La vida no es un camino de rosas
Dos películas que cuentan la cara menos amable de la sociedad, las desventuras de marginados que buscan algo mejor
LA VIDA DE CALABACÍN
Dirección: Claude Barras.
Intérpretes de voz: Gaspar Schlatter, Sixtine Murat, Paulin Jaccoud.
Género: drama de animación.
Distribuidora: La Aventura.
Una joya de la animación -en este caso, stop-motion- europea del año pasado, que fue buenísimo en ese formato para el continente. Un niño de nueve años acaba, tras la muerte de su madre, en un orfanato. En ese lugar pronto encontrará amigos, rivales y surgirá una duda: ¿alguien alguna vez volverá a quererle? Delicada sin caer en lo sensible, emocionante sin hundirse en el efectismo... Demoledora.
T2 TRAINSPOTTING
Dirección: Danny Boyle.
Intérpretes: Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Brenner.
Género: tragicomedia.
Distribuidora: Universal.
Veinte años después, Boyle encontró el guion adecuado -otra vez obra de John Hodge- para rodar la segunda parte de su película más famosa. Un canto a la nostalgia basado en "cualquier tiempo pasado fue mejor", cuando en realidad no fue así -la vida del yonqui no es precisamente una alegría-, y una curiosa demostración de cómo McGregori ya es demasiado consciente de su condición de estrella: está más amansado que el resto de sus compañeros de reparto. Aun así, disfrutable gracias a la inteligencia del planteamiento.
Babelia
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