Así sonaba la voz nasal de Rembrandt
Expertos forenses reconstruyen el timbre del maestro holandés a partir de su salud, su carácter y sus autorretratos
Repartida por el mundo y analizada a fondo, la obra de Rembrandt es reconocible aunque siga deparando sorpresas. ¿Cómo sonaba, sin embargo, su voz? El pintor del Siglo de Oro fue un maestro excelente cuyos alumnos se hicieron famosos por cuenta propia, con firmas como Ferdinand Bol, Carel Fabritius o Willem Drost. Los guiaba con cuidado durante las clases y sus palabras han sido recreadas ahora con ayuda de la inteligencia artificial. Un programa informático ha mezclado las distintas expresiones de sus autorretratos con los estudios de los conservadores del Rijksmuseum sobre su carácter para reconstruir “la voz de Rembrandt”. El resultado, que cualquiera puede descubrir en varios vídeos de YouTube, es el timbre algo nasal de un varón que habla deprisa el neerlandés como en el siglo XVII.
El trabajo es único en su clase porque aplica la biometría al reconocimiento de las características físicas de Rembrandt y sus rasgos de conducta en la búsqueda de una voz cercana a la suya. Es justo al revés de lo que los expertos forenses acostumbran a hacer. Ellos se encargan de reconstruir el rostro del hablante, por lo general sospechoso de un delito, en función de las grabaciones de su voz. Por eso Rita Singh, científica de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (Estados Unidos) ha admitido que enmudeció cuando el Rijksmuseum, de Ámsterdam, le preguntó cómo sonaba Rembrandt. Querían oírle, para sumar su voz a la conmemoración, este año, del 350º aniversario de su muerte.
Singh colabora con el FBI y ha señalado que “hay cientos de factores que contribuyen a la reconstrucción de la voz”. “Con Rembrandt no sabemos, por ejemplo, si conservaba toda su dentadura”, ha agregado. En este trabajo se han tenido en cuenta su estado de salud y las peculiaridades de su nariz, garganta, altura y peso. También se ha medido su cráneo a lo largo de los años, un detalle facilitado por el gran número de autorretratos. “Aunque debemos pensar que no todo está allí; no son fotografías”, explica la experta. Una vez recopilada y analizada la información, había que acertar con la pronunciación del Siglo de Oro. La voz es robótica, pero la Universidad de Leiden ha adaptado, desde el punto de vista lingüístico, el neerlandés actual a la lengua hablada en el siglo XVII. En el caso de Rembrandt no era dialecto, “sino el idioma estándar de la época”, según sus expertos. Entre otras cosas, creen que decía skilderdook (lienzo) en lugar de schilderdoek, como ahora. Obtenido el tono, el léxico y hasta una aproximación a cómo respiraba al hablar, se le puede escuchar explicando la mezcla de colores, los fundamentos del boceto o su propia visión del arte. Como si estuviera dando clase a sus alumnos en su taller.
Jonathan Bikker, autor de Rembrandt, biografía de un rebelde, asegura que “tal vez no se ajustara a las reglas y fuera huidizo con sus clientes, pero era un hombre cálido en sus relaciones familiares y muy generoso con sus alumnos”.
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