De la calle a la subasta: Sotheby’s vende monopatines a millón de euros
La compañía celebra una puja por una colección privada de 248 tablas diseñadas para la marca Supreme por Louis Vuitton, Jeff Koons, Takashi Murakami o Damien Hirst
Es el flip más sonado en el mundo del arte y de los patinadores: Sotheby's saca a subasta 248 tablas de monopatín de la marca Supreme, con un precio de salida en total de 697.492 euros (800.000 dólares), pero esperan recaudar por el lote algo más de un millón de euros. Es una pirueta insólita en el mercado del arte contemporáneo, porque por primera vez aparece en una casa de subastas un lote de estas características, definido como “un archivo histórico que mezcla de moda callejera, lujo, arte y cultura de skate”. La venta acaba de ser lanzada solo on line, hasta el próximo 25 de enero.
Las tablas pertenecen a la colección personal de Ryan Fuller, de Los Ángeles, que desde 2005 se ha dedicado a adquirir las tablas diseñadas por Richard Prince, Jeff Koons, Takashi Murakami, Damien Hirst, Dan Colen y George Condo. Aunque la pieza emblemática del lote es de 2000, cuando Louis Vuitton amenazó con demandar a Supreme por infracción de derechos de autor. Antes habían transportado los logos de Burberry y Gucci a las tripas del monopatín. Diecisiete años más tarde, Louis Vuitton y Supreme firmaron la paz con la creación conjunta de una tabla, uno de los productos más codiciados. Para entonces, la empresa, creada en 1994 por James Jebbia, había alcanzado una valoración de 870 millones de euros (según Carlyle Group). Ahora, Supreme es reconocida sobre todo por su diseño de moda, más que por sus monopatines.
Fuller empezó a coleccionar Supreme en 2005 (con piezas que datan de 1998) y le llevó dos años encontrar dos piezas que le faltaban para completar la colección. Una vez lo logró, expuso las piezas colgando de la pared de la galería Jason Vass (Los Ángeles), donde además se incluyeron 1.306 accesorios de la marca (incluyendo una máquina de pinball). Ahora, la pone a la venta y entre los diseños aparece una versión de La última cena, de Leonardo da Vinci o tres tablas inspiradas en Monkey Train, de Koons. “La mayoría de las tablas está en buenas condiciones, con un pequeño desgaste ocasional, pérdidas discretas en la superficie o algún punto”, cuenta la casa de subastas. Cuando se cierre la venta, se habrá firmado un testimonio y un testamento de la influencia y el cruce de las marcas de moda urbana con el mundo del arte.
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