Los toros en los programas electorales, más oportunismo que afición
PSOE y Ciudadanos ni siquiera citan la tauromaquia en sus propuestas
El sorprendente protagonismo público alcanzado por la fiesta de los toros en la precampaña de las elecciones generales del próximo 28 de abril no se corresponde con las preocupaciones reales de los distintos partidos políticos; al menos, eso es lo que se desprende del contenido de los programas electorales con los que pretenden convencer a los ciudadanos.
De hecho, dos de las formaciones políticas, PSOE y Ciudadanos, ni siquiera los citan en sus ofertas. Un par de líneas les dedica VOX, alguna más el Partido Popular, y solo PODEMOS y el PACMA se extienden en sus desvelos por erradicar la tauromaquia.
Esta realidad justifica con creces la opinión de que la polémica taurina y la posterior inclusión de varios toreros en las listas electorales por parte del PP y VOX respondían más a criterios de oportunismo que a un planteamiento objetivo sobre la supervivencia o no de los toros en la sociedad actual.
De hecho, la aparición del diestro Morante de la Puebla al volante de una furgoneta de reparto electoral de VOX en la campaña de las elecciones autonómicas andaluzas encendió la disputa, bien utilizada por la formación de extrema derecha, que obtuvo unos buenos resultados en las urnas. Se extendió la idea de que la tauromaquia era un valor político de repercusión electoral y pronto se vistió de luces el PP para ocupar un puesto en el paseíllo político.
Morante de la Puebla, al volante de una furgoneta de VOX, encendió la disputa
No obstante, los programas de los distintos partidos sitúan la cuestión en sus justos términos más allá de las declaraciones públicas y las alharacas de los mítines.
En el documento programático del PSOE no existe alusión alguna a la tauromaquia. En el apartado ‘Justicia y Seguridad para ser más libres’ propone “proteger el bienestar y los derechos de los animales. El bienestar animal constituye una preocupación creciente de la ciudadanía hacia todos los seres vivos en cuanto ‘seres sintientes’, -prosigue-, que merece ser regulado en una norma legal de ámbito estatal. El Gobierno solicitará un dictamen al Consejo de Estado para que defina su contenido, acorde con el marco competencial, y tendremos en cuenta los desarrollos legislativos en esta materia de los países de nuestro entorno”.
Mis 10 compromisos con España, que firma Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, tampoco presta atención alguna a los toros, y se limita a “promover la adopción de mascotas: vacunas, chips y revisiones gratis”. Posteriormente, en el documento titulado Nuestro compromiso con los españoles, presentado el martes 16 de abril, el partido naranja va más allá y en el apartado ‘Más libertad, más igualdad, más modernidad’ propone una “mayor protección y bienestar para los animales como muestra de una sociedad más humana”. Afirma que mediante una ley garantizará el buen trato a los animales en toda España, con medidas que faciliten la adopción, eviten el sacrificio de ejemplares sanos y reduzcan el abandono. Asimismo, planteará las reformas necesarias para que los ‘animales de compañía’ gocen de una categoría especial en el código civil y dejen de ser considerados como ‘cosas’ por el ordenamiento jurídico.
El programa electoral del PP recoge en su apartado cultural que “reforzaremos el Plan Nacional de Tauromaquia (PENTAURO) para que extienda el conocimiento y difusión del arte taurino y potencie el conjunto de actividades alrededor de esta importante tradición”. “Desarrollaremos –añade- planes autonómicos en defensa y promoción de las tradiciones taurinas.
(El PENTAURO es un trabajo nacido a raíz de la ley de noviembre de 2013 que regula la tauromaquia como patrimonio cultural; fue elaborado por el Ministerio de Cultura y varios grupos multidisciplinares de expertos con la meta de fomentar y garantizar el libre ejercicio de la tauromaquia. Consta de cinco ejes de actuación que no se han desarrollado desde su aprobación).
El programa de Unidas Podemos ‘para un nuevo país’ recoge un capítulo dedicado a la protección de los derechos de los animales en el que señala textualmente que “se eliminarán las ayudas y subvenciones relacionadas con la tauromaquia y se prohibirán espectáculos que impliquen maltrato animal”. Se aprobará, subraya, una Ley de Bienestar Animal en la que, entre otras medidas, se tipificará como delito “el maltrato de animales salvajes”, y “se reconocerá en el Código Civil a los animales como seres que sienten”.
VOX, por su parte, en sus 100 medidas para la España viva se limita a asegurar que impulsará “una ley de protección de la tauromaquia como parte del patrimonio cultural español”. Y añade que “protegerá la caza como actividad necesaria y tradicional del mundo rural”.
Finalmente, el partido animalista PACMA dedica una especial atención a los toros en su Compromiso Electoral. Como es bien conocido, aboga abiertamente por la abolición de los espectáculos, tradiciones y festejos con animales. “España es conocida mundialmente por sus tradiciones y festejos crueles con los animales, especialmente con los toros”, afirma, y “no podremos considerarnos un país avanzado mientras esto no cambie”. Con meridiana claridad plantea que quiere prohibir “corridas, encierros, novilladas, rejoneos, sueltas de reses, tentaderos, herraderos, capeas, becerradas y todo tipo de festejos populares o espectáculos con reses de lidia u otros animales, dentro y fuera de las plazas, tanto públicos como privados, así como las pruebas funcionales, entrenamientos a puerta cerrada y clases prácticas celebradas por escuelas taurinas”.
Babelia
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