Jane Fonda lleva el otro #MeToo al Congreso de EE UU
La estrella de Hollywood alza la voz por las trabajadoras vulnerables como parte de la alianza generada por el #MeToo: Hemos aprendido mucho de las campesinas
El #MeToo le dio un megáfono a las actrices más importantes de Hollywood para protestar contra los abusos sexuales en la industria, mientras que a las víctimas que trabajan en los campos o en las cocinas no se las ha escuchado. En una muestra de alianza entre los dos mundos, la polifacética Jane Fonda lideró este martes en el Capitolio la queja de organizaciones de empleadas domésticas y trabajadoras del campo que piden protección contra el acoso sexual y acabar con la explotación laboral. “Las celebridades hemos aprendido mucho de lo vulnerables que son las mujeres de la tierra, la mayoría de ellas de color o inmigrantes. Estoy tan honrada de estar aquí para demandar políticas que mantengan sus derechos y dignidad”, sostuvo una emocionada Fonda.
La leyenda cinematográfica de 80 años reconoció que lo que le ha permitido evolucionar al movimiento #MeToo y al #TimesUp es el que “las mujeres que alzaron sus voces eran blancas y famosas”. Y agregó que "si realmente queremos hacer frente y resolver estos problemas sobre los derechos de las trabajadoras, la dignidad y la seguridad ante el acoso sexual en el lugar de trabajo (...), vamos a tener que alzarnos unidas por el amor y la alianza junto a nuestras hermanas de otros sectores". Fonda recordó su participación en la película Cómo matar a su jefe, de 1980, en la que encarnó a una oficinista que se quería vengar de su sexista empleador. Además, no descartó su participación en una próxima película que narrara las problemáticas de las campesinas.
Mily Treviño, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de Campesinas, comenzó a trabajar en la tierra a los 8 años, igual que sus nueve hermanos. De origen mexicano y criada en Idaho, EE UU, iba al campo antes y después de la escuela y todos los fines de semana. Sufrió acoso sexual desde pequeña y agradece no haber sido violada, como tantas de sus compañeras. “Al haber estado mi padre y hermanos por ahí, no se atrevían”, supone. Eso sí, los manoseos de los que fue víctima le impedían dormir por las noches y cuando se le acercaba un hombre se tensaba. “Se lo conté a mi papá, pero me dijo que yo era la culpable de provocar esas situaciones. Fue criado en otros tiempos, pero su respuesta me silenció por décadas”, narra la actual líder.
Treviño sostiene que #TimesUp, el movimiento contra el acoso sexual, ha ayudado a las mujeres del campo a decir: ‘A mí también me ha pasado’. “Nosotras llevamos años apoyando a las víctimas. Decíamos que conocíamos a alguien a la que le había pasado, pero estábamos hablando de nosotras mismas”, reconoce. En un trabajo lento con las instituciones gubernamentales para que confíen en su labor, han conseguido que en California se regularice la situación, pero las mujeres trabajadoras de los otros 10 estados que representan siguen desprotegidas.
Fonda, junto a las líderes de las organizaciones, han sostenido encuentros este miércoles y jueves con congresistas para abordar la problemática. Las activistas exigen recibir la paga por las horas extras y ampliar el alcance del Título VII de la Ley de Derechos Civiles, el cual protege a los trabajadores en Estados Unidos contra discriminación por raza, color, religión, sexo y origen nacional, que solo se aplica en las compañías con más de 15 empleados. Esto excluye a prácticamente todas las empleadas domésticas y a muchas trabajadoras del campo. En las reuniones han participado el senador independiente Bernie Sanders y los demócratas Patty Murray y Cory Booker.
La actriz Meryl Streep envió un mensaje en abril sobre este apartado: “El Título VII es una legislación equivocada y debe ser corregida, así que los millones de hombres y mujeres que están sin protección de ataques sexuales, abuso u hostigamiento en sus espacios de trabajo, puedan reclamar sus derechos”. Mónica Ramírez, cofundadora de Alianza de Campesinas y autora de la carta que enviaron las trabajadoras a las actrices en muestra de su apoyo a la causa adelantó que "mientras las trabajadoras más vulnerables se enfrenten al desenfrenado hostigamiento, sin protecciones, regresaremos a Washington para que se escuche nuestra voz". Ramírez admitió que las trabajadoras del campo están sintiendo "el apoyo de las personas de la industria del entretenimiento", pero recalcó que la exigencia de mayores protecciones laborales afecta a "todos los sectores".
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