Descubiertos 59 sarcófagos y ataúdes intactos en la necrópolis egipcia de Saqqara
Los enterramientos son de sacerdotes y altos funcionarios de Baja Época, hace 2.500 años
Un total de 59 sarcófagos y ataúdes intactos y sellados han sido hallados en la antigua necrópolis egipcia de Saqqara, a una treintena de kilómetros al sur de El Cairo, según se ha anunciado este sábado en el propio yacimiento, a pie de tumba. Los enterramientos corresponden a sacerdotes y altos funcionarios de Baja Época, el periodo del Egipto faraónico que comprende desde la dinastía XXVI (saíta) hasta la conquista persa, previa a la de Alejandro Magno y la ascensión de los Ptolomeos.
El descubrimiento, que se suma a otros recientes en la misma Saqqara, actualmente uno de los mayores focos de atención egiptológica tras excavarse un extraordinario complejo de momificación en el sitio, ha sido recibido con gran entusiasmo en un Egipto con la industria turística bajo mínimos por la pandemia mundial.
Al fervor por el hallazgo, al que se ha apuntado incluso Zahi Hawass, el egiptólogo más conocido del planeta, se suma el que sea resultado del trabajo de un equipo íntegramente egipcio y que ha tenido que excavar en medio de las dificultades por las restricciones a las que obliga la covid.
En realidad, más allá del impresionante número de sarcófagos y ataúdes intactos, con sus correspondientes momias dentro, y de que por lo visto se espera encontrar más, de momento no han trascendido detalles que permitan afirmar, como hace el comunicado oficial, que estamos ante “uno de los más dramáticos y significativos hallazgos en décadas”.
De hecho llevamos todo un verano de goteo de noticias similares de hallazgos en Saqqara, con el anuncio de 13 ataúdes excavados a principios de septiembre y 14 sarcófagos el mismo mes. Seguramente todo procede del mismo cementerio. Es cierto que algunos de los sarcófagos y ataúdes son notables y conservan su decoración y colores originales. Hawass lo ha calificado del descubrimiento más importante realizado en Egipto en 2020 y ha aprovechado para recordar que nunca se sabe qué va a surgir de debajo de las arenas del antiguo país del Nilo.
El lugar donde han aparecido los sarcófagos ya había arrojado interesantes hallazgos como otros ataúdes de madera, un cementerio de gatos, y una infrecuente colección de escarabajos momificados, además de dos raros cachorros de león embalsamados. “Creíamos que solo había momias de animales, como gatos, cocodrilos, serpientes y leones”, ha declarado a Arab News Mustafá Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
El pasado 1 de agosto, tras retirar una montaña de escombros de nueve metros de alto, los egiptólogos encontraron el primer pozo funerario a 12 metros de profundidad y que contenía ataúdes sellados y pintados, todos de la Baja Época.
Los 59 sarcófagos y ataúdes y sus momificados ocupantes serán eventualmente exhibidos en el nuevo Gran Museo Egipcio, cuya apertura se ha retrasado al año que viene.
Babelia
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