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Golpe policial al clan sospechoso del robo de las joyas del palacio de Dresde

Una espectacular operación en Berlín con más de mil agentes logra detener a los presuntos ladrones vinculados con el desfalco de la Bóveda Verde

La policía traslada a un detenido al tribunal provincial de Dresde, tras las redadas relacionadas con el robo de las joyas de la Bóveda Verde el año pasado.
La policía traslada a un detenido al tribunal provincial de Dresde, tras las redadas relacionadas con el robo de las joyas de la Bóveda Verde el año pasado.ROBERT MICHAEL (AFP)

Ladrones de valiosas joyas antiguas a la fuga, redadas con más de mil policías desplegados y los cabos de una investigación que, un año después, pueden quedar atados. Poco antes de amanecer, a las seis de la mañana de ayer, fuerzas especiales de la policía alemana registraban viviendas, garajes y coches en el sur de Berlín. Buscaban a los sospechosos del espectacular robo de diamantes cometido hace casi un año en el palacio real de Dresde. Los ladrones entraron aquella madrugada en el museo de la Bóveda Verde, donde se exhibe la célebre colección de joyas de la monarquía sajona, y se llevaron un valiosísimo botín de diamantes y zafiros del siglo XVIII.

En total, 1.638 policías de hasta ocho Estados alemanes participaron desde las tres de la mañana de ayer en 18 redadas, según detalló la Fiscalía de Dresde en una nota. Mediante el aparatoso despliegue policial, los agentes buscaban las joyas robadas, pero también posibles pruebas como memorias USB, herramientas o ropa que puedan servir para incriminar a los asaltantes. Tres sospechosos, los tres veinteañeros, fueron detenidos en un primer momento y trasladados a Dresde para comparecer ante el juez. Están acusados de robo a gran escala e incendio deliberado. Otros dos se hallan en busca y captura. La policía publicó las fotografías de los fugitivos, dos gemelos pertenecientes a uno de los poderosos clanes delictivos que operan en la capital germana.

Pese a su edad, los detenidos son viejos conocidos de la justicia. Se les relaciona con otro robo increíble, el del Bode, en la isla de los museos de Berlín. El modus operandi de aquel atraco fue muy similar al de Dresde. En el verano de 2019, unos desconocidos se colaron por una ventana del popular museo de escultura y robaron una mastodóntica moneda de oro de 100 kilos, valorada en 3,75 millones, que se llevaron en un carrito.

El diario sensacionalista Bild aseguró ayer que uno de los detenidos es Wissam Remmo y los otros dos son miembros de su clan familiar. Todos son alemanes. Remmo se sentó el año pasado en el tribunal provincial de Berlín por el caso de la moneda de oro. Remmo y dos miembros más del clan berlinés están a la espera de que sea firme la sentencia que les condenó a cuatro años y medio de prisión.

El barrio de Neukölln, al sur de Berlín, se convirtió en el epicentro de la operación, que también se desplegó en los de Kreuzberg y Charlottenburg, en el suroeste de la capital alemana. Las autoridades alertaron de posibles cortes de tráfico durante todo el día.

Las imágenes de la cámara del palacio de Dresde han resultado claves para la investigación, según detalló la Fiscalía a la prensa alemana. “Hemos sido capaces de identificar al acusado con relativa certeza”, aseguró el fiscal de Sajonia, Jürgen Schmidt. Los investigadores han podido además identificar el automóvil en el que los ladrones se dieron a la fuga y que acabó quemado en un garaje. Y han logrado dar con rastros de ADN de los sospechosos. Desde Dresde viajaron en un taxi falso hasta Berlín. Semanas antes, la policía había localizado a la persona que les vendió tarjetas prepago a los sospechosos que sirvieron para organizar el golpe.

Pero de las joyas, de momento, no hay ni rastro, igual que no se ha localizado la gigantesca moneda de oro. Cunde la preocupación entre los expertos de que las piezas, de valor incalculable, hayan podido ser troceadas para su venta. “Nuestro objetivo es encontrar las joyas”, recordó un portavoz de la policía de Dresde, quien, sin embargo, rebajó las expectativas: “Hay que tener mucha suerte para encontrarlas un año después del crimen. Pero la esperanza es lo último que se pierde”.

El 25 de noviembre de 2019, se produjo uno de los robos más espectaculares cometidos en décadas. A las 04.59, la policía de Dresde recibía una alerta. Minutos después, cuando llegaron los agentes, ya era demasiado tarde. Las cámaras del palacio real habían grabado a dos ladrones que habían conseguido entrar en el edificio y romper con un hacha las vitrinas en la que se guardaba el tesoro. Los asaltantes lograron huir con varios impresionantes juegos de joyas, con diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros.

Uno de los objetos robados en Dresde.
Uno de los objetos robados en Dresde.JUERGEN KARPINSKI/STAATLICHE KUN (EFE)

La gigantesca moneda de oro

La cámara del tesoro del palacio real de Dresde alberga una de las colecciones de piezas de orfebrería, estatuas, piedras preciosas y otros objetos antiguos más importantes del mundo, de la época de Augusto II el Fuerte, príncipe de Sajonia y rey de Polonia (1670-1733). Una de las piezas más valiosas de la Bóveda Verde se salvó gracias a que se encontraba en el Metropolitan Museum de Nueva York. Es el conocido como Diamante Verde, de 41 quilates, que estaba en préstamo en la exposición Making Marvels: Science and Splendor at the Courts of Europe.

Antes, el 27 de marzo de 2017, se había cometido otro robo espectacular a las tres de la mañana en la Isla de los Museos de Berlín. Tres encapuchados vestidos de negro se colaron por una ventana rota y rompieron con un hacha la vitrina donde se encontraba la Gran Hoja de Arce, la segunda mayor moneda de oro del mundo.

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