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‘New Musical Express’ abandona su edición en papel

La célebre revista británica se centrará en su expansión digital

Pablo Guimón

El New Musical Express (NME), icónica publicación musical británica, dejará de imprimirse en papel 66 años después de su nacimiento. A la banda de rock británica Shame le ha correspondido el honor de ocupar la última portada de la revista semanal, que verá la luz este viernes. A partir de entonces, pasará a publicarse solo online. La biblia de la música británica sucumbe, según ha anunciado la empresa editora, Times Inc, al encarecimiento de los costes de producción y a un “duro” mercado publicitario. La decisión marca simbólicamente el fin de una era en el mundo de la música.

Hubo un tiempo en que la línea editorial del NME marcaba el rumbo de una industria pujante, que producía y destruía estrellas cada semana. Sus portadas encumbraban a reyes y reinas del rock en efímeros reinados, y eran atesoradas por aficionados y músicos de todo el mundo, que hoy comparten sus favoritas en una riada de tuits con el hashtag #RipNME.

Fundado en 1952, el New Musical Express se convirtió en líder del otrora ultracompetitivo mercado de las revistas musicales. Llegó a vender 300.000 ejemplares en los años 70, y fue el apasionado altavoz de todos los movimientos musicales que se sucedieron, desde el punk, estilo al que remitía el diseño libre y abigarrado, hasta el brit pop.

En sus inicios, sus páginas hicieron hueco a problemas sociales como el avance de la extrema derecha. Con el cambio de siglo, adoptó una apariencia física más lustrosa y, a la vez, un periodismo más vulgar, al estilo de los tabloides, que convirtió las vidas de personajes como Pete Doherty o Amy Winehouse en culebrones de drogas, amoríos y pequeños escándalos.

La suerte de la revista, cuya edición online nació en 1997, ha discurrido en paralelo a la de la industria de la música que la sustenta. En 2015, después de una década de caídas de ventas que llegaron a un ritmo de un 20% anual y que la colocaron con una modesta circulación de 15.000 ejemplares, el NME se convirtió en una revista gratuita, distribuida en comercios, universidades y bocas de metro. Renunciando a los 2,5 libras de venta por ejemplar en quiosco, el NME seguía la estela de otras míticas publicaciones como Time Out o ShortList.

La gratuidad disparó la difusión de la revista, que volvió a alcanzar una circulación de 300.000 ejemplares, pero acaso también devaluó su influencia, al convertirla en un objeto de usar y tirar. En un mundo en que la atención de los viajeros del metro, especialmente los más jóvenes consumidores de las últimas tendencias musicales, se dirige a las pantallas de los móviles, el negro destino del NME en papel parecía insoslayable.

“Nuestro paso a la edición impresa gratuita ha ayudado a propulsar la marca a una audiencia mayor que nunca en NME.com”, ha explicado Paul Cheal, directivo de Time Inc. “Nos hemos enfrentado a costes de producción crecientes y a un mercado de publicidad impresa muy duro. Es en el espacio digital donde se enfocará el esfuerzo y la inversión para asegurar un futuro fuerte para esta famosa marca”.

La empresa editorial se encuentra en conversaciones con la veintena de profesionales que componen la plantilla de la revista sobre posibles despidos, según informa The Guardian. El cierre de la edición impresa de NME se produce después de la reciente venta de Times Inc, una de las mayores editoras de revistas británicas, que también publica cabeceras como Marie Claire, Wallpaper o Country Life, a la empresa de capital inversión Epiris por 130 millones de libras. Cuando se anunció la operación, hace apenas 10 días, se habló de los planes de Epiris de reestructurar o deshacerse de cabeceras poco rentables y recortar personal, así como de agrandar su participación en la industria editorial británica con nuevas adquisiciones.

La edición impresa de NME ha venido desde hace años acumulando pérdidas, pero su audiencia digital global se ha duplicado en los últimos dos años. El prestigio de la marca le ha permitido también generar importantes beneficios a través de eventos y premios. El NME mantendrá una esporádica presencia en papel con ediciones especiales puntuales, que satisfagan la residual, pero aún existente, querencia de las estrellas por verse retratadas en páginas impresas.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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