988, consistió en caminar por la Gran Muralla China desde los extremos opuestos para unirse en el centro y desde allí separar sus caminos con una sola palabra: adiós. A través de su cuenta de Instagram, la popular artista ha declarado que “me he enterado con gran tristeza de que mi amigo y excompañero Ulay ha fallecido hoy. Él era un artista y un ser humano excepcional, y le echaremos mucho de menos. Hoy me reconforta saber que su legado vivirá para siempre”. ⠀

El trabajo de Ulay y Abramovic se define por un carácter físico en ocasiones extremo, motivado por la búsqueda de los límites del cuerpo y de la mente. Durante sus años en común, los artistas realizaron numerosas performances, entre ellas la serie Relation Works, 14 piezas en las que exploraban las diferencias entre el aguante físico y emocional de hombres y mujeres. En la serie de proyectos That self la pareja continuó indagando en la interacción de lo masculino y lo femenino a través de un entidad surgida de la fusión de ambos sexos. En una de esas performances, Relation in time, que tuvo lugar en Bolonia, los creadores se ataron del pelo, mirando en direcciones contrarias, durante más de 16 horas, una imagen que hoy ilustra la despedida de Abramovic en las redes sociales.

Ideas como la dualidad, la energía y la identidad recorren el cuerpo de trabajo realizado por Ulay y Abramovic quienes, tras su despedida en China, volvieron a encontrarse en el MoMa en 2010. Aquel año, el museo neoyorquino acogió la exposición de Abramovic La artista está presente, en la que a lo largo de varias semanas la serbia se sentó ocho horas diarias en una silla dentro de una sala del museo para recibir a todo aquel visitante que quisiera ponerse frente a ella durante un minuto para mirarla a los ojos. Uno de esos espectadores fue el propio Ulay, que protagonizó un emocionante reencuentro con la artista sin ni siquiera dirigirle la palabra, 23 años después de su última colaboración.

Ulay, que se formó como fotógrafo, documentó sus performances a través de ese medio, especialmente con Polaroids. En solitario continuó dando forma a proyectos artísticos que ponían en relación las nociones del cuerpo y el espacio. Además, comenzó a interesarse por el agua y su distribución hasta el punto de hacerse llamar así, "agua", como explicó en una entrevista de 2011. En 2016, Abramovic fue condenada por un tribunal de Ámsterdam a pagar 250.000 euros a Ulay por los royalties generados por algunas de sus obras conjuntas.

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