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José María Lafuente espera firmar cuanto antes la cesión de su legado al Reina Sofía

El empresario y coleccionista recibe el Premio Montblanc por su labor de mecenazgo

Jesús Ruiz Mantilla
José María Lafuente, tras recibir el Premio Montblanc.
José María Lafuente, tras recibir el Premio Montblanc.

Los más de 110.000 documentos del Archivo Lafuente han sido leídos, escaneados y convenientemente clasificados. Esto, que puede parecer hasta una redundancia, no lo es. Porque la mayoría de instituciones con legados de valor no tienen apenas capacidad ni recursos o plantilla para abrir las cajas que les llegan y valorar su contenido convenientemente. Tampoco cuentan con un equipo de 10 personas dedicadas al empeño como es el caso de Lafuente en Cantabria: “Con un método propio, alejado de caminos trillados, centrados en profundizar en el conocimiento de las fuentes”, aseguraba el coleccionista al recoger este miércoles el Premio de la Fundación Cultural Montblanc en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Las fuentes a las que se refiere el empresario –dedicado a la fabricación de quesos a escala mundial- tienen que ver con un objetivo definido y claro: las vanguardias artísticas del siglo XX. Con vocación pública, “es decir, que no sea un archivo muerto”, afirmó. Que se luzca, que resulte accesible bien tecnológicamente desde cualquier parte del mundo o bien porque sus fondos sean prestados para distintas exposiciones. Como las tres que actualmente cuentan con materiales suyos en España. Una de fotografía soviética para PhotoEspaña en el Círculo de Bellas Artes, otra sobre Rodchenko en el IVAM de Valencia y la que ha dedicado a Dada el Reina Sofía.

Con esta última institución, Lafuente aún queda pendiente de firmar un acuerdo de cesión para conformar su centro asociado conjunto en Santander. Iba a haber sido rubricado el pasado 11 de junio, pero la moción de censura y el cambio de Gobierno se lo llevaron por delante. El coleccionista espera que José Guirao, nuevo ministro de Cultura, lo ratifique cuanto antes. Y que de paso acabe así, como es debido, una historia rocambolesca.

“Un archivo no muerto, con un método propio, alejado de caminos trillados, centrados en profundizar en el conocimiento de las fuentes”, asegura el coleccionista

En 2012, Lafuente ofreció al Reina Sofía asociarse con sus fondos. Entonces llevaba 10 años de actividad y no contaba con lo que tiene hoy: esos cerca de 110.000 documentos y 3.000 obras de arte centradas en las vanguardias y los movimientos más rompedores del siglo XX en todo el mundo. Pero no para que lo que ha reunido desembarque en la sede madrileña del museo. Sino para que el Reina Sofía abriera una nueva en Santander, donde vive Lafuente, dentro lo que hasta hace poco fue la sede del Banco de España en la ciudad. Ésta, queda pegada al nuevo Centro Botín, diseñado por Renzo Piano e inaugurado el año pasado. La idea es conformar un espacio público dedicado al arte de referencia en la ciudad.

La importancia del legado es tal -en su variedad, contundencia y curiosidades- que Manuel Borja-Villel, director del Reina, poco amigo de expandir la marca en otros lugares, accedió. El plazo de la cesión, para empezar, son 10 años en los que el empresario no puede vender sus fondos. Los cómplices de la operación fueron el Ayuntamiento de Santander y la secretaría de Estado de Cultura que entonces encabezaba José María Lassalle. Pero tuvieron que enfrentarse en una larga lucha de absurdo político con la oposición del Gobierno de Cantabria, incapaz de comprender, aun hoy y con los sucesivos responsables de cultura regionales, el valor internacional del legado. Ni el contenido del mismo, ni sus posibilidades de polo de atracción a expertos y amantes del arte de vanguardia de cualquier ámbito.

Con el escollo resuelto, el futuro del mismo unido al Reina Sofía, ha quedado resuelto a falta de la firma oficial. Este miércoles, galeristas, artistas, amigos próximos al mecenas, lo celebraron con él al recoger el Premio Montblanc en Madrid. La 27ª edición del mismo se había presentado en 17 países, caso, entre otros, de China, Francia, Alemania, Grecia, Hong Kong, Italia, Corea, México, Rusia, España, Reino Unido o Estados Unidos.

Este año la lista final fue evaluada por los cinco miembros del Curatorium de la Fundación Cultural Montblanc y los copresidentes Till Fellrath y Sam Bardaouil, representantes de la institución. La labor ejemplar, meticulosa y entregada de Lafuente se impuso a otras candidaturas.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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