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La película de la semana | Los dos papas
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Su reino sí es de este mundo

La interpretación de Hopkins es la mejor que ha hecho desde ‘El silencio de los corderos’

Una imagen de 'Los dos papas'. En vídeo, el tráiler de la película.
Carlos Boyero

Existen instituciones tan antiguas como la noche de los tiempos que siguen gozando de multitud de fieles, gente dispuesta a creer en la condición divina de sus próceres y sus sucesores. Cosas de la fe. Pero también existimos muchos otros descreídos que sentimos antipatía ancestral o razonada indiferencia hacia las monarquías y los papados. Pero ambas partes, si resulta que apreciamos la transparente calidad en las series y en el cine, tendremos que reconocer la brillantez, la inteligencia y la complejidad con la que está retratada la monarquía inglesa en la magnífica serie The Crown, o la muy humanizada mirada o pura invención de la estrecha relación que existió entre el papa Benedicto XVI y el papa Francisco en la original y atractiva película Los dos papas.

LOS DOS PAPAS

Dirección: Fernando Meirelles.

Intérpretes: Jonathan Pryce, Anthony Hopkins, Juan Minujín, Luis Gnecco.

Género: drama. EE UU, 2019.

Duración: 125 minutos.

No llega a la osadía expresiva con la que Paolo Sorrentino en The Young Pope imaginó a un ultraconservador, sexi y dinamitero pontífice, pero el director Fernando Meirelles logra que los espectadores (incluidos los agnósticos y los ateos) salgan del cine con una amable sonrisa ante la humanidad, la incertidumbre y la vulnerabilidad que revelan el nada cinematográfico Ratzinger y el muy cinematográfico Bergoglio.

Ignoro si el guionista Anthony McCarten y el director Fernando Meirelles poseían datos reales sobre el conocimiento mutuo, las discusiones, la nada fácil empatía, la tardía y entrañable comunicación, las confidencias íntimas, sus enfrentadas opiniones sobre el presente y el futuro de la Iglesia católica, que aparecieron en los trascendentes encuentros entre un papa que decide en su vejez ser emérito y otro que inicialmente se niega a relevarle. No sé lo que se inventan y lo que pudo ser auténtico, pero la envoltura es creíble y magnética.

Ratzinger, el hombre que todo lo aprendió en los libros, que acumulaba tanto conocimiento de la filosofía, la historia, la teología, y Bergoglio, cercano a la gente de la calle y a sus vicisitudes, conocedor de los atractivos de la carne y a punto de casarse cuando descubre la llamada definitiva del Señor, acusado por algunos de tibieza ante la siniestra junta militar argentina (con la que según su versión solo trató o intercedió intentando salvar las vidas de jesuitas que iban a integrar la lista de los desaparecidos), son dos personalidades radicalmente distintas.

Ambos descubrirán en sus sabrosas conversaciones en Castel Gandolfo, en las estancias de Rafael y en la Capilla Sixtina (qué envidia dan estos tíos contándose la vida en medio de semejante belleza, a solas, sin turistas) que son más las cosas que les unen que las que les separan, disfrutando de cosas tan poco emparentadas con la teología como el fútbol, la música o aprender a bailar. Y no parece disparatado, sensiblero o cursi. Por lo bien contado que está, porque además de estar en permanente contacto con Dios, también son seres humanos, dubitativos, curiosos, con capacidad para las pequeñas alegrías.

Si el guion y la dirección son buenos, existe algo admirable en esta película. Es la magistral interpretación de Anthony Hopkins (es lo mejor que ha hecho desde que nos aterrorizó y nos fascinó en El silencio de los corderos o nos provocó tanta piedad interpretando a ese mayordomo modélico e incapaz de mostrar sus sentimientos en Lo que queda del día). Y la de Jonathan Pryce, que logra un parecido físico y expresivo con el papa Francisco que te deja alucinado. Utilizan la sutileza, la sobria gestualidad, los matices que se pueden lograr con la voz. Ambos se merecen todos los premios.

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