El Prado, Reina Sofía y Thyssen abren el 6 de junio

Los grandes museos recuperan la vida: el próximo 6 de junio, el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen, así como la Biblioteca Nacional de España, volverán a abrir al público, después de doce semanas cerrados. Así lo ha confirmado el Ministerio de Cultura a este periódico. Sin embargo, los 16 museos estatales, entre los que figuran el Museo Sorolla, el del Romanticismo, el Museo Sefardí de Toledo, el Arqueológico Nacional o el Nacional de Arqueología Subacuática de Murcia, seguirán cerrados a las visitas. Acumulan ya dos semanas de retraso y tampoco tienen una fecha concreta para su reapertura. Por su parte, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) abrirá sus puertas el 3 de junio.

La “nueva normalidad” que recibirá a los visitantes de estos tres museos públicos de Madrid estará limitada por los protocolos sanitarios contra la covid-19. Según esas pautas, tendrán que limitar el número máximo de personas (el aforo es de un tercio de su capacidad habitual) y, lo más importante, cómo será la visita. Los ciudadanos que acudan el sábado 6 de junio a uno de estos tres museos no los podrán recorrer libremente. El museo preservativo que se inaugurará debe solucionar la crisis espacial provocada por el coronavirus y el objetivo es que los visitantes no se crucen en su visita a lo largo del edificio. El sentido de la misma estará determinado y pautado por la dirección del museo.

“Se considerarán para ello las paradas o no delante de determinadas obras, el espacio disponible, el número de visitantes que conforma el grupo, así como las medidas de protección de guía y visitantes”, explica el protocolo sanitario diseñado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), aprobado por el Ministerio de Sanidad. De esta manera se recortarán ostensiblemente el número de salas que se podrán visitar. Tampoco se podrá deambular por las salas adyacentes. Además, el visitante se convertirá en espectador, porque cualquier relación entre el museo y el visitante quedará prohibida.

Desnudo ante el peligro

Según estas indicaciones, el Museo del Prado ultima un dispositivo por el que el público entrará por la puerta alta de Goya, donde se encuentran las taquillas, y abandonará el centro por la puerta de Murillo. En ese breve itinerario longitudinal, el museo está ultimando un nuevo diseño con sus mejores cuadros. El Prado abrirá sus puertas con el lema Reencuentro y lo hará con una superficie expositiva equivalente a un cuarto del museo. El Bosco subirá a la galería central para poder ser contemplado y Las Meninas no se moverán de su sitio. Además, se ha planteado un guiño al público que acceda con la nueva situación: a la escultura de Carlos V y el furor (1551), de Leone Leoni, que preside la rotonda de Goya, le será retirada la armadura, dejando a la vista su cuerpo desnudo. Mientras el público accede cubierto y protegido por sus mascarillas, el emperador se desnuda.

Durante meses los visitantes contemplarán un resumen de las instituciones y así pasará también en el Reina Sofía, que ultima el plan de exhibición. En este centro solo se verá la colección permanente, no las temporales. Además serán eliminadas muchas de las salas para organizar un recorrido que no evite la visión del Guernica. La actividad de esta institución se concentrará en el edificio Sabatini, con uno de los ascensores para subir y otro para bajar. El recorrido está pautado y señalizado para la visita reducida en espacio y tiempo.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, por su parte, permitirá el acceso a su colección permanente y a las dos exposiciones temporales prorrogadas: Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, hasta el 30 de agosto; y Joan Jonas: Moving Off The Land II, hasta el 13 de septiembre.