Un mercado dominado por Asia
El estancamiento de las ventas y el aumento de los filmes animados marcan el cierre del gran bazar del cine
Cannes no es solo el principal festival de cine de autor del mundo, sino que en los sótanos del Palais, en todas las oficinas y viviendas que se asoman al paseo de La Croisette, y en las suites de hoteles como el Splendid, el Majestic, el Carlton, el Marriott o el Martínez, se habla del negocio, de dólares y euros, de cuánto cuesta comprar una película o producirla. Por un lado los distribuidores mundiales observan las películas del festival, de la Quincena de Realizadores y de la Semana de la Crítica, a la caza de un título con tirón o de la película que gane la Palma de Oro… antes que de verdad la obtenga y cueste más. Por otro, en el sótano del Palais, 13.000 metros cuadrados de expositores que no logran albergar a toda la industria, que por eso tiene dos villas internacionales con casetas a cada lado del Palais y se propaga por toda La Croisette. De los 40.000 acreditados en el certamen, solo 4.600 son periodistas, y Cannes aumenta su población de 70.000 a 200.000 personas.
Aquí se puede ver, por ejemplo, a Chris Dodd, el presidente de la MPAA, la todopoderosa asociación de las majors de Hollywood despedirse tras el anuncio de su retirada. Dodd pasea por el inmenso stand de Millenium, la empresa que ha levantado Escobar, de Fernando León con Javier Bardem y Penélope Cruz –un cartel con ambos caracterizados se ve en la verja del Grand Hotel-, y que ahora anuncia una nueva entrega de Hellboy. Aquí se puede observar que el mundo del cine ha girado hacia Asia. Se ve en cómo han ido comiendo terreno en el Mercado, donde ya ocupan más de un tercio del espacio, cuando hasta hace un lustro no pasaban de ser un elemento extraño. Aquí se anuncian miles de proyectos que nunca llegarán a ningún lado, y se multiplican los posters con Jackie Chan como protagonista, incluido uno con Pierce Brosnan, The Foreigner, con Martin Campbell de director. Hay Jackie Chan para todos los públicos, orientales y occidentales.
Elton John también vende en Cannes
En Cannes por vender vende algo hasta Elton John, que hoy ha promocionado The Cut, un concurso de talentos videocreativos realizado a través de YouTube. Empezó el pasado mes de diciembre y han recibido videos de más de 50 países, algunos de los cuales han sido hoy proyectados y comentados al mediodía en el Olympia, un cine de la ciudad. El reto está en crear el mejor video que acompañara a tres canciones míticas del británico: Rocket Man, Tiny Dancer y Bennie and the Jets.
Según Variety, este año los compradores se lo piensan dos veces antes de poner dinero sobre la mesa. La clase media del cine está desapareciendo, como en la vida, y que un agente de ventas pida cinco millones de dólares por la distribución en Estados Unidos de la película que Paolo Sorrentino dirigirá sobre Silvio Berlusconi con Toni Servillo de protagonista parece una locura –las películas en inglés de Sorrentino nunca han sobrepasado los dos millones en la taquilla estadounidense- sino fuera porque puede que esté tentando a alguna plataforma de contenidos digitales. Martin Moszkowicz, el consejero delegado de la potente productora europea Constantin, dice que no ha oído hablar de ningún gran acuerdo: “Puede que al final se anuncien, pero si no hay grandes películas, ¿de dónde saldrán?”.
Para España la buena noticia está en que casi toda la sección a competición ya está adquirida y se podrá ver en salas. Además, hoy martes se está celebrando el día de la animación antes de que mañana cierre sus puertas el Mercado, donde es cierto que se ve cómo crece la exportación de filmes en este formato, y una de las películas que enseñan sus primeras secuencias a posibles compradores es Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó, que narra el rodaje de Luis Buñuel del documental Tierra sin Pan en Las Hurdes.
En la esquina española en el sótano del Palais se concentran las oficinas del ICAA –el organismo dedicado al cine del Ministerio de Cultura-, de la productora Filmax y de los agentes de ventas internacionales Film Factory y Latido. En los cárteles no para de aparecer Antonio de la Torre: bien por el próximo thriller de Rodrigo Sorogoyen, El reino, bien por su actual rodaje Memorias del calabozo, bien por la ya acabada El autor, de Manuel Martín Cuenca, cuyo tráiler se ve sin cesar en el videowall de Filmax, junto a una poderosa imagen de Muse, de Jaume Balagueró. En Film Factory se ven los carteles de La cumbre, de Santiago Mitre, y de Quién me cantará, de Carlos Vermut.
Cerca hay negocios más grandes. Enormes. Como el lanzamiento de Dark Universe, sello con el que Universal espera relanzar el cine de monstruos, y que tras el estreno de La momia el próximo 9 de junio (con Tom Cruise de prota y Russell Crowe como doctor Jekill y Mister Hyde), lanzará en 2019 La novia de Frankenstein, con Javier Bardem como monstruo y la dirección de Bill Condon, y El hombre invisible, con Johnny Depp como protagonista. O Robin Hood, producida por Leonardo DiCaprio y con Taron Egerton, Jamie Dornan, Jamie Foxx y Ben Mendelsohn en el reparto. Eso sí que son apuestas seguras.
Babelia
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