El ensayo más feliz: así ha sido la vuelta a la barra de la Compañía Nacional de Danza
Joaquín de Luz retoma su nueva producción de ‘Giselle’ con los bailarines divididos en cuatro grupos y bajo estrictos protocolos sanitarios
El más feliz de los últimos tres meses. Así definía el bailarín Joaquín de Luz el día de ayer, martes 2 de junio de 2020, después de una larga jornada de ensayo en la sede de la Compañía Nacional de Danza (CND), que dirige desde septiembre del año pasado. Era la primera desde que hace casi tres meses se decretó el estado de alarma en España para frenar el coronavirus, un tiempo en el que la compañía no ha estado parada, pues un bailarín debe mantenerse en forma y activo aunque sea en casa, por lo que todos los miembros de la agrupación han estado practicando a distancia y recibiendo sus clases diarias por videoconferencia. “Pero no es lo mismo. Necesitamos sentir el espacio y los cuerpos de los compañeros”, reconoce De Luz.
El lunes hubo una primera reunión presencial en la que se informó a todo el equipo artístico y técnico de los protocolos establecidos por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música para su regreso a la actividad y por fin este martes la compañía al completo volvió a la barra, aunque no todos sus miembros a la vez, sino divididos en cuatro grupos con horarios escalonados y con unas rutinas muy distintas a las que tenían antes de que estallara la pandemia: toma de temperatura a la entrada, mascarilla todo el tiempo hasta ocupar los lugares designados para cada uno, nada de pasos a dos ni coreografías de contacto y acceso individualizado a los vestuarios. Las duchas, de momento, en casa.
Hay muchas limitaciones, pero es un principio. “Como institución pública, tenemos que dar los primeros pasos para restablecer la actividad escénica y servir de espejo para las demás compañías. Por eso nos hemos lanzado los primeros en cuanto hemos podido”, dice el director. “Por otra parte, los bailarines somos muy disciplinados y tenemos un gran control del espacio, por lo que estoy seguro de que nos adaptaremos a las nuevas normas con rapidez”, confía De Luz, optimista pese a las restricciones. “Por ahora, les estoy dando material coreógrafico de la nueva producción de Giselle que estoy dirigiendo yo mismo y que estrenaremos en diciembre para que lo vayan aprendiendo y recuperen la forma. Voy a evitar de momento dúos y secciones que impliquen contacto. Y si en algún momento debería haberlo, lo imaginamos”, explica.
Antes de eso la CND tiene prevista una actuación al aire libre en el festival Veranos de la Villa de Madrid que De Luz espera que no se cancele, pues estará dedicada a los sanitarios que han combatido al coronavirus, pero sí da por perdidas de momento las contrataciones en el extranjero. “Va a ser muy difícil hacer giras internacionales en los próximos meses, así que vamos a centrarnos en el público y los creadores españoles”, asegura el director.
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