_
_
_
_

Necesidad de ser escuchado

La escritura de Rosario Izquierdo roza la perfección en una novela que habla de las drogas y el neofascismo, que no hacen distinción de clases

J. Ernesto Ayala-Dip

Lola Rey es una escritora secreta, de clase media alta, casada con un hombre de su mismo nivel social, que se esconde detrás de un seudónimo. Está separada de su marido y tiene en casa a sus dos hijos, una chica y un chico zurdo. Zurdo como lo fue Lola antes de que le corrigieran esa “anomalía”. El chico zurdo se llama Lorenzo y un día aparece en una comisaría de policía por estar mezclado en una pelea con cuchillos y puños de acero. El chico parece que se ha hecho nazi. Aquí surge el problema. Y el asunto crucial de esta nueva novela de la escritora andaluza Rosario Izquierdo, El hijo zurdo. La pregunta no se hizo esperar: ¿qué hice mal para que este niño descarriara de esta manera? La autora publicó hace unos años Diario de campo (Caballo de Troya, 2014), en donde desplegaba con altura estética un problema social. Ahora regresa al terreno de lo social, el terreno de las clases acomodadas y cultivadas frente a las clases bajas, desclasadas y paradójicamente desproletarizadas porque están en paro y marginadas. Pero en medio de estas circunstancias se hallan las drogas y el neofascismo, que no hace distinción de clases. El hijo de Lola comparte descenso a los infiernos con el hijo de una trabajadora de barrio obrero o casi lumpen.

Rosario Izquierdo pone seda donde los sentimientos se hacen agrios. La escritura roza la perfección. La historia que se narra la conocemos porque la vemos en los diarios y en la calle si somos capaces de recorrerlas sin remilgos estéticos. La construcción de los polos sociales que representan los personajes de Lola y Maru nos indican la jerarquía narrativa de Izquierdo. Las cosas que pasan por dentro de las pieles de Lola y Maru están tratadas con envidiable verosimilitud, sin una pizca de maniqueísmo. La novela es el recorrido de una persona que sufre en busca de consuelo. Por momentos, El hijo zurdo me recuerda la sensibilidad humana y social que pone el cineasta inglés Ken Loach en todas sus películas. Lola tiene que salir a flote. Y Rosario Izquierdo nos cuenta cómo a veces no basta con la lucidez. Necesitamos que nos escuchen.

El hijo zurdo. Rosario Izquierdo. Editorial Comba, 2019. 216 páginas. 16 euros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_