Pedro Guerra rinde homenaje a la poesía en Los Matinales de EL PAÍS

Pedro Guerra (Güímar, Tenerife, 1966) ya no actúa descalzo sobre el escenario. Su cabello se ha teñido de blanco y se ha ido recortando con las décadas, pero su voz suena idéntica a la que en 1994 debutó en el café Libertad 8 las noches de los martes. Minutos después de la una de la tarde de este sábado, la sala Galileo Galilei se fundía con los acordes de su guitarra. Una puesta en escena sobria invitaba a las reflexiones del cantautor, que convirtió su recital dentro del ciclo Los Matinales de EL PAÍS en un homenaje a la poesía de Ángel González, Pablo Neruda y Joaquín Sabina.

Pedro Guerra abrió su concierto con “Estos versos”, de Ángel González. Al poeta le dedicó también la última canción del recital. El artista confiesa que ambos compartieron escenario en contadas ocasiones después de grabar el disco La palabra en el aire (2003), la más importante en una sala Galileo Galilei abarrotada. “Para nosotros esto era Las Ventas”, asegura.

El público coreó sus letras y se entregó con los clásicos: La mujer del peluquero, Cerca del amor, Deseo y Contamíname. En el concierto hubo tiempo para la crítica a la corrupción en España y las confesiones personales: “En mi familia escuchamos Despacito”, aseguró entre bromas.

Tras más de hora y media de recital, que incluyó su particular alusión a la celebración del Orgullo (sonó Otra forma de sentir), Pedro Guerra se despide con la promesa de remasterizar en 2018 Golosinas, su primer disco. Para entonces, el público respondía como si la fiesta no hubiera hecho más que comenzar.