Jeff Kinney, el autor que consigue que los niños olviden el móvil
El autor superventas presenta en España la entrega número 14 de 'Diario de Greg' ante un auditorio entregado
En una era en la que parece que el aburrimiento esté prohibido, un hombre consigue que casi 200 niños permanezcan casi sentados durante 25 minutos en espera de que comience un acto sin pedir a sus padres el móvil. La mayoría, de entre 8 y 12 años, con un libro en la mano, algunos leyendo, otros charlando o mirando con curiosidad el escenario donde al fin aparece, atravesando un muro hecho con ladrillos de poliespán blanco, la estrella a la que esperan. Es Jeff Kinney, el autor de la serie superventas Diario de Greg, que con su mezcla de aventuras cotidianas de un pringao de instituto con dibujos simples estilo cómic consigue que millones de niños de todo el mundo lean, y con ganas.
Kinney, estadounidense de 48 años, está en Madrid para presentar el libro número 14 de la colección, Arrasa con todo, en el que la familia de Greg emprende reformas en su casa. De ahí la decoración del escenario, convertido en una especie de obra. Las 300 plazas de aforo de la Casa del Lector, en Matadero (Madrid), se quedan cortas para la cantidad de solicitudes de asistencia de padres e hijos, así que RBA, la editorial que lo publica en España, organiza dos pases, en la mañana de este domingo. Para Kinney, este tipo de actos, en los que puede interactuar con sus lectores, son "muy especiales". "Escribo mis libros en una pequeña ciudad, Plainville (en Massachusetts), y es una locura para mí que me lleven a diferentes sitios del mundo y conocer a cientos de fans a los que les gustan mis libros. Es muy emocionante y me inspira para el futuro", asegura en una pequeña entrevista al finalizar el acto.
Con el hándicap de haberse quedado afónico, Kinney habla en inglés al intérprete, Jon, que ejerce de verdadero maestro de ceremonias de un espectáculo en el que los niños seleccionados van subiendo al escenario a demostrar sus conocimientos sobre los libros, a intentar hacerle alguna pregunta inédita al autor o a dibujar, siguiendo sus instrucciones, a Manny, el hermano pequeño de Greg. Federico, de ocho años y medio, contesta con solvencia dos preguntas sobre los libros. "Me he leído 12 desde que comenzó el curso", explica este chaval que cursa tercero de Primaria. Su amigo José anda a la par. El padre de este, que es el que los ha traído, cuenta que "leen otras cosas, pero estos son los que más les gustan. A los demás les tienes que obligar".
Con unos 200 millones de libros vendidos en todo el mundo (4,7 millones en España, según RBA), Kinney ha asistido, desde que se publicó el primer Diario de Greg, en 2007, a la evolución de los chavales en un mundo cada vez más digital. "Creo que en estos días es mucho más difícil conseguir que los niños lean, porque vivimos en una era de distracciones electrónicas. Siempre hay algo que los mantiene ocupados. No están aburridos a menudo, lo cual es desafortunado, porque cuando estás aburrido es cuando usas tu imaginación, es cuando lees", opina.
Con timidez al principio, a cada nueva prueba los niños se van animando, y cada vez hay más manos levantadas para participar. En las últimas, están casi todos puestos en pie, algunos encima de las sillas, con las manos levantadas para intentar ser elegidos. Para el juego final, en el que Kinney pide que salgan niños y padres, se produce una avalancha de familias que intentan subir al escenario. Pero solo caben cuatro en un concurso que consiste en construir la torre más alta con ladrillos de poliespán.
"Espero poder seguir escribiendo libros que puedan competir con el móvil", dice el escritor y dibujante, considerado el quinto autor de ficción con mayores ingresos en 2018, según Forbes, por detrás de James Patterson, J. K. Rowling, Stephen King y John Grisham. Después se va a firmar libros para una larga cola de niños que, de momento, prefieren leer las aventuras de Greg.
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