Carme Portaceli quiere llevar las obras del TNC en catalán al resto de España y a Latinoamérica
La primera directora del Teatre Nacional de Catalunya deplora que en su nombramiento el hecho de ser mujer haya sido más noticia que su currículo
La nueva directora artística del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), de Barcelona, Carme Portaceli, elegida por concurso público y que tomará posesión de su cargo el próximo julio para un período de 6 años, ha hecho público hoy su proyecto y ha adelantado algunas de sus líneas de actuación. Portaceli (Valencia, 65 años), que ha subrayado que el TNC está abierto a todo el mundo y que “la hospitalidad ha de ser nuestra línea de conducta”, considera importante que el centro lleve sus producciones en catalán, subtituladas en castellano, al resto del Estado español y también a Latinoamérica. La directora opina que “ha habido una involución en este tema” y apostará por “llevar fuera el buen teatro que hacemos”.
En el TNC de la nueva etapa, que “democratizará” su sala principal (la Sala Gran) para que puedan utilizarla más directores, habrá debates, como uno que se prepara sobre democracia, intercambio de dramaturgos con otros países, un programa de 365 mujeres al año, o una gran fiesta de creación abierta que ocupará todos los espacios del teatro. Portaceli quiere potenciar en el TNC una de sus obsesiones personales que es llevar a escena adaptaciones de novelas, ensayos, textos de filosofía o poemas. Y también la autoría catalana, en la consideración de que se vive en Cataluña el equivalente a “un Siglo de Oro español”. Las programaciones teatrales estarán bajo una temática genérica que las vertebrará.
Portaceli ha explicado su proyecto en una rueda de prensa virtual desde la platea del TNC y acompañada de la consejera de Cultura, Àngels Ponsa, con la cual ha mostrado gran sintonía más allá de ir vestidas las dos de negro y elogiarse mutuamente (”Una gran consellera). “Hemos dudado si era el momento para presentar líneas, pero finalmente nos ha parecido que es una forma de demostrar que creemos en el futuro y una manera de dar esperanza y confianza en la cultura, con la que está cayendo”, ha señalado la directora, que ha citado a Lorca: “Vale tanto un trozo de pan como un libro”.
Portaceli ha reflexionado que el TNC como espacio público de artes escénicas ha de hablar de temas fundamentales, de “nuestros anhelos, miedos, alegrías y esperanzas”, y mucho más en estos tiempos contritos y de precarización de la profesión; “ha de crear ilusión, confianza y esperanza”. Ha dicho que hay que extraer de esta crisis que somos vulnerables, que hemos de aceptar “la incertidumbre que es la vida misma” y el concepto de qué es lo esencial. “Ahora sabemos que esencial es la salud y la cultura también, porque engrandece el alma”. Portaceli ha citado una frase de José Monleón, director y autor de teatro y uno de los grandes referentes del teatro independiente, para definir su ideario: “Ser contemporáneo es estar con la gente”. Y ha subrayado que “un teatro público ha de ser para todo el mundo” y que el TNC quiere ser “lugar de encuentro”.
Entre los objetivos que se ha propuesto estar llegar a un público más amplio, y dar facilidades para que vayan al TNC “los que no se lo han podido permitir, los que aún no se han sentido atraídos y los que pensaban que el TNC no hablaba para ellos”. Apuesta, ha dicho, por “una programación de calidad con lo mejor de nuestro país”, paritaria “por supuesto”, diversa, “porque diversa es nuestra sociedad”, y sostenible, dado que “el TNC lo pagan los contribuyentes y no se puede malgastar”. Potenciar la creación de obra nueva, abrir el TNC a nuevos lenguajes escénicos, cuidar del patrimonio histórico teatral catalán, “llevando con respeto las obras al siglo XXI”, son otras de las líneas, como lo son inserir el TNC en debates internacionales, liderar algunos proyectos europeos, y mirarse “de tú a tú” con otros teatros importantes del extranjero.
El TNC de Portaceli quiere acoger artistas y lenguajes que no habían tenido presencia antes, pretende llegar a un público más joven y apuesta por las compañías residentes como forma de que todo el mundo pueda disponer del paraguas del teatro público. Portaceli aspira a romper “la barrera entre alta y baja cultura”, dando entrada a manifestaciones populares como el hip hop. Cree que el TNC está en un momento de consolidación y expansión y ha elogiado la labor de todos los directores que la han precedido, desde Flotats a Albertí. “Chupamos todo lo mejor de las etapas anteriores”, ha dicho.
La directora ha situado la acción del TNC, “que ha de ser puerta al mundo, de entrada y de salida”, en varios ámbitos. Uno es la ciudad de Barcelona, dado que el teatro está en la plaza de las Glòries, un punto urbano neurálgico. Otro “el territorio de la lengua catalana”, remarcando, ha dicho, la N de nacional del TNC, y con la idea de que algún estreno del centro pueda hacerse en “algún teatro amigo”. En este ámbito ha incluido “el país valenciano, las Baleares y la Catalunya Nord, con la que hay una germanor”. Otro ámbito distinto de proyección del TNC es el de “otras lenguas”, que incluye el resto del Estado español. Aquí el proyecto es que “se llevará obra nuestra en catalán subtitulada” a, por ejemplo, el Festival de Otoño de Madrid. Otro ámbito más es el europeo, donde el TNC abanderará el proyecto que dirige desde hace tiempo Portaceli al frente de siete teatros del continente. Y otro es Latinoamérica, con la que se establecerá una conexión permanente a través de distintos festivales y teatros de Chile, Argentina y Uruguay y adonde también se llevará las producciones del TNC en catalán con subtítulos. Así mismo se potenciará una red teatral del Mediterráneo.
Portaceli se ha declarado completamente fiel al contrato programa del TNC, un teatro que depende solo del Gobierno de la Generalitat: “Tenemos una misión que acepto de buen grado, la clave es que el TNC está obligado a hacer crecer las artes escénicas con una programación de excelencia en la que la parte artística esté por encima de lo comercial”. El TNC quiere aprovechar “lo aprendido” con la pandemia en el terreno virtual, aunque Portaceli considera que nunca se sustituirá el directo. Finalmente, deplora que, en su opinión, haya sido más noticia su género que su currículo en su llegada al TNC. “Desgraciadamente sigue siendo noticia que una mujer asuma un cargo”.
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