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Un libro de rostros, rastros y restos

Javier Santiso ilustra con sus poemas la obra de la pintora Lita Cabellut en ‘Antes de que venga la noche’

'Rostros. El poeta', a la izquierda, y 'Rastros. Between you and me' (2017), pintura y composición con rodillos de Cabellut.
'Rostros. El poeta', a la izquierda, y 'Rastros. Between you and me' (2017), pintura y composición con rodillos de Cabellut.
Rut de las Heras Bretín

“Fue un accidente”. Así definió Antes de que venga la noche (La Cama Sol) Javier Santiso, el autor de los poemas que incluye el libro, durante su presentación ayer en la galería madrileña Ivorypress. Su otra artífice, la artista Lita Cabellut, de quien el volumen reproduce 25 obras, aunque no lo dijo, piensa: “Bendito accidente”, lo demuestra cuando habla de la unión y comunión a la que han llegado ambos.

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El flechazo artístico ocurrió el pasado verano cuando Santiso (Saint Germain en Laye, Francia, 1969) visitó el estudio de Cabellut. Tardaron en acordar una cita, pero Cabellut solo necesitó tres minutos para pensar: “Este hombre es un poeta”. El escritor, economista de formación y de profesión, también recuerda de esa reunión el impacto que le causó ver la obra de la pintora en su espacio de creación. Materia es una de las palabras que siempre rodea la obra de Cabellut, muy física, llena de color, de luz y de sombra, de texturas. Y materia es lo que se llevó el poeta, que, al contrario de cómo actúa en otras ocasiones, comenzó a transformar en palabras en el momento que se despidieron. Ella vive en La Haya, él en Londres y en el avión de vuelta ya salieron los primeros versos. Santiso confiesa que habitualmente no escribe tan rápido. Cabellut (Sariñena, Huesca, 1961) considera al arte energía, y como la ley física dice: esta no se destruye, se transforma.

No es un libro de artista, no es un libro de poesía ilustrado, son las obras de Cabellut ilustradas con la poesía de Santiso. Un volumen intonso (encuadernado sin cortar los pliegues) que requiere de un objeto —cuchillo, abrecartas...— para separa sus páginas, para tomarse un tiempo, para hacerlo más físico.

Los autores tienen orígenes muy distintos. Él estudió en París, Oxford y Boston, profesor de Economía, participante en grandes foros internacionales y fue colaborador de este diario. Ha publicado media docena de libros de su ámbito profesional, aunque preve que no volverá hacerlo. “No creo que escriba más libros aburridos de economía, ahora escribiré lo que me gusta. Es una necesidad. Me libera”, le confesó ayer a EL PAÍS, sin olvidar que es difícil comer de la poesía.

Lita Cabellut, tras la presentación del libro 'Antes de que venga la noche', este lunes en la galería madrileña Ivorypress.
Lita Cabellut, tras la presentación del libro 'Antes de que venga la noche', este lunes en la galería madrileña Ivorypress.Inma Flores

Cabellut nunca conoció a sus padres. Vivió con su abuela en Barcelona hasta los 10 años, cuando esta murió fue internada en un orfanato hasta que a los 13 años la adoptó una familia que le dio unos estudios y la llevó al Prado, museo que considera uno de sus lugares de nacimiento. Desde los 19 años vive en Holanda y aunque, según Artprice, es una de las artistas españolas más cotizadas en el mercado del arte —por detrás de Miquel Barceló y de Juan Muñoz— sabe lo que es mendigar por las calles del Raval barcelonés.

El libro es fruto del lenguaje que comparten y de la idea común de que Antes de que venga la noche “hay que disfrutarla”, sostienen. Santiso, que hasta hace unos siete años escribía en francés o en inglés, ha cogido el gusto al español. “Es un lenguaje geográfico: abrupto, lleno de grietas, rugoso, duro, fuerte...”. Parece que describe a la artista y a su obra, que se recrea oyendo la lectura de uno de los poemas: “Por eso un día aprendió / Los colores para darles vida / Ponerlos en la suya / Y comerlos bien jugosos...”.

Y no solo da vida a los tonos, también a los rodillos con los que los aplica. De ahí que consideren esta obra un tríptico: la poesía, los retratos que pinta Cabellut que se sitúan en las páginas junto a la composición de los rodillos con los que los ha realizado. Los rostros, los rastros y los restos.

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