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Herman Braun-Vega, maestro de la interpictorialidad

El artista plástico peruano, representante del sincretismo de Latinoamérica y Europa, ha fallecido en París a los 85 años

El artista en su atelier en Paris, en 2004.
El artista en su atelier en Paris, en 2004.PÁGINA WEB DE BRAUN-VEGA

La obra del artista plástico peruano Herman Braun-Vega, nacido en Lima en 1933, logró poner en un diálogo natural a hombres y mujeres latinoamericanos contemporáneos y a europeos de todas las épocas y sectores socioeconómicos tomados de Velázquez, Goya, Picasso, Ingres, la pintura flamenca, entre otros. El pintor ha fallecido el martes 2 de abril, "mientras dormía serenamente", ha informado su hijo Eric en el muro de Facebook de su padre.

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Aunque estudió un año y medio en la Escuela de Bellas Artes de Lima, su formación continuó como diseñador en un atelier en Paris, y posteriormente, desde 1968, estudió como autodidacta, en los gabinetes de dibujo de los museos del Louvre y el Rijksmuseum, indica su página web oficial.

Sus padres fueron un ciudadano austro-húngaro emigrado al país sudamericano, y una peruana de la selva norte. "Nunca me sentí asentado en la cultura y la sociedad peruana. Desde mi primera infancia, me enfrenté a un cuestionamiento en torno a mis orígenes, que gradualmente encontró su experiencia", explicó el mismo Braun-Vega en su biografía.

A fines de 1951 migró a París, trabajó como encargado de un hotel frecuentado por artistas -como el pintor abstracto Serge Poliakoff- y tuvo su primer contacto en los museos con los grandes maestros. Vivió en Francia hasta 1955, cuando su jefe en el atelier de diseño decide abrir una agencia en Lima, con Braun.

Sin embargo, descubrió que su vocación era la pintura y retomó la actividad en 1963. En 1968 volvió a Francia y se estableció allá con su hijo y esposa; en alguna temporada también residió en Madrid, y viajaba con regularidad a Lima, hasta la década de los años 80. Después, sus visitas a Perú fueron menos frecuentes.

Braun dio un giro en 1968, cuando vio las pinturas de Pablo Picasso en su museo inaugurado ese año en Barcelona. Desde entonces, su obra ha consistido en deconstruir el trabajo de los principales referentes del arte occidental, para relacionarlos con elementos pasados o contemporáneos del hemisferio americano, con el fin de hacer llegar su pensamiento. El material con el que amalgama esos componentes es principalmente la ironía, otras veces, la crítica a las estructuras, a las diferencias socioeconómicas, al abuso del poder y la corrupción, entre otros.

Sobre ese momento de cambio ha dicho: "Dejé de concebir la pintura pura como un fin, y decidí usarla para transmitir el pensamiento. Pero para ser un vehículo así, debe seducir. La seducción de la pintura es su capacidad para atraer y desarrollar la sensibilidad y la inteligencia del espectador. Decidí interrogar a los artistas del pasado para enriquecerme en los niveles formal y conceptual. Por ejemplo, en 1972, en el salón del Louvre, pude disponer del trabajo dibujado de Ingres. Quería someterme a una especie de lavado de cerebro, no para dibujar como Braun-Vega, sino para entrar en los gestos de Ingres".

En 2003, el escritor y director de teatro chileno Roberto Gac escribió que si no existieran las palabras "interpictorial e interpictorialidad, así como no existían intertextual e intertextualidad antes de 1960", allí estaría Braun "para hacerlas necesarias".

Tras el fallecimiento de Braun-Vega, el artista plástico peruano Fernando Bryce (Lima, 1965) ha comentado a EL PAÍS que " es un extraordinario pintor que aún no ha recibido en el Perú el reconocimiento que su obra merece".

"Su pintura figurativa, comprendida como un sincretismo artístico que parte de la apropiación y la cita, deben ser entendidos más como un cuestionamiento de las identidades culturales que como una reafirmación de las mismas", dijo desde Sao Paulo.

Bryce, cuya abundante obra en dibujo a tinta suele remitirse a documentación y archivos, califica la labor artística-intelectual de Braun de "precursora de un posmodernismo crítico, alejado tanto de las celebraciones complacientes como de las modas vanguardistas. Era de los últimos representantes de su brillante generación, muchos de los cuales partieron a París para no volver. Tengo un valioso recuerdo de las pocas veces que pude conversar con él", añade.

En un vídeo sobre su obra producido en el año 1996, señaló que cuando los españoles llegaron a América, para afirmar su poder, destruyeron las estructuras sociales y culturales nativas, pero añadía: "felizmente no todo es hecatombe y genocidio. Los plátanos y las manzanas llegan y se encuentran con la chirimoya. La lechuga frecuenta las yucas y granadillas. Cuando tomo como soporte las naranjas y manzanas de Cezanne, y las reúno con papas, tomates, ajíes, choclos y aguacates -todos productos gastronómicos corrientes hoy día- propongo una visión de sincretismo".

Braun realizó decenas de exposiciones en las principales capitales del mundo, y continuó produciendo hasta 2014. Además de sus series de Velázquez, Ingres, Picasso, Poussin y Tolouse Lautrec, también retrató a intelectuales y artistas como Wilfredo Lam, Jorge Semprún, Julio Ramón Ribeyro y Alfredo Bryce Echenique. Entre otras bienales en las que representó a Perú, figura la XVIII de Sao Paulo en 1985.

Su tríptico La familia informal está destacado en el Museo Ralli de Marbella, y fue parte de la serie Perú-España que realizó para la exposición del antiguo Museo de Arte Contemporáneo de Madrid en 1992.

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