Un alegato contra La Manada: bienvenidas a la resistencia
La periodista Isabel Valdés disecciona en 'Violadas o Muertas' la ola de indignación feminista que ha removido los cimientos de la justicia
Todo queda recogido en nueve capítulos, casi 200 páginas escritas a corazón abierto. La periodista de El PAÍS Isabel Valdés reúne en Violadas o Muertas (Península) todos los detalles judiciales del caso de La Manada y, con ellos, la inmensa ola de indignación feminista que ha recorrido España desde aquel chupinazo de Sanfermines de 2016 que lo cambió todo.
La madrugada del 6 al 7 de julio, cinco hombres metieron a una mujer de 18 años en un portal, la desnudaron y abusaron de ella. Lo grabaron y fotografiaron entre risas. Seguían riéndose cuando salieron a la carrera de aquel portal de la zona noble de Pamplona: “Follándonos a una los cinco. Todo lo que cuente es poco. Puta pasada de viaje”, relató en un chat de amigos uno de los cinco implicados horas después. Fueron detenidos esa misma mañana y el caso saltó a la luz pública. Desde entonces, Isabel Valdés (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1985) lo ha seguido muy de cerca hasta la reciente puesta en libertad provisional de los condenados.
El libro reúne y disecciona el relato de esos primeros días y la evolución judicial del caso, con un estilo de crónica periodística. Su afán era “poner en perspectiva que, a pesar del cisma de la sentencia [fueron condenados por abuso sexual con prevalimiento, no por violación], este caso ha espoleado a la sociedad española contra las agresiones”. Su deseo, que lo lean las convencidas "para seguir estándolo", las no convencidas "para que entiendan que puede haber otro futuro" y los lectores varones "para que se encuentren de frente con lo que nosotras vivimos cada día y a ellos les pasa inadvertido".
El recorrido del libro, que prologa Cristina Almeida y despide Manuela Carmena, se completa con un relato del despertar feminista vivido en los últimos dos años en España y en el mundo —del #MeToo a la huelga feminista del 8 de Marzo, del No sin Mujeres al manifiesto de las actrices francesas—. Y concluye con una apasionada invitación de Valdés a sumarse a la revolución: “Ahora hemos creado una malla de seguridad tan extensa que da de sobra para caminar, tal vez no sin miedo —no todavía—, pero sí con la certeza de que no hay un hueco abismal bajo nuestros pies”, reflexiona la periodista en las páginas del libro, desde las que hace un llamamiento: “Bienvenidas a la resistencia”.
La abogada feminista Cristina Almeida, en su prólogo, reclama una modificación del Código Penal “con la participación de especialistas en cuestiones de género y de violencia, del ámbito de la justicia y del feminismo y de asociaciones de mujeres”. Violadas o muertas incluye un alegato final de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. “La primera medida imprescindible es que las sentencias se entiendan y, si no, que se expliquen”, considera la también jueza. Su pregunta resuena en la cabeza una vez leída: “¿Cómo es posible que esos cinco jóvenes andaluces no fueran conscientes de que estaban utilizando a una mujer como si se tratara de un mero objeto con orificios variados?”.
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