‘Fariña’ evita la prohibición al cruzar la raya con Portugal
Carretero presenta en Lisboa la traducción de su libro secuestrado por una juez en España, que se distribuye en la frontera con Galicia
Nacho Carretero ha caído sin querer en las redes del contrabando. Fariña, su libro sobre el narcotráfico gallego prohibido en España, salta la frontera. La traducción de la obra al portugués es protagonista de la Feria del Libro de Lisboa, que se desarrolla estos días.
La editorial Saída de Emergència publica Farinha con el reclamo de ‘el libro prohibido en España’, pero más allá de ese gancho infalible, la obra no es ajena a Portugal. La raya seca del norte es fundamental, como relata Carretero, en la historia del contrabando ibérico de los últimos siglos, una veces de aquí para allá y otras de allá para acá, dependiendo de las carencias en uno y otro país; de la penicilina de ayer al narcotráfico de hoy.
Ahora en Galicia lo que se echa en falta es el libro de Carretero, por eso la gente cruza la frontera o salta a la nube. “Ya hemos vendido varios ejemplares en la web de la editorial y hemos comenzado la distribución por las librerías portuguesas de la frontera con Galicia”, explica Margarida Damião, de la editora lusa.
Carretero tiene cada media hora entrevistas con la prensa portuguesa, como si fuera Marilyn Manson y no un tímido reportero de EL PAÍS. “Cuando fue prohibido el libro ya se habían vendido 40.000 ejemplares, pero la misma censura y la serie de Antena 3 han disparado el interés”, explica el autor. “Nunca hubiera pensado que la gente iba a pasar la frontera para comprar un libro y además mío. La situación me hace gracia, la verdad pues, en cierto modo, está haciendo contrabando”.
Un libro visto para sentencia
En febrero, la juez de Collado Villalba (Madrid) Alejandra Fontana ordenó confiscar cautelarmente todos los ejemplares de Fariña, prohibir su distribución, su reimpresión y la venta de derechos de autor a otros países. La juez consideró la demanda de José Alfredo Bea Gondar, exalcalde de O Grove (Pontevedra) por Alianza Popular (antecesor del PP) contra Carretero y la editora Libros del KO por vulnerar su derecho al honor.
En el libro se cuenta que Bea Gondar fue detenido y encarcelado por narcotráfico en los años 90; el ex alcalde dice que el Tribunal Supremo le absolvió y el autor recuerda que el Supremo anuló la sentencia de la Audiencia Nacional por defecto procesal, pero que mantuvo los hechos probados. "La medida cautelar, mientras esperamos la sentencia definitiva el día 21, me parece excesiva y contra el derecho de opinión", señala Carretero.
La decisión cautelar de la juez madrileña no afecta a los derechos de autor vendidos antes del fallo, como fue el caso de la editorial portuguesa. “Lo que no se sabe es si es ilegal vender la versión portuguesa del libro en suelo español. Es una cuestión jurídicamente interesante”, dice Carretero, al que le atropellan un poco los acontecimientos. “Nunca me dediqué a la información sobre el contrabando en Galicia y nunca me voy a volver a ocupar, pero sí que quería contar algo que todos los gallegos dábamos por sobre entendido porque habíamos nacido en esa atmósfera- El último libro sobre el narcotráfico gallego era de principios de los años 90 y creía que había que contar todas esas cosas que nos habíamos acostumbrado a considerar ‘normales’”.
En 1984, el presidente de la Xunta de Galicia, Xerardo Fernández Albor, acudió a Portugal para reunirse con los capos gallegos allí refugiados. Ya en 2013, Carretero recuerda un viaje a Cascais del capo Marcial Dorado con el hoy presidente de la Xunta, Alberto Feijóo. El libro es un rosario de cosas ‘normales’.
Casi tres años después de la primera edición de Fariña, al autor le sigue llegando información. “No va a haber un Fariña II, pero sí es verdad que mis fuentes me mantienen al día; de la parte de ‘los malos’ no llega nada. Los actuales jefes del narcotráfico gallego son personajes muy discretos, no les gusta el alboroto ni para ir a los tribunales. Ahora están muy contentos con que el foco de la actualidad se haya ido hacia Algeciras”.
El libro interesa en Portugal y, por otro lado, el portugués no es ninguna frontera lingüística para los gallegos. Si en Lisboa firma ejemplares hoy, mañana Carretero se vuelve a su tierra con una caja de libros de Farinha, así en portugués o en gallego, con el gusanillo del contrabandista en el estómago, de si la Guardia Civil le parará de un momento a otro y él tendrá que tirar tan peligrosa carga en la ría de Arousa o en el mismo Manzanares.
Babelia
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