A Dios rogando...

Es muy sencillo, transparente como el agua clara, o debería serlo. Si la Fundación Las Edades del Hombre asegura que Reconciliare -la actual edición de este ciclo expositivo de arte sacro- ha recibido en su sede de Cuéllar (Segovia) 100.000 visitantes en 117 días, que ofrezca las cifras de visitas por mes, semana y día desde que la exposición fue inaugurada el 24 de abril. Y así todo será más comprensible. Y ya de paso, que ofrezca los datos por mes, semana y día de cada una de las 23 ediciones del ciclo de exposiciones que echó a andar en 1988.

De momento no lo es demasiado habida cuenta de que, hoy por hoy, la Fundación admite que no posee esos datos, es decir, los datos de visitas por día a la exposición de Cuéllar. Así se lo comunicó a EL PAÍS un portavoz de la Fundación el pasado 17 de julio.

Cuando este diario, que se había desplazado hasta Cuéllar para realizar sus propios recuentos de visitantes, quiso recabar las cifras oficiales de frecuentación que manejaban los organizadores, se encontró una respuesta de lo más pintoresca: “Ah, no, eso no lo tenemos”. “Entonces, ¿cómo contabilizan el número de visitas?”, preguntó el periodista. “Es que nosotros solo anunciamos el número de visitas cuando llegamos a cifras redondas”, respondió el portavoz. Cifras redondas… como los 100.000 visitantes que acaban de anunciar ahora, o como los 50.000 que anunciaron el pasado 29 de junio.

Si lo que sostuvo en aquella conversación el portavoz de la Fundación es cierto, y los organizadores Las Edades del Hombre no manejan un cómputo diario de visitas, habrá que concluir que la Fundación miente o dice una verdad diseñada a su gusto cuando asegura que son 100.000 los visitantes hasta la fecha. Que nadie se haga un lío. A día de hoy, dos más dos son cuatro. Lo malo es no tener claro de dónde sale cada dos.

El silencio del secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, sobre este particular, resulta bien incómodo cuando no inexplicable. Si no se demuestra –como han exigido los grupos de la oposición en las Juntas de Castilla y León a raíz de la información publicada por este diario el 20 de julio- de qué manera y cada cuánto tiempo se establece el sistema de recuento de visitas en las exposiciones de Las Edades del Hombre, y si este sistema ha variado y de qué manera y por qué desde la primera exposición de 1988 en Valladolid hasta esta de Cuéllar, nada de lo anunciado a bombo y platillo el martes tendrá valor ninguno. Cada día que pase sin que se demuestre de dónde vienen esos 100.000 visitantes pero desgranándolos en cada uno de los martes, miércoles, jueves, viernes, sábados y domingos desde que la exposición de Cuéllar abrió el 24 de abril… irá cobrando fuerza uno de los argumentos de la denuncia interpuesta el pasado 20 de julio ante la Audiencia Nacional contra Las Edades del Hombre: “Fraude continuado en el recuento de visitantes y falsificación de datos oficiales”.

Por mucho que el patronato de la Fundación Las Edades del Hombre esté formado por obispos y, por lo tanto, sea una fundación como Dios manda. Pero hay un sabio capitulillo del siempre eficaz refranero popular: a Dios rogando y con el mazo dando. Pues eso, que den. Todos y cada uno de los datos. No todo va a ser rezar cuando se juega con millones de euros de dinero público en subvenciones de la Junta de Castilla y León y de la Comisión Europea.