Louis C. K., un regreso que no hace gracia a todos
La vuelta a los escenarios del artista acusado de conductas impropias abre un debate sobre las segundas oportunidades
Louis C. K. ha construido su carrera de comediante de stand up con chistes sobre la masturbación. Su humor obsceno incomoda al público y para muchos, ahí está su gracia. Cuánto tardó en darse al onanismo desde el atentado a las Torres Gemelas -antes de que cayera la segunda-, cómo le fastidiaba no poder hacerlo libremente en su casa desde que se casó o que “no podía controlar” sus instintos sexuales cuando le preguntaba a la bibliotecaria por un libro forman parte de sus rutinas. El tema que tanta fama le otorgó en los escenarios fue el mismo que lo enterró cuando cruzó la línea tras bambalinas. Hace un año, cinco mujeres denunciaron en The New York Times que el cómico se había masturbado o lo había intentado en frente de ellas. Él lo reconoció, pidió perdón y desapareció. Ahora ha vuelto como si nada hubiese pasado. Sus compañeros están divididos entre quienes creen que merece otra oportunidad y los que plantean que su momento se acabó.
El 26 de agosto, sin previo aviso, Louis C. K. apareció en el Comedy Cellar, una de las catedrales neoyorquinas del humor. El sorprendido público lo ovacionó. “¡Qué bueno tenerte de vuelta!”, gritó un hombre. En los 15 minutos de espectáculo no se refirió a las acusaciones que lo alejaron de los escenarios durante 10 meses. Y que paralizaron el estreno de su película I Love You, Daddy. Y que cancelaron la producción de un especial de Netflix e impulsaron a HBO a retirar su material del catálogo. Sí tuvo tiempo para reírse en su estilo de la violación. En Estados Unidos existe una expresión que dice “limpio como un silbato”, utilizada para manifestar que alguien es libre de toda culpa. El comediante, actor, guionista y director de 50 años, hizo un chiste sobre que los silbatos antiviolaciones que usan los mujeres no están limpios. Según lo que relataron espectadoras presentes a medios locales la broma hizo gracia a la mitad de la audiencia. A la mitad masculina.
El propietario del Comedy Cellar, Noam Dworman, contó a Hollywood Reporter que no sabía nada de la actuación de CK. Él no estaba presente, pero afirmó que la indignación por su regreso muestra que es "un período oscuro para el discurso en este país". Dworman aseguró que solo había recibido un correo electrónico quejándose de la presencia del comediante acusado y que cree que tiene “derecho a ganarse la vida” después del escándalo. Michael Che, miembro de Saturday Night Live y uno de los dos maestros de ceremonia de la próxima edición de los Emmy, publicó en su cuenta de Instagram: "¡Dios mío! ¿Puedes creer que ese tipo siguió con su vida? Sí, puedo". "Solo porque a uno le parece que alguien se está librando con facilidad de lo que hizo porque todavía tiene las ventajas que otro mataría tener no significa que así sea", agregó.
Independiente de estas muestras de apoyo al protagonista de las cinco temporadas de Louie -su serie autobiográfica de FX- y de 10 especiales de comedia, muchos reaccionaron con indignación. La comediante y actriz Kathy Griffin, de 57 años y ganadora del Emmy, insultó a la industria tras enterarse del regreso de C. K. "¿Saben cuántas mujeres talentosas y cómicos negros están tocando puertas para intentar pasar algo de tiempo frente al público o ante los jefazos de este negocio?", preguntó Griffin en el primero de una batería de tuits al respecto. "¿Y Louis simplemente vuelve bajo sus propias condiciones? Dios, es una suerte estar en el club de chicos... el club de chicos blancos", arremetió. Por último, describió la situación de CK como “patética”.
La veterana de la comedia Elayne Boosler también mostró su descontento a través de Twitter. La artista de 66 años, que ha dedicado las últimas cuatro décadas a hacer reír, citó un reportaje que describía la noche en que reapareció C. K. "Habló de los típicos temas que trata Louis C. K. -racismo, propina a las camareras, desfiles-. WTF? Bueno, todos los matones son cobardes, ¿verdad? No ha hecho nada que merezca el perdón”. El comediante Paul F. Tompkins, ahora en la celebrada serie animada BoJack Horseman, compartió con su millar de seguidores: “Louis, un comediante cuyo propósito es sondear las profundidades de su propia psique, aparentemente no mencionó sus noticias más recientes en su espectáculo sorpresa. ¿Eso no les dice todo lo que necesitan saber sobre su deseo de redención?”.
Muchos piden que haga un mea culpa significativo. Que pida perdón públicamente y hable a su audiencia del daño que le hizo a las víctimas. Pero no que haga como que no pasó nada. En la carta de disculpas que C. K. publicó en noviembre del año pasado, escribió: “Tengo que reconciliarme con quién soy. Lo cual no es nada comparado con la tarea que le dejé a ellas [...]. He pasado toda mi larga y próspera carrera hablando y diciendo lo que he querido. Ahora daré un paso atrás y me tomaré un tiempo largo para escuchar”. Lo que está claro es que ese tiempo ya pasó.
Babelia
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