Los premios El Ojo Crítico reconocen el trabajo de Irene Vallejo

“Editoriales, librerías, colegios, institutos. Si la cultura es cultivo, como dice la etimología, quiero agradecer a los jardineros que riegan la tierra donde crece la creatividad”. Con esas palabras recogió Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) el premio de narrativa El Ojo Crítico, galardones organizados por el programa del mismo nombre de Radio Nacional de España. Autora el año pasado de El infinito en un junco, un ensayo sobre la invención del libro y su perpetuación hasta hoy, Vallejo agradeció que el jurado tuviera “la osadía de dar el premio a un ensayo, y reivindicar así la narrativa más allá de la ficción”. El infinito en un junco, una narración basada en una investigación minuciosa que nos lleva al inicio de las civilizaciones griega y romana, fue definido por el jurado como “una defensa del mundo clásico ”.

Los premios El Ojo Crítico, que reconocen y promocionan el trabajo de los jóvenes talentos (artistas menores de 40 años), que han destacado en el último año, celebraron este miércoles su 30º edición en el auditorio del Museo Reina Sofía, en Madrid. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, entregó el premio Especial al saxofonista y precursor del jazz en España Pedro Iturralde (Navarra, 1929), a quien agradeció “una existencia dedicada a hacernos sentir la música y abrir nuevos caminos para la música en España en los años sesenta”. Creador de la primera cátedra de saxo en el Conservatorio de Madrid, el jurado se refirió a Iturralde como maestro de maestros y referencia para varias generaciones de músicos.

Sobre el escenario del Reina Sofía estaban los demás ganadores: la soprano Ruth Iniesta, premio de música clásica; la compañía Teatro en Vilo en teatro; David Bestué en artes plásticas. El Ojo Crítico de cine fue para el actor Enric Auquer (ganador del Goya a mejor actor revelación por Quien a hierro mata), el de poesía para la joven Rosa Berbel (a quien entregó el premio el poeta Antonio Gamoneda) y el de música moderna para Soleá Morente (que recordó cómo, en 2009, acompañó a su padre, el cantaor Enrique Morente, a recoger su premio Especial). Por último, Para Jesús Carmona fue el premio El Ojo Crítico de Danza.

“Soy de la época de la radio”, recordó, bastón en mano, Pedro Iturralde. “Perdonen que no salte, pero no estoy para saltar”, se excusó. Tampoco le hizo falta para poner a todo el auditorio en pie.