Rendición de Breda con casa de Velázquez al fondo
La sociedad Casa Natal de Velázquez celebra el cumpleaños del pintor con una recreación de ‘Las lanzas’, limitada por la pandemia, y con la intención de visibilizar el proyecto de un museo sobre el artista y la Sevilla barroca
La casa en la que Diego Velázquez nació hace justo hoy 421 años parece abandonada. Los desconchones en el albero de la fachada evidencian un descuido de años, pero es solo una apariencia. Desde que en 2018 la sociedad Casa Natal de Velázquez, de la mano del escritor y periodista Enrique Bocanegra, se hiciera con su propiedad, la iniciativa de recuperar su vivienda y recrear los años sevillanos del pintor universal y el pasado barroco de la ciudad andaluza -la capital que unía el Viejo y el Nuevo Mundo-, se ha ido abriendo camino. Una muestra de que el proyecto avanza es la celebración del cumpleaños del artista con la recreación de uno de sus cuadros más célebres: La rendición de Breda o Las lanzas, en un doble guiño histórico.
“Con esta recreación hemos querido hacer un homenaje y un recuerdo a Velázquez y los elementos que se unen son potentes: Velázquez que nació aquí el mismo día de la rendición de Breda, simulada por el Tercio de Olivares, la tierra del Conde-duque, catalizador de la obra”, explica Bocanegra. “Pero nuestro proyecto va más allá de la casa. Hay una ausencia de Velázquez en esta ciudad y nosotros buscamos que no se olvide, impregnar Sevilla del genio y del siglo de Oro”, incide.
A su espalda, en el recodo que forma la calle Padre Luis Llop antes de llegar al número 4 -la casa de Velázquez- 15 miembros del Tercio de Olivares, grupo de recreación histórica de los tercios de Flandes -que asediaron Breda durante la Guerra de los 30 Años- con sede en esa población sevillana, se disponen a posar imitando la composición del cuadro. La pandemia se cuela irremisiblemente en la simulación, que obliga a todos los integrantes a combinar las ropas del siglo XVII con mascarillas. En primer plano, dos hombres remedan la dignidad del vencido, Justino de Nassau, en el momento de entregar la llave de la ciudad a Ambrosio Espínola, general genovés al mando de los Tercios de Flandes, que la recibe con la generosidad del vencedor. El fondo no es la resaca de humo y tierra quemada de la batalla que se observa en el lienzo del pintor sevillano, sino su vivienda natal, una declaración de intenciones por parte de los organizadores.
“Con nuestro proyecto de casa museo queremos velazquizar Sevilla y esta celebración es un ejemplo más“, incide el escritor. La empresa avanza con paso decidido, pero lento, debido a la ausencia de apoyo financiero y las trabas burocráticas, unos obstáculos que empiezan a desvanecerse, arrojando luz sobre el futuro de la vivienda. La próxima semana esperan tener ya lista la licencia de obras. “Si todo va bien empezaremos a trabajar en el interior a partir del 15 de junio”, avanza Bocanegra. La rapidez en los trabajos la determinará el estado de la cubierta y la evolución de la pandemia. “En previsión de que pudiera haber un rebrote en otoño queremos hacer dos turnos de trabajo en verano”, indica. Su intención es poder abrir en la primavera de 2021, pero es un deseo que prefiere no verbalizar para que la realizad no frustre sus esperanzas.
Mientras se apuntala la estructura del inmueble, se va atesorando el contenido. La intención de los promotores del proyecto es tener una copia en facsímil de las 10 obras que el pintor realizó en Sevilla y que se encuentran fuera de España. La Vieja Friendo Huevos ya está lista y ahora se está en conversaciones con el Museo Wellington de Apsley House para hacer las copias del Aguador de Sevilla y Dos jóvenes comiendo y con el de Bellas Artes de Orleans, para realizar una obra gemela de su Santo Tomás.
Bocanegra no quiere hablar de dinero, pero sí de la ausencia de ayudas públicas. El año pasado lanzaron una campaña de micromecenazgo con la que recaudaron 10.500 euros. Más que la aportación económica, la intención de los promotores era visibilizar el proyecto. Esa iniciativa les abrió las puertas a colaboraciones con otras entidades como el Centro de Estudios Europa Hispánica que es quien está financiando la elaboración de los facsímiles.
La celebración del cumpleaños de Velázquez ha sido un tanto clandestina. El Covid-19 ha tenido mucha culpa ya que, inicialmente, se había ideado un pasacalles con dos caballos que iba a arrancar en la céntrica plaza del Salvador para atraer público hasta acabar en la casa natal del pintor. Pero el olvido empedernido de Sevilla hacia su genio tampoco también han ayudado a ensalzar su aniversario. “El año que viene volveremos con más fuerza”, advierte el imitador de Espínola detrás de una mascarilla. Como él, muchos aún no se rinden.
Babelia
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