Un piquete de huelguistas impide la apertura del Louvre
El museo se ha comprometido a reembolsar la entrada a la exposición de Leonardo da Vinci pero no puede garantizar otra fecha de visita
La larga huelga contra la reforma del sistema de pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, que dura ya 44 días, ha provocado, en ocasiones, el cierre de lugares turísticos como la Torre Eiffel. Algunos museos de París también han optado en determinados momentos por cerrar ciertas salas o representaciones, incluido el Louvre. Pero jamás desde que comenzaron las protestas, el 5 de diciembre, hasta ahora, el museo más visitado del mundo se había visto obligado a permanecer completamente cerrado, como lo hizo este viernes. El motivo: un piquete situado en la entrada, la icónica pirámide de vidrio de I.M. Pei, que impidió la entrada a miles de visitantes, incluidos aquellos llegados desde otros puntos de Francia o del extranjero para ver la exposición de Leonardo Da Vinci, para la que habían reservado una entrada desde hace meses.
“Es en el corazón mismo de la Pirámide del Louvre, allí donde el presidente de la República Emmanuel Macron decidió consagrar su investidura, que se alza contra él un frente de oposición sindical fuerte contra sus orientaciones desastrosas en materia de pensiones”, dijeron en un comunicado las organizaciones sindicales que convocaron a esta peculiar protesta bajo el lema “toda la cultura a la calle”.
Los huelguistas, que desplegaron una pancarta negra con el lema “Museo del Louvre en huelga” que bloqueaba la entrada al museo, lanzaron durante toda la jornada proclamas hacia los sorprendidos visitantes, que vieron cómo sus planes de pasar el día en el museo más popular del mundo —que en 2019 recibió 9,6 millones de visitas— se frustraban. Una situación que creó no pocos momentos de tensión, sobre todo entre aquellos que habían llegado desde otros puntos de Francia o incluso el extranjero —el año pasado, el 75% de las visitas fueron de extranjeros procedentes sobre todo de Estados Unidos, China, España, Alemania, Italia y Reino Unido, según la institución— para ver la muy solicitada exposición de Da Vinci, cuyas entradas, que solo se pueden adquirir previa reserva, están agotadas desde hace tiempo.
“Mucha gente viene de todas partes para esta exposición. Me encanta Francia, pero hoy la detesto. No entiendo por qué la policía no hace su trabajo”, dijo Mila, una española que no pudo entrar a la exposición, a la Agencia France Presse. En las mismas estaba Marie, que también hizo grandes esfuerzos para viajar desde Caen hasta París para ver la muestra de Da Vinci. “Hemos venido en tren, lo reservamos todo en octubre, pero nuestro tren fue suprimido (por la huelga), así que compramos otro billete porque era más fácil que hacer el cambio. Esta noche tenemos que pagar el hotel. Y todo eso para ver a Leonardo, que al final no vamos a ver”, lamentaba.
El Louvre, que los viernes cierra a las 22.00 horas de forma excepcional, ha dicho que si se despejaba la entrada estaba dispuesto a abrir el tiempo que fuera posible, pero pasadas las 18.00 horas el piquete aún no se había dispersado. Una portavoz de prensa dijo a este diario que se reembolsará a los afectados el importe de la entrada y explicó que están intentando ver opciones para ofrecer otras fechas para la visita a la exposición de Da Vinci, pero que por el momento no se ha podido porque la exposición está completa hasta su cierre, el 24 de febrero.
Pese a los problemas que han provocado a los visitantes, los huelguistas justifican su protesta alegando la “degradación día a día” de las condiciones de los agentes del museo, especialmente la “pérdida de efectivos, la precariedad y la retirada del Estado”. Motivos, afirman en su comunicado, que les hace imposible aceptar la propuesta de reforma de las pensiones a un sistema universal por puntos del Gobierno, y que, afirman, “solo busca bajar las pensiones de todos”.
Babelia
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