“Pensaba que continuar ‘Millennium’ podía destruir mi reputación”
David Lagercrantz presenta ‘El hombre que perseguía su sombra’, la quinta entrega de la saga de Stieg Larsson
Entrar voluntariamente en una prisión, donde se está atrapado en un mundo de muros rígidos y duras reglas, y luego lograr salir de ella con plena libertad es una metáfora que sirve para describir el presente de David Lagercrantz. El sucesor de Stieg Larsson —creador de Millennium, una de las sagas literarias más exitosas de la última década— ha escogido una antigua cárcel de Segovia para presentar este lunes en España El hombre que perseguía su sombra, la quinta entrega de la serie y la segunda a su nombre. La elección corresponde con el arranque de esta nueva novela, con la hacker Lisbeth Salander, la icónica protagonista, recluida en un centro penitenciario.
Pero también coincide con la propia realidad de Lagercrantz. Cuando aceptó el encargo de continuar con la historia tras la muerte de Larsson en 2004, cargó con el peso de cumplir con las expectativas de un universo que él no inventó y del que ya eran seguidores más de 89 millones de lectores en todo el mundo. “Al principio hubo controversia”, recuerda. Sin embargo, logró vender más de seis millones de ejemplares de Lo que no te mata te hace más fuerte, el cuarto capítulo de la saga, y también consiguió la aceptación del público. “Primero recibí mucha crítica, pero después mucho amor”, cuenta satisfecho.
Por eso, concebir este nuevo capítulo para Lagercrantz fue como salir de prisión. Cuando escribió su primer volumen, reconoce que estaba “muy asustado”. “Pensaba que podía destruir mi reputación si no escribía un buen libro”, admite. Quería presentar una novela que fuera digna del legado de Larsson, por lo que se sintió obligado a escribir un tomo tan grueso como los del creador de Millennium . Pero, superada la prueba, asegura que para esta segunda entrega se sintió “valiente”. “Ahora podía ser quien juzgara”, presume.
Hacer el periodismo grande de nuevo
Antes de convertirse en el nuevo autor de 'Millennium', David Lagercrantz trabajó como periodista en Suecia, su país de origen. A eso se debe que haya asumido el compromiso que el creador de la saga, Stieg Larsson, sentía por plantear temas de actualidad en la historia. En El hombre que perseguía su sombra, Lagercrantz aborda la situación de inestabilidad económica y las crisis bursátiles que aquejan al mundo de hoy, así como el fanatismo religioso y la opresión de la mujer en el mundo islámico, en el personaje de Faria Kazi.
Asimismo, el autor considera que en estos tiempos, “el periodismo es más importante que nunca”. Ante los ataques contra la prensa por parte de la ultraderecha que está cobrando fuerza en Occidente, el escritor reitera que los periodistas “son esenciales para la democracia”. En esa línea, Lagercrantz propone una réplica contra el conocido mensaje de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “Make America great again”. En su lugar, para detener el discurso racista de la derecha, el autor sugiere hacer el periodismo grande de nuevo: “Make journalism great again”.
Lo mismo ocurre con Lisbeth Salander, la protagonista de Millennium, al comienzo de El hombre que perseguía su sombra. Sale de la cárcel tras una condena de dos meses. Pero antes debe convivir con verdaderas criminales. “Un personaje como ella tenía que estar en prisión”, dice el autor. Lagercrantz ve en Salander a una antiheroína y admite que al principio le provocaba miedo. Por eso, en el primer libro tardó varios capítulos en hacerla aparecer, una decisión que en su momento fue polémica y no muy bien recibida. No obstante, las cosas han cambiado. En esta ocasión, dice que el personaje le obsesiona y que hasta sueña con ella. “Esta vez la puse en la primera página”, explica.
La esencia mística de Salander es el origen de esta nueva historia. El autor empezó por preguntarse por el tatuaje de dragón que Larsson decidió poner en la espalda de su personaje, pero cuyo motivo no había sido revelado todavía. Entonces, su editor inglés le recomendó visitar la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, y que viera la estatua de San Jorge matando a un dragón con una espada. Lagercrantz ya había visto la figura antes, pero en esta ocasión lo hizo “con los ojos de Lisbeth Salander”. “Noté que San Jorge era el villano”, describe. Con el pasado de la protagonista en mente, cuyo padre había abusado de su madre, afirma: “Pensé que podía ver a su padre en el santo y a su madre en el dragón”.
Concluyó así que la antiheroína de Millennium tenía el tatuaje como símbolo de “levantarse y cobrar venganza”. De salir de su cárcel. De romper sus cadenas, tirar los muros y también los estereotipos de los personajes femeninos. “No necesita tener un hombre a su lado”, destaca Lagercrantz. Salander deja su celda en una alegoría de la libertad que el autor mismo ha alcanzado. “Larsson es el genio que inventó los personajes”, comenta, “pero se sienten como míos ahora”.
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Autor: David Lagercrantz.
Editorial: Destino (2017).
Formato: versión Kindle y tapa blanda (608 páginas).
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