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“Vendimos más libros de la Nobel en un cuarto de hora que en 14 años”

La inesperada concesión del premio a Louise Glück vació las librerías de sus poemarios. Pre-Textos, editora de siete de ellos que pasaron inadvertidos, corre ahora para reimprimirlos

Ferran Bono
Silvia Pratdesaba, Manuel Ramírez (sentado) y Manuel Borrás (de pie), los editores de Pre-Textos, la única editorial en castellano que ha publicado la obra de Louise Glück.
Silvia Pratdesaba, Manuel Ramírez (sentado) y Manuel Borrás (de pie), los editores de Pre-Textos, la única editorial en castellano que ha publicado la obra de Louise Glück.Mònica Torres (EL PAÍS)

No es fácil leer hoy en castellano a la nueva premio Nobel, Louise Glück. Y la razón no es la inexistencia de libros traducidos al español de esta poeta estadounidense de 77 años, como sucede en el caso del francés, sino a la falta de ejemplares en las librerías. Los pocos que había se agotaron, aunque Pre-Textos, el pequeño e independiente sello que apostó por ella, asegura que volverán a las estanterías muy pronto tras acelerar el proceso de reposición y reimpresión.

Hace 14 años, la editorial publicó su obra más icónica, El iris salvaje, y a pesar de que pasó con mucha más pena que gloria comercial, no desistió y tradujo desde entonces otros seis títulos más de los 11 poemarios publicados en inglés por esta singular escritora. Unos pocos centenares de ejemplares se vendieron y otros se almacenaron. No llegaron a amortizar ni los gastos de impresión. Una autora de culto más caída en el olvido y la indiferencia. Sin embargo, su suerte cambió cuando se anunció la pasada semana el nuevo e inesperado Nobel de Literatura.

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“Vendimos más libros de la Nobel en un cuarto de hora que en 14 años”, explica Manuel Borrás, en la oficina de Pre-Textos en Valencia. “Una editorial literaria tiene que apostar por hacer este tipo de autores”, señala antes de elogiar “la austeridad, sencillez y claridad” de la poesía de la escritora. “Habla de cosas pequeñas de manera magistral y las hace trascendentes, que es compartir tu propia experiencia y que el otro se pueda sentir reflejado”, añade.

La apuesta de la editorial surgió de un viaje a Nueva York a principios de este siglo. Un amigo le regaló El iris salvaje, premio Pulitzer, y cuando acabó de leerlo, bajó a una librería a comprar todo lo que tenía de Glück. “Cuando volví a España, les dije a Manolo y Silvia que teníamos que publicarla”, comenta Borrás, en referencia a Silvia Pratdesaba y Manuel Ramírez, que conforman el trío de editores que fundó en 1976 Pre-Textos. Y ahí siguen los tres en la brecha, tras haber sido agraciados con el gordo del Nobel.

El último dictamen de la Academia Sueca sorprendió incluso a los editores españoles de Glück. En las apuestas se situaba entre las favoritas Anne Carson, la poeta canadiense de la que Pre-Textos editó Autobiografía de Rojo que se agotó en las librerías españolas este pasado verano cuando se dio a conocer que había ganado el Premio Princesa de Asturias de las Letras. “Sorpresa” fue el titular de Liberation. El periódico francés indicaba en sus páginas que sus libros ni se habían publicado en la lengua del país que ha hecho de la cultura su bandera y trazaba un paralelismo con la Nobel de 1996, la poeta polaca Wislawa Szymborska, una gran desconocida fuera de su país.

Las siete traducciones al español de Pre-Textos, que también tiene distribución en Latinoamérica, es un caso extraordinario en el panorama editorial mundial. Ahora, el sello valenciano quiere continuar con su propósito de publicar los cuatro poemarios de Glück que le faltan y confía en que se premie su lealtad para editar también en un volumen su poesía reunida, un libro que fue muy celebrado en los cenáculos literarios estadounidenses.

Celosa de su intimidad

Los editores españoles no conocen personalmente a la autora, “muy celosa de su intimidad”, apunta Borrás, mientras Pratdesaba apostilla con algún dato o nombre desde su ordenador y Ramírez entra y sale del soleado estudio de la editorial, ubicado en el barrio de Russafa antes de su gentrificación. El editor recuerda que la poeta pidió disculpas al poco de iniciarse la entrevista de tres minutos que concedió al periodista oficial de la academia sueca, porque se le estaba enfriando el café y tenía que marcharse.

Glück, no obstante, sí conocía Pre-Textos antes de ser su editora en español. Cuando vio el poemario Solo una canción de su amigo el poeta norteamericano Marck Strand que la editorial valenciana le publicó en 2004, le preguntó “qué había que hacer para que a una le hagan una edición tan bonita como esta”, relata Borrás. Al poco, el agente literario de Glück llamaba a la puerta de Pre-Textos, que acababa de decidir por su cuenta intentar incluirla en su catálogo, agrega.

Una feliz coincidencia que, sin embargo, no tuvo su correlato en la recepción de sus libros en España, incluso entre los más entendidos y aficionados a la poesía. Borrás apunta a varias razones, entre ellas, la voracidad de un mercado inundado de novedades, la falta de prescriptores culturales en los medios de comunicación como había antaño y la omnipresencia de los grandes grupos editoriales que dejan sin visibilidad a las editoriales más literarias e independientes, con apuestas a priori poco comerciales y con muchos menos recursos para promocionarlas.

Borrás habla de un fenómeno detectado tanto en España como en el ámbito internacional: “Nunca la crítica ni el periodismo cultural han sido más serviles de los grandes grupos editoriales. ¿Cómo es posible que aparezcan sincrónicamente en todos los periódicos una reseña de determinado libro publicado por un determinado grupo editorial? No quiero decir que no haya que hacer caso a esos autores de grandes ventas. Creo también en la edición industrial y no en una divisoria maniquea. En la edición literaria e independiente también hay mucho postureo. Pero considero que se puede establecer un equilibrio”.

El editor sostiene que la literatura en español y portugués tanto la cultivada en la Península Ibérica (también la catalana) como en Latinoamérica vive un momento creativo excepcional, solo comparable al de la literatura anglosajona. De este último ámbito procede otra poeta que los editores valencianos destacan, la británica Alice Oswald. Es la última apuesta de Pre-Textos.

Cuando Elías Canetti salió al rescate de la editorial

Pre-Textos llevaba casi cinco años en marcha cuando las cosas se pusieron muy difíciles. Editar desde Valencia, fuera de los centros de la industria del sector —Barcelona y Madrid—, era un obstáculo añadido para consolidar el sello. Fue entonces, en 1981, cuando le concedieron el Premio Nobel a Elías Canetti. Pre-Textos había publicado ese año 'Las voces de Marrakech', del escritor de origen sefardí y el libro se convirtió en un éxito. “Fue providencial y salvó el proyecto editorial”, afirma Manuel Borrás. También apostaron por 'Reducción de condena', de Patrick Modiano, cinco años antes de ganar el Nobel en 2014.

Pre-Textos cuenta con un cuidado catálogo con unos 1.600 títulos de todos los géneros, que incluye autores como el cantante Nick Cave (con su novela 'Y el asno vio al ángel') o los pensadores Gilles Deleuze o Guy Debord, autores de 'Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia' y 'La sociedad del espectáculo', respectivamente, que constituyen dos long sellers, los dos grandes éxitos de la editorial que perduran.

 



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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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