¿Qué hace la ‘influencer’ Chiara Ferragni en la Mostra de Venecia?
La proyección de 'Unposted' , un documental sobre su vida, y la presencia de estrella de la moda en la alfombra roja del festival mezclan críticas y aplausos
Con cada compra, la familia Ferragni acumulaba puntos del supermercado. Hasta que tuvieron suficientes para la cámara que quería la pequeña Chiara. Su padre, Marco, recuerda que durante el primer viaje en coche con su nuevo regalo la niña se sacó “500 fotos”. A cada clic, otra pose. Cambios milimétricos, pero repetidos. Tanto que incluso su progenitor se hartó: “Pero, ¿qué haces? Déjalo ya. ¿No ves que no te sirve para nada?”.
Puede que en aquel momento Marco Ferragni anunciara una de las profecías más desacertadas de la historia. Normal que al confesarlo años después, ante otra cámara, se ría. Su hija tiene ahora 31 años (Milán, 1987) y debe de ser uno de los seres humanos más fotografiados del planeta. Por ella misma, y por los demás. Ferragni, para aquel que no la conociera, es la influencer del sector de la moda más exitosa del mundo. En resumen, para los más profanos aún, la italiana cuelga cada día en las redes sociales mensajes, vídeos y fotos de su vida y su estilo, y provoca un efecto mariposa que va de Australia a México.
Muchos han percibido como una frivolización que el festival acoja el filme, que ella misma encargó a la directora Elisa Amoruso
Hace años, en realidad, que Ferragni es mucho más. En Instagram, suma 17,2 millones de seguidores: por comparar, es como si toda la población de los Países Bajos estuviera pendiente de su cuenta. Empezó en 2009 con un blog sobre moda, The Blonde Salad, y ha construido en 10 años un imperio que suma una línea de ropa y accesorios, tiendas en París o Shanghái, y clases online de belleza o emprendimiento digital. Sus dos empresas emplean a más de 70 personas y marcas como Fendi, Louis Vitton o Dior pujan por ella. Su boda en Sicilia con el rapero Fedez —juntos son los "Ferragnez"— generó más impacto en la redes que el enlace real de Enrique y Meghan en Gran Bretaña. El diario económico Financial Times dedicó una página a su ascenso y su modelo de negocio. Y ahora hasta el festival de cine más antiguo del mundo le ha abierto sus puertas: La Mostra de Venecia proyecta el documental Chiara Ferragni, Unposted. Y la propia empresaria desfilará este miércoles en la alfombra roja.
No sin polémicas, por supuesto. ¿Qué hace una influencer en la casa decenal del cine de arte y ensayo? Muchos han percibido como una frivolización que el festival acoja el filme, que ella misma encargó a la directora Elisa Amoruso. Y eso que lo avala la televisión pública italiana, como coproductora, y hasta luce el sello del apoyo del ministerio de Cultura. “Dudamos mucho. Pero, guste o no, es un fenómeno global que ha cambiado el mundo de la moda”, constata Alberto Barbera, director artístico de La Mostra. Aunque otros lo ven como enésima prueba de que el festival está dispuesto a todo con tal de que se hable de él: abrazar a Netflix, invitar a Roman Polanski, dejarse invadir por Hollywood. Y, ahora, esto.
Lo expone todo, y aún así la gente siempre quiere saber más
El documental se presentaba, eso sí, en una sección y una sala marginales. Pero hubo tanta cola para acceder que más de la mitad del público se quedó fuera. Cinematográficamente, no se perdieron mucho: Amoruso filma una fábula. Érase una vez la niña que sonreía en los vídeos aficionados que adoraba filmar constantemente mamá, Marina di Guardo. La pequeña creció, se hizo poderosa y ahora es la reina de Internet y de la moda. La música acompaña el relato del triunfo mientras su marido, su familia, diseñadores, expertos, periodistas y fans explican por qué Ferragni lo ha conseguido. “Si quieres algo de verdad, puedes lograrlo, tú sola”, ama repetir ella, como invitación hacia todas las jóvenes que la consideran un modelo.
En cambio, Unposted omite la principal polémica que ha rodeado a la empresaria. Por un cumpleaños de Fedez, reservó un supermercado solo para ellos y sus amigos. Hicieron de todo y, cómo no, lo filmaron. También tirar y desperdiciar comida. De ahí que las redes pasaran durante varios días de aliadas a enemigas. Otro foco habitual de ataques es la exposición online de su hijo, Leone. Pero tanto ella como Fedez resolvieron que no tenía sentido ocultar lo “más bonito” de sus vidas y que le ahorraría además un ejército de paparazzi ante su casa.
En general, Ferragni recibe cientos de mensajes críticos prácticamente con cualquier post. Algunos solo vierten insultos y machismo; otros cuestionan los fundamentos de su estilo de vida y su exposición total. En el documental, ella reconoce que le dolía, pero ya lo superó. Durante su embarazo, hasta se atrevió a compartir online un problema de la placenta que padecía: dice que fue para ayudar a otras internautas que llevaran pesos parecidos.
A falta de sombras, el filme sí sirve para iluminar la intimidad de Ferragni. Si es que eso existe: Fedez le pidió que se casara con él durante un concierto, ante miles de personas, en Verona. Y cuando preparan con sus asesores la boda, parece que están organizando, más bien, la gala de los Oscar. En todo caso, los analistas entrevistados celebran el hecho de que obligara al mundo de la moda a abrirse, a regañadientes, a los blogueros y que el éxito arrollador de una mujer joven inspira a miles de niñas a creer más en sí mismas. El filme muestra también reuniones de trabajo, un encuentro con Paris Hilton –¡tiene instalado aire acondicionado en la casita de sus perros!- y recorre las etapas del ascenso de Ferragni. “Es la hija adoptiva de Marina Abramovic y el Gran Hermano”, dice una de las entrevistadas. Y añade: “Lo expone todo, y aún así la gente siempre quiere saber más”. Por lo menos, lo tienen fácil: basta mirar Instagram cada día.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.