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Sidonie: “Hemos llegado a una edad en la que no vamos a ocultar nada”

El trío lanza su disco más ambicioso, ‘El regreso de Abba’, con 23 temas, y explican cómo han sobrevivido a 23 años de relación

Sara Navas
Sidonie en septiembre de 2017, en los Premios 40 Principales, en Madrid.
Sidonie en septiembre de 2017, en los Premios 40 Principales, en Madrid.Samuel de Roman (getty)

Sobre el escenario Sidonie son tres estrellas del rock sin miedo al exhibicionismo. Es fácil que cualquier aficionado que les siga desde hace tiempo les haya visto desnudos sin ningún tipo de pudor en más de un concierto. “El rock es muy carnal, es sudor, es sexo”, reconoce su cantante, Marc Ros. “Ahora nos han quitado esa parte tan importante. Ojalá podamos volver a las salas cuanto antes y que las personas vean cómo se me hincha esta vena [se señala el cuello] cuando canto”, añade.

Fuera de los focos no hay mucha diferencia. Marc Ros (guitarra y voz), Axel Pi (batería) y Jesús Senra Jes (bajo) son tres cuarentones que siguen siendo “sexies y fuertes”. Es Ros quien elige estos adjetivos, y no le falta razón. El trío derrocha actitud. La entrevista tiene lugar a las dos de la tarde de un miércoles. Visten pantalones pitillo ultra ajustados, camisas entalladas, unas aún dignas melenas rebeldes y varios anillos y cinturones pintones. “Jode envejecer, obviamente. Pero solo soy consciente de que ya tengo una edad cuando salgo del coche, por los gestos que hago y lo que digo”, señala el cantante.

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Los catalanes llevan juntos 23 años -seis años y ocho meses más de la duración media de los matrimonios en España, que está en 16,4 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística- y les ha resultado más fácil mantener esta relación que una convencional. “Creo que hemos aguantado tanto tiempo precisamente porque somos tres y no dos. Igual me he equivocado toda mi vida buscando una persona. A lo mejor tengo que buscar dos”, comenta Ros, que justo antes del confinamiento lo dejó con su pareja. Axel Pi es el único padre del grupo. Hace tres años nació su hija Gala y, desde entonces, reconocen, “todo ha sido más bonito, mejor y más sano entre nosotros”. Cuando se les pregunta cómo han hecho para no tirarse los trastos a la cabeza después de tanto tiempo, Ros tiene la respuesta: “La clave es reírnos de nosotros mismos, porque damos pena”.

El trío explica que siempre ha jugado con cierta ambigüedad y que tras esa actitud chulesca y divertida que manejan, patente en esta entrevista, se encuentran tres tíos muy acomplejados. “Para subirse a un escenario hace falta mucho valor. De verdad, cuesta mucho estar ahí. Por eso al principio necesitábamos creérnoslo mucho, aunque hoy seguimos pensando que somos muy buenos”, se sincera el cantante. Y añade: “Eso sí, con lo atrevidos que éramos cuando empezamos no decíamos ni la mitad de verdades que decimos ahora. Hemos llegado a una edad en la que no vamos a ocultar nada, ni cantando en inglés ni usando metáforas”.

Pulla a Los Planetas

Marc y Axel tienen 46 años, Jes 48. En 2016, con la publicación de su disco El peor grupo del mundo, ya quedó claro que no tenían miedo a dejar grabado para la posteridad lo que pensaban sobre la escena musical nacional. En su tema Carreteras infinitas, por ejemplo, lanzaron una pulla con mucho ritmo a Jota, líder de Los Planetas, y al festival Primavera Sound (“Otro año más, Jota cantando en el Primavera Sound / Prefiero a Egon en la calle Arenal”). Y no, aseguran que Jota no se molestó. Al contrario, el granadino está encantado con la canción.

Pero esta no ha sido la única vez que se han quedado a gusto sincerándose. Sidonie nunca han ocultado que les frustraba que Rockdelux -revista musical que se vio obligada a echar el cierre el pasado mes de mayo- ignorara de forma sistemática su buen hacer como músicos. “Al principio sí que nos hacían caso. Con el primer disco salíamos en la revista y también actuábamos en el Primavera Sound. Luego dejamos el underground al firmar con una multinacional y prefirieron no hablar más de nosotros. Actuaban como si no existiéramos y era duro porque ha sido un medio que nos influyó enormemente. Gracias a Rockdelux descubrimos mucha música”, explica Ros.

El regreso de Abba funciona como banda sonora de la novela de Marc Ros, también llamada El regreso de Abba. Las canciones complementan los capítulos de esta historia ambientada en Cadaqués y protagonizada por Abba, Hugo y Domènech. Escribir a la vez el que ha sido su primer libro y las 23 canciones no ha sido tarea fácil. “No creo que vaya a llegar a los 70. Lo digo sin preocuparme, es una cosa que ya comentaba antes de escribir la novela. Axel tiene a Gala y se merece el mejor de los mundos, que es un mundo sin mí”, bromea el vocalista.

En Mi vida es la música, tercer tema del nuevo álbum, Ros reconoce que tiene tendencia a la ansiedad y la hipocondría, además de que ha gastado mucho en terapias alternativas. “¿Eres de los que cuando espera los resultados de una prueba médica piensa que va a morir mañana?”, le preguntamos. “Totalmente”, responde. Ros ha probado de todo para intentar bajar su ansiedad. “Me han hecho la carta astral y una chaman me cantó. Ahí lo difícil era no reírse porque desafinaba mucho. También he usado la meditación y el yoga, que me han venido muy bien para escribir la novela. Pero al final lo que más me funciona es juntarme con Axel y Jes, porque ver a gente que está igual o peor que tú da consuelo”, explica partiéndose de risa.

En esta canción también confiesa que sufrió acoso escolar. Tenía once años cuando comenzaron los abusos y tardó dos años en reunir el valor para contárselo a sus padres. “No fueron abusos físicos, pero se reían de mí”, señala. Hablar de ello públicamente era una cuenta pendiente y se animó a dar el paso después de tener una conversación con su amigo, el intérprete Asier Etxeandia. El actor también sufrió acoso de pequeño y lo ha hecho público con la intención de concienciar a la sociedad.

“Asier me dijo una frase impresionante: que la gente que ha cometido abusos mentales o psicológicos luego escucha discos o ve películas que han creado esas personas de las que abusó. Hablar con él me hizo sentir mejor y sus declaraciones públicas me ayudaron porque pensé: ‘Qué valiente, tío’. Ahora tenía claro que yo quería contarlo en forma de canción”. Y, como dice en el tema, ya no guarda ningún rencor: “En la escuela sufría acoso escolar / si fuiste tú, amigo, no te voy a culpar. / En esta fea historia todos acabamos mal”.



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Sobre la firma

Sara Navas
Redactora de ICON desde 2016, año en que llegó a EL PAÍS. Es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y ha escrito el libro ‘La monarquía al desnudo. Del rey que nació en un retrete al soberano playboy’.

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