_
_
_
_
Crítica | Aves de presa
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Supervillana de purpurina

Se trata de hacer taquilla con un feminismo de camiseta que por fortuna aparca los eslóganes más trillados para burlarse también un poco de sí mismo

Margot Robbie, en 'Aves de presa'. En vídeo, un avance de la película.
Elsa Fernández-Santos

Después de la fallida Escuadrón suicida, la nueva película basada en los personajes del sello DC se centra en Harley Quinn, novia de Joker y supervillana de Gotham. Aves de presa arranca precisamente cuando Quinn y el psicópata payaso han roto su relación, y ella, despechada, pero a la vez liberada de una relación tóxica, se reencuentra consigo misma y, de paso, con un grupo de mujeres y una niña con casi peor suerte que la suya.

AVES DE PRESA

Dirección: Cathy Yan.

Intérpretes: Margot Robbie, Mary Elizabeth Winstead, Ewan McGregor, Jurnee Smollett-Bell, Rosie Pérez.

Género: aventuras. Estados Unidos, 2020.

Duración: 109 minutos.

Aves de presa se suma a la ya larga lista de películas de superhéroes que, entre el videojuego, el videoclip y la histeria narrativa, han copado las salas de cine en los últimos tiempos. En este caso se trata de hacer taquilla con un feminismo de camiseta que por fortuna aparca los eslóganes más trillados para cambiarlos por toneladas de purpurina y así burlarse también un poco de sí mismo. El peso de la película recae en una Margot Robbie que se divierte con un personaje que de alguna forma entronca con el personaje que la hizo famosa, la polémica patinadora Tonya Harding de Yo, Tonya. Ambas son descaradas white trash alimentadas con comida basura. Pero Harley Quinn no solo lleva un maquillaje y un vestuario genial sino que está llena de referencias de estética retro (de Marilyn a Piolín o a Barry White) y de guiños a la bulimia en un mal día de resaca. En Aves de presa (subtitulada y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn), Robbie se libera del lado más oscuro del personaje para hacerlo renacer junto a su nueva pandilla de chicas: una niña carterista, la cantante Canario Negro, la vengadora Cazadora y, sobre todo, la policía Renée Montoya, en la piel de una Rosie Pérez capaz de sacar lustre a todo esto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_