Nocturno de codicia
Todo ocurre a lo largo de una tortuosa noche que parece funcionar como espacio metafórico del estado de tránsito de una nación
“Las coincidencias te llevan al destino”, decía un rótulo al comienzo de Piercing I (2010), primera película del chino Jian Liu. La frase también podría funcionar como adecuado frontispicio para Have a Nice Day, un segundo largometraje donde se depuran las técnicas de animación del autor y se retoman no pocos motivos temáticos: el azar es aquí la fuerza que rige el laberinto de encuentros y desencuentros de una serie de pintorescos personajes alrededor de una codiciada bolsa cargada de dinero negro. Todo ocurre a lo largo de una tortuosa noche que parece funcionar como espacio metafórico del estado de tránsito de una nación en acusado estado de seducción capitalista.
La animación de Jian Liu da aquí un paso hacia el realismo, evocando el trazo de la colaboradora de la revista Métal Hurlant Chantal Montellier, autora de obras como Feliz navidad para Andy Gang o Shelter: la expresividad de los personajes o el dinamismo de sus movimientos no parecen importar tanto al cineasta como la meticulosidad con que reproduce un ambiente urbano de pesadilla noir, recorrido por un estólido sentido del humor que podría considerarse la respuesta zen a la tradición tarantiniana.
Una operación de cirugía estética en Corea del Sur para su novia es la precaria meta que motivará al personaje principal a perpetrar el robo que pone en marcha el intrincado mecanismo de casualidades. Cuando el cineasta logre encontrar una voz propia, liberándose de sus registros excesivamente referenciales, su cine quizá trascienda su actual condición de exótica singularidad.
Babelia
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